Bromances del fútbol.

29 | La cita ➸ Dybessi.

Este shot puede ser tomado tranquilamente como una continuación del anterior de esta pareja (n° 24). Si no lo leyeron los invito a pasarse por él aunque no es necesario para entender este.

La continuación de este shot la hago principalmente porque ustedes la pidieron, así que como siempre, espero les guste💞

JeessicaRS messistrong Celinaecheveste DianaLoredo6

Pareja protagonista: Dybessi.

— No Pocho, me queda horrible — bufo Lionel pegándole a la pared de la habitación que el 22 compartía con Mascherano.

— Mira enano me tenés las bolas al plato, estas hecho un Dios de la belleza ahora dejate de joder que vas a llegar tarde a tu primer cita con Dybala.

— Miralo a la pulga pulgosa preparándose para una cita con Paulo. — bromeó Mascherano ingresando en la habitación.

— Shh, callate. Estoy nervioso.

— No, ni se nota — dijo sarcástico el 14 — acordate que el sexo en la primera cita es demasiado apresurado.

— Apresurado o no la relación funciona, si querés coger hacelo — contestó Ezequiel recordando su primera cita con el jefecito la cual había sido un total fiasco con buen sexo.

— ¡Son las nueve y cinco! Estoy llegando tarde por escuchar sus consejos inservibles, los odio.

— Anda diosa griega, culon de mi vida, enano sexy, jorobado potro, striper sensualon, enamora a Paulito, putita. — dijo divertido el 22 viendo como Lionel se alejaba con rapidez como si fuera lo más importante de su vida. Y es que en estos momentos la cita con Paulo era lo que más anhelaba.

Una vez que llegó a dónde habían acordado se topó con un lugar completamente vacío. Su corazón casi se rompe al notar que ni Paulo estaba allí, probablemente se había olvidado y lo había dejado plantando, sin embargo ver correr con desesperación a su cita en dirección hacia él le devolvió el alma al cuerpo.

— P-perdón es que no sabía que ponerme y Gonzalo es un horrible ayudante.

Lionel sonrió como si lo que había dicho el joven fuera un poema o una dedicación romántica.

— No pasa nada, el problema es que no hay nadie, ni cocinero.

— Pedimos pizza y vamos a alguna habitación, queres?

— Dale — aceptó y ambos comenzaron a caminar en dirección a la habitación del 10.

Con mucha determinación y autoconfianza Paulo abrazo a Lionel por la cintura hasta llegar a dicho lugar.

Ambos ingresaron en la habitación y se sentaron en la cama del capitán con la pizza y gaseosa en sus manos. En silencio, aún nerviosos, comenzaron a comer mientras se observaban disimuladamente.

Tiempo más tarde estaban jugando a la play muy divertidos, olvidándose que era una cita y que debían quedar bien con el otro. Al fin y al cabo ellos eran amigos, se conocían y podían saltarse tranquilamente la parte de presentaciones. No necesitaban esmerarse por dar una buena impresión.

Lionel perdió por goleada. Y como siempre reaccionó con su típico pucherito y sus brazos cruzados. Una imágen completamente tierna ante los ojos de su compañero que en esos momentos se debatía entre besarlo o no.