19 | Te conozco ➸ Griznac / ¡GRACIAS!

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PRIMERO: ¡Muchas gracias a todxs lxs que comentan y votan! Gracias por leer cada uno de los shots. Me alegra mucho que les gusten 😍💕
¡Llegamos a los 10k de vistos! (Para mi es un montón) ¡Y superamos 1k de votos! (Otro montón xD)
Como diría mi ídolo de la música:
GRACIAS TOTALES

SEGUNDO:

Este shot es para AlejandraDixonGrimes espero lo disfrutes, perdón la demora 💕

Pareja protagonista: Griznac

— ¿Dónde está Antoine?

— ¿Qué sabes de Griezmann?

— Cuéntanos todo — apuró Digne con su típica cara angelical. Claro que este de ángel no tiene nada, las apariencias engañan.

— ¿Qué mierda ha pasado? ¿Por qué a desaparecido?

— ¿Son delincuentes? — ese era el idiota Pogba con sus preguntas sin sentido — como pega el amor, eh!

— Chicos, no sé que ha pasado con André! ¿Cuántas veces deberé repetirlo? Discutimos y se fue, eso es todo lo que sé. Quizás se fue con su familia. — contesté ya harto de las millones preguntas. Me sentía culpable y si seguía hablando estaba seguro que terminaría por contar lo que en realidad había sucedido.

— Perdón, por favor. No sé que hice, no lo sé. Me deje llevar — suplique con lágrimas en mis ojos. Soy una mierda se hombre, eso seguro. ¿Quién es capaz de engañar a su novio e intentar ocultarlo en un momento así? ¿Quién engaña a su novio en su propia casa?

— Lo nuestro se termina acá. No te quiero ver más, ni a ti ni a tus falsas palabras, a tus falsas caricias. Ojalá seas feliz con ese idiota que te chupa la pija mientras yo compro todo para nuestra boda. Imbécil.

¿Cómo mierda contesto a eso? Tiene razón, me gane el premio mayor en el concurso de imbéciles.

— A mi no me mientas, ¿Qué pasó con André-Pierre? — preguntó mi gran amigo Olivier Giroud.

— Lo engañe. — suspire dejando caer una lágrima.

— El rey de los idiotas sos. Iban a casarse en dos semanas ¿Me estás cargando, no?

— No, no lo hago.

Dicho eso me retiré y me dirigí al bar de la esquina, allí dónde nos habíamos dado nuestro primer beso. No sé si fue inconciente o intencional, no sé si tuve la esperanza de encontrarlo allí o simplemente me sentía tan culpable que lo imaginé allí sentado, tomando esa bebida rosa que a él tanto le gusta.

— Deja de jugar conmigo Gignac.

— No juego contigo, nene.

— Ah, ¿No? Entonces deja de coquetearme, deja de mirarme el culo y susurrarme cosas al oído. — contestó decidido por algo que yo no lograba descifrar. ¿Me estaba pidiendo que me aleje?

— No te entiendo, pensé que te gustaba.

— ¡Qué me beses, idiota!

Bromances del fútbol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora