CAPITULO 10

4.7K 414 56
                                    

Desperté sintiendo mi cabeza como un carrusel, todo me daba vueltas. Intenté enfocar a mi alrededor, la vista borrosa no ayuda, cerré los ojos y controlando mi respiración los volví a abrir. No tan nítido como esperaba pero al menos, logré darme cuenta que me encontraba en una clase de celda.

Las muñecas me dieron un tirón, las tenía amarradas a mi espalda, la gruesa soga me lastima. Recostándome a la pared logré ponerme de pie, justo antes de que la pesada puerta traqueara y dos personas ingresaran.

-No luces muy bien. -Aquella voz femenina la reconocí al instante.

Una potente luz a sus espaldas me cegó un momento, apenas mis ojos se acostumbraron a la claridad, la tuve frente a mí, cruzada de brazos, junto a su hermano.

-Mamá me premiará por esto. -Manifiesta Darien sonriendo orgulloso.

-Me imagino que lo hará, bien por ti. -Desordena su cabello.

-Deja de hacer eso, ya no soy un niño.

-Oh no, lo sé, disculpa. -Lo vuelve a hacer.

-Sara no, me avergüenzas. -El chico mira hacia mi dirección.

-No te preocupes por él, es el menor de tus problemas. Hola Julián, nos volvemos a encontrar. -Me saluda.

-¿Dónde estoy?

-Aquí nosotros hacemos las preguntas. -Sus ojos verdes se clavan en mí. -Querías verme, soy toda tuya. -Sonríe con sarcasmo.

-Vete al infierno. -Espeto tratando de aflojar mis ataduras, no es tarea fácil.

-Qué modales son esos frente a una dama. -Se burla de mí.

-Perdón, no veo a la dama.

-Respeta a la princesa. -Su hermano me golpea en el rostro, de inmediato un hilillo de sangre brota de mi labio partido.

Sara pasa su dedo sobre la sangre, metiéndolo luego en su boca.

-Dulce. -Sonríe, lamiendo la yema de su dedo.

-No te atrevas a tocarme otra vez. -Le advierto.

-¿Qué me harás? Solo por curiosidad.

-Suéltame y te demostraré.

-Nadie entra en este lugar. -Ordena a los suyos, ignorando mi comentario. -Esta puerta no se abre sin mi autorización, no le den de comer ni beber, veremos que tanto resiste para comenzar el interrogatorio; en tres días nos volveremos a ver.

-Mamá querrá sacarle información. -Afirma el príncipe.

-Y la tendrá, todo a su tiempo hermanito.

Ambos abandonan la estancia, abrazándome la oscuridad. Las horas se hicieron interminables, la incómoda posición arratonó mis músculos, dándome un fuerte girón produciendo que cristalinas gotas de sudor se escurrieran sobre mi rostro, aumentándolo el hecho que mi herida se abrió mojando mi camiseta de sangre.

Jamás había sido capturado, me descuidé, Clane tiene razón, mi obsesión por Sara me trajo directo a las fauces del lobo, y conociendo a Gasper, no moverá ni un dedo para rescatarme, sin embargo, conozco a Pete y sé que no se quedará sin tomar cartas en el asunto, así desobedezca una orden directa del jefe.

La puerta se abrió apenas fui capaz de levantar la vista, una menuda figura atravesó, poniéndose de cuclillas frente a mí.

-¿Estás bien? -Aquella voz suave y delicada, me obligó a enfocarla bien, unos ojos celestes llenos de preocupación se encontraron con los míos.

CAZADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora