La reina sonreía intentando ocultar a los demás su incierto, mi antepasado eliminó a su padre, el vampiro más poderoso de todos los tiempos. Traquee las vertebras de mi cuello ¿Sentía temor? Sí, ante todo soy humano, y es normal tener miedo.
_ Espera. _ Sara se aproximó a mí, levantando la manga de su blusa, cortando con sus incisivos su piel, ofreciéndome su brazo. _ Bebe y no cuestiones.
El olor a sangre me golpeó como una ola, la idea me repugnó, pero confiaba en ella, aunque suene descabellado. Ante la atenta mirada de los presentes, sorbí de su sangre, su sabor metálico no me desagrado del todo, cuanto más consumía, una energía me recorría de pies a cabeza, fortaleciéndome como una inyección de adrenalina.
Mis pupilos y los demás cazadores intercambiaban miradas sin entender un ápice, solo Dyon conocía la verdad sobre mi verdadera naturaleza, él era el único de los cazadores que sabía mi secreto.
Para mi sorpresa Sara me besó en la mejilla, susurrando un "suerte" en mi oído.
_ Que conmovedor ¿Acaso huelo amor? _ Se mofa la reina.
Las piezas del rompecabezas comenzaban a calzar, sin embargo, seguía habiendo espacios en blanco. ¿Cómo sabían los vampiros nuestros movimientos? David hasta ahora entra en escena ¿Entonces quién les suministraba la información? ¿Gasper? U otra persona que supo mantenerse en el anonimato.
La reina seguía sonriendo con burla, como si supiera algo que yo no. Una persona cruzó el umbral y juro, que dejé de respirar por unos segundos, Sara abrió la boca con asombro, al igual que sus acompañantes.
_ Tiene que ser una maldita broma. _ Expresó Dyon con incredulidad.
Mi corazón se partió en mil pedazos, el dolor taladró mi pecho como un puñal que me desgarraba sin tregua. Incluso dejé que dos lágrimas se deslizaran por mis mejillas sin mi permiso, permitiéndome ver vulnerable ante el resto.
_ ¿Por qué? _ Ha sido todo lo que pude decir.
Arnold me miró fijo con vergüenza pero a la vez, suplicándome que lo comprendiera.
_ Estoy muriendo, tengo cáncer. _ Explicó, tambaleándose mi mundo, aquella burbuja en la cual, él era mi héroe, se desvaneció dando cabida al desengaño. _ Hice un trato con la reina, te entregaba y ella me daría la cura.
_ Te refieres a ser uno de ellos ¿Es enserio?
_ No lo comprenderías hijo, no estoy listo para morir.
_ No me llames hijo. _ Masculle con resentimiento.
_ Lo lamento, no te pido que lo entiendas, no estás en mis zapatos. La misma reina me convertirá, de esta forma podré vivir bajo la luz del día, continuar con mi vida.
_ Siendo un vampiro, entregando a los tuyos, has caído muy bajo Arnold.
El hombre que me crió, a quien hasta hace escasos minutos le confiaría mi vida, bajó la cabeza, pero pronto recupero su postura, asintiendo en dirección a la reina madre.
_ Prepárate a morir cazador.
_ Polonia que sea rápido por favor, es mi hijo, no deseo verlo sufrir.
_ Polonia. _ Repito, ignoraba su nombre.
_ Julián concéntrate, ella quiere destruir tus defensas, no lo permitas. _ Me insta Sara.
Miré a los míos, sus miradas de decepción y no son los únicos, si Arnold se encontraba del lado de la reina, quizás ya todas nuestras bases estarían comprometidas, nos presentó en bandeja de plata. Mis músculos se endurecieron, las venas sobresalieron de mis brazos, tense mi mandíbula, las manos convertidas en puño, chasquee los dientes, con los ojos henchidos de venganza y dolor.
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CAZADOR
VampireÉl, el mejor cazador que ha existido en su época. Los seres de la noche tiemblan al escuchar su nombre. Ella, la princesa de un largo linaje de vampiros, sanguinaria, implacable cuando se trata de matar cazadores. Un encuentro casual, una atracción...