CAPITULO 16

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Narra Clane:

-¿Me mando a llamar señor?. -Ayudado de las muletas logro mantenerme en pie.

-¿Qué sabes de Evanson? -Interroga Gasper.

Uno las cejas en una V, sin entender la pregunta.

-Siéntate por favor. -Me señala la silla en frente de mí, le tomo la palabra.

-Julián y Dyon han desaparecido. -Me informa.

-¿Cómo es eso? -Arqueo una ceja.

-Desde anoche nadie los ha visto.

-¿Han investigado?

-Lo hicimos y encontramos un dato curioso.

Me entrega un sobre de manila sellado.

-Anda ábrelo. -Me indica.

Procedo a hacerlo, adentro hay unas fotografías, abrí la boca en una perfecta O y los ojos casi se me salen de sus órbitas.

-Esa misma ha sido nuestra reacción. -Asevera Gasper.

-Es imposible, debe existir una explicación.

-¿La hay? Creo que las fotos hablan por sí mismas.

En las fotografías se puede ver a Julián y a Dyon conversando con Sara, luego yéndose con ella, a Julián lo cargan dos vampiros como si se encontrara inconsciente.

-Pudo ser en contra de su voluntad. -Los defiendo.

-Sé que Evanson es tu amigo y lo estimas, pero todo indica lo contrario, esta situación suele llamarse traición.

-Señor le puedo asegurar que esto no es lo que parece.

-Mis hombres estuvieron observando hasta donde ambos son subidos a un vehículo. Julián había bebido bien es cierto, pero el chico no, ¿por qué no se defendió?

-¿Qué quiere de mí? -Consulto sin entender mi presencia en ese lugar.

-¿Sabes algo al respecto? Talvez Julián te haya comentado sobre el particular.

-No señor, lo único que sé, es que él odia a Sara y a todos los de su clase, puedo asegurarle que aquí hay gato encerrado.

-Es una lástima señor Allen, puede regresar a su rehabilitación.

-Enviará un grupo en su búsqueda ¿Cierto?

-Sí, él y su compañero están acusados de alta traición, se les traerá para que enfrenten una corte marcial.

Callo ante sus palabras, no vale la pena gastar saliva con este hombre, sé cuánto detesta a Julián y el muy idiota ha colocado su cabeza en bandeja de oro. Sin más que decir regresé sobre mis pasos, topándome con Laminia al llegar a la enfermería.

-¿Has escuchado? -Inquiere con preocupación. Renquea y al igual que yo, se ayuda con muletas para caminar.

-Sí, pero estoy seguro que algo no encaja.

-No lo sé, comentan que las fotos son muy comprometedoras.

-Yo las vi, y te repito que, una pieza del rompecabezas no calza.

-¿Qué harás? -Me mira de forma recriminatoria.

-No me veas así, la única forma de encontrar a Julián es si salgo en silla de ruedas y no creo abarcar mucho terreno con este particular vehículo de transporte. -Digo con sarcasmo.

-Tú no. -Laminia voltea los ojos. -Habla con Ralf, sé que Arnold te ayudará también, es cuestión de tiempo antes de que llegue indagando sobre su hijo.

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