Luego de ubicarnos, me dispuse a visitar las duchas. El lugar aunque empolvado, el hecho de permanecer cerrado, le permitió mantenerse en buen estado.
Giré la manija, el agua tibia me golpeó con suavidad, relajando cada uno de mis músculos. El silencio de la estancia me hizo meditar la dirección que tomaba nuestra odisea.
Todo parecía por completo irreal, como si estuviera viviendo una aventura de un mal libro, del cual, para mí mala suerte, soy el protagonista.
Papá había acondicionado el sitio para nosotros desde antes de llegar, con la excusa de que nunca se sabría cuando sería útil. No pude ser más acertado.
Coloque la toalla alrededor de la cintura, salía cuando escuché unos sollozos, me dirigí ahí, encontrando a Sara, limpiando residuos de lágrimas apenas me vio.
_Creí que me encontraba sola. _Añade poniéndose de pie, ya que ocupaba una vieja silla. Las duchas guardaban una considerable distancia de aquí, pero mi oído logró captar, los lastimeros sonidos.
_Lo siento, me iré. _Doy la media vuelta, no es que me sintiera muy cómodo, sosteniendo una conversación casi desnudo.
_No te vayas, por favor. _Su voz sonó angustiada.
_Te parece si vamos a mi litera a cambiarme, te escucharé lo prometo. _No es que Sara fuera mi persona favorita pero comprendía el dolor que la atormentaba y no soy tan canalla.
He aprendido que los vampiros, a pesar de su naturaleza, tienen sentimientos. Lo he visto reflejado en Will, Sara y su hermano, y por supuesto, en la dulce Ofelia.
Asintió y sin más palabras caminamos lado a lado hasta arribar a nuestro destino. Abrí la puerta, ingresando ambos. Ante su atenta mirada me mudé, no es que mi desnudez le fuera del todo ajena.
_Por lo menos espero hayas apreciado mis cicatrices. _Bromeo, recordando la pequeña charla que sostuvimos en la piscina donde Carusso.
Sonrió levemente, logrando mi cometido.
_Lamento lo de Darien. _Digo con sinceridad.
_Gracias, ha sido una desagradable sorpresa. _Sus facciones muestran su decepción.
_Él no eres tu, debes pensar qué sucederá cuando se encuentren de nuevo.
_Prefería tener mi mente distraída en otras cosas por el momento.
_¿Cómo cuáles? _Arqueo una ceja.
Esperando una respuesta, sus labios capturaron los míos sin tregua, me besaba con necesidad, y aunque debí apartarla, me vi correspondiendo, otra vez. ¿Por qué su cercanía me afecta? ¿Por qué me atrae de esta forma tan desmedida? Mi subconsciente me grita que la detenga, que este juego es peligroso, y el que con fuego juega, se quema.
Mi relación con Eva era simple atracción, nunca hubo emociones de por medio, quisiera decir lo mismo de Sara, si he de ser honesto, la princesa remueve en mí, partes inexplorables de mi ser.
En un instante la tenía sobre mí, retiró su blusa con rapidez, mi organismo reaccionó como era costumbre ante su proximidad, como una maldita olla de presión.
Nos despedimos de la incómoda ropa, empezaba a recorrer su anatomía cuando tocaron la puerta.
_Julian ¿Estas ahí? _Era papá. Odiaba hacerle esto al viejo, pero pudo encontrar un mejor momento para hacerme una visita.
Sara se quedó inmóvil, intercámbianos una mirada cómplice, sacándole una sonrisa maliciosa. Con el dedo índice le indique que guardara silencio.
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CAZADOR
VampireÉl, el mejor cazador que ha existido en su época. Los seres de la noche tiemblan al escuchar su nombre. Ella, la princesa de un largo linaje de vampiros, sanguinaria, implacable cuando se trata de matar cazadores. Un encuentro casual, una atracción...