Al despertarme me sorprende la hora, cerca de las 8:a.m. jamás he dormido tan tarde, estoy acostumbrado a levantarme a las 5:00 a.m. todos los días, para hacer ejercicio y empezar el día con fuerzas renovadas.
Me estiro a mis anchas, un pronunciado bostezo me ayuda desperezarme, me dirijo hacia las duchas, me tomo el tiempo necesario disfrutando de la frescura del agua, una vez vestido, termino en la cocina muero de hambre.
Daba el último sorbo a mi taza de café, cuando recordé que hoy llegarían los refuerzos, pero de haber llegado papá me habría avisado ¿O no? Otro curioso detalle es que no me topé a nadie en el camino, mi sexto sentido me advirtió que algo no estaba del todo bien.
Recorrí todos los corredores, el silencio no hizo más que acrecentar mi incertidumbre, ¿Qué carajos sucede? Afiné mi oído percibiendo murmullos, me guíe por ellos llegando a una puerta entreabierta, al abrirla, todos y cuando digo todos, es que tanto los vampiros como los cazadores se encontraban reunidos en ese sitio. Me alegré de ver a mis colegas conversando con Arnold, después hablaría con él por no hacerme partícipe de su arribo.
_ Julián al fin te dignas a aparecer. _Me regaña Dyon, mocoso igualado ¿Quién se cree? De haberme despertado estaría aquí recibiendo a los míos.
Recorro con la mirada a la caballería, sus rostros no disimulan el descontento al estar entre tanto vampiro. Los comprendo, va en contra de nuestro lema, de nuestros principios, empero, en este momento el dicho "haz de tu enemigo tu aliado" es el más conveniente, aunque cueste aceptarlo.
Sara me observa de soslayo, me ignora continuando la conversación que sostiene con Sabanna. Su indiferencia me molesta, pero qué esperaba, actuaría igual en su lugar.
Parecía un baile de Prom en el cual tanto chicos como chicas se ubican en lados opuestos. Los vampiros a la derecha y los cazadores a su izquierda, juntos pero no revueltos. Suspiro admirando el no alentador panorama, me acerco a Ralf, cuyo moreno rostro, lo traía contraído, con el ceño fruncido. Mandrake jugaba con una navaja dándole vuelta entre sus ágiles dedos, recostado sobre la pared, analizando a nuestros enemigos con una mirada tan asesina que temí que lanzara la navaja en contra de algunos de ellos.
_ Me da gusto verte fortachón. _ Lo saludo.
Sus ojos negros se clavan en mí, un hilo de sudor recorre su mejilla, se puede notar la tensión que lo recorre, chasquea los dientes, en clara desaprobación por nuestros invitados, pero él sabía muy bien a lo que venía, así que tendrá que acostumbrarse como nos tocó hacerlo a Dyon y a mí.
_ ¿Cómo lo resistes? _Comenta con el rostro ensombrecido.
_ Créeme no ha sido fácil.
Megan me sorprende con un abrazo, siento la verdosa mirada de Sara sobre nosotros, pero lo disimula respondiendo a una pregunta que le hace Arnold.
_ Solo vine porque se trata de ti, puedes explicarme esta locura.
_ Es todo un circo lo sé, luego tendremos una larga charla con el equipo para ponerlos al tanto de los pormenores.
_ Han llegado tarde. _ Pronuncia Sara amenazante. _ Se suponía estarían aquí a primera hora. _ Les reclama.
_ ¿Y cuál es el maldito problema princesita? _ Sammy da un paso al frente, acariciando el arma que lleva en su funda.
_ Señoritas por favor, paz y amor. _ Intento bromear, pero las dos me acribillan con la mirada.
_ Sammy. _ La sostengo del brazo, dándole un leve apretón.
_ Lo siento, no creo poder, ha sido una mala idea. _ Confiesa.
_ Te necesitamos, es por un bien común.
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CAZADOR
VampireÉl, el mejor cazador que ha existido en su época. Los seres de la noche tiemblan al escuchar su nombre. Ella, la princesa de un largo linaje de vampiros, sanguinaria, implacable cuando se trata de matar cazadores. Un encuentro casual, una atracción...