EPILOGO

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Dedico este capítulo a KiaMendess gracias por tu preferencia y tus comentarios, me encanto leerlos.

Me alejé de todo y de todos, Arnold murió en la cárcel, solo y abatido por el arrepentimiento, cuando agonizaba pidió mi presencia, estuve tentado a no ir, pero le debía mi vida al viejo. Me pidió perdón y me rogo que lo comprendiera, que jamás quiso lastimarme, y lamentaba haberme decepcionado. Esa misma noche falleció, en su funeral solo Dyon, Clane y yo, participamos, y como en las películas llovió como si solo el cielo fuera capaz de derramar alguna lágrima por aquel hombre que traicionó a los suyos por una cura siniestra.

Resulta que Arnold me heredó, recibí dinero suficiente para no trabajar el resto de mis días, y una casa de campo en Carolina del Norte. La pregunta ¿Por qué a mí? Me calaba con fuerza, yo lo entregué a las autoridades, sin embargo, a veces quiero pensar que Evanson de verdad me apreciaba o quizás fue una purga por sus pecados.

Me encontraba en el patio trasero, asando carne, sí, oyeron bien, asando carne. Adopte un perro de raza labrador llamado Gasper, comprenden la ironía. Dyon sonreía hablando amenamente con Sabanna, que gracias al suero, pudo ser humana de nuevo. Jamás los había visto tan felices juntos, existía química entre ambos eso era obvio, y ahora tenían la oportunidad de conocerse mejor y dar el siguiente paso.

_ Julián se está quemando el asado. _ Me gritó Clane apoyado de su bastón.

No me daba cuenta por estar observándolos y alegrándome por ellos.

_ ¡Carajo! _ Exclamó retirándolo y colocándolo a un lado.

_ Que fracaso eres como cocinero. _ Se mofa Sara, recostada a la pared.

_ Te diviertes Reina Mía.

_ Mucho, los humanos son tan.... Cómicos en ocasiones.

_ Que dicha que te resulto cómico. _ Pongo los ojos en blanco, tratando de rescatar lo que queda de la carne.

Ralf, Megan, Antony, Johann, Sammy, y Will, están aquí para rememorar a nuestros caídos aquel fatídico día. Ha pasado ya un año desde la muerte de Polonia, pero para mí parecía que fuera ayer. Abraham se disculpó, asuntos de la base lo apremiaban, volvió a la acción apenas supo sobre la nueva amenaza.

Las relaciones entre cazadores y vampiros marchaba viento en popa, resulta que Sara modificó las antiguas leyes, controló a los suyos so pena de muerte si desobedecían, pronto se firmaría un acuerdo de paz entre ambos bandos, y trabajarían juntos para eliminar una nueva plaga llamada licántropos, que recientemente hacían estragos en la ciudad.

Pocos conocían mi relación sentimental con la princesa, perdón me corrijo, la Reina, solo los presentes y ellos no lo dirían a nadie.

_ ¡Listo! _ Sirvo la bandeja humeante con el asado.

_ Carne carbonizada. _ Se mofa Dyon.

_ Cállate chico y come, la próxima tanda la cocinas tú, yo renuncio. _ Me quito el delantal, tirándolo al suelo. Se escuchan risas aisladas, me uno a ellos, lo admito la cocina y yo no nos llevamos.

Clane vino a pedirme que me incorporara a los cazadores de nuevo, para pelear esta vez, en contra de los hombres lobo, pero no me apetece, al fin encontré paz en mi corazón, y tenía a mi lado a la mujer que amaba, aunque contradictoriamente resultara ser un vampiro.

Almorzamos entre bromas y risas, se sentía bien compartir con mis amigos. Al atardecer uno a uno se fueron retirando al hotel donde se hospedaban, mañana partirían a primera hora. Dyon y Sabanna ingresaron a la casa tomados de la mano, ellos se quedarían conmigo unos días más, lo cual agradecí.

El sol se ocultaba, admiraba su grandeza, un óvalo color naranja diciendo adiós, dándole la bienvenida al anochecer.

Sara se aproximó a mí, me abrazó por la cintura, mi brazo la recorrió por el hombro.

_ Hermoso cierto. _ Pronuncia ella mientras los tonos pasteles se convierten en oscuridad.

_ No tanto como tú.

_ Oh vaya, un Julián romántico eso es novedoso.

_ Soy una caja de sorpresas.

_ Debo regresar en dos días. _ Me hizo saber.

_ Tan pronto. _ Se apagó mi sonrisa.

_ Sí bueno, deberes de reina, ya sabes, lo común.

_ ¿Cuándo nos volveremos a ver?

_ En un pestañear, no te será tan fácil deshacerte de mí.

_ Eso espero mi Reina.

Me fui acercando a ella, buscando sus labios, aquel conocido cosquilleo me invadió apenas posé mi boca sobre la de ella, hundiéndonos en un profundo beso, uno con el poder de quebrantar mis defensas.

Nuestro amor es prohibido, y en cierta forma, peligroso, pero yo Julián Val Hening, me entrego a la única mujer dueña de mi corazón, somos una pareja dispareja, ¿Quién dijo que la relaciones normales son divertidas? La luna y las estrellas atestiguan nuestra mutuo amor, hasta la próxima vez.

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Gracias a todos por leer mi historia, por su votos y comentarios, y también agradezco a los fantasmitas, por sumar lecturas a mi novela.

Hasta aquí llegó Cazador, con altibajos, la despubliqué en el 2018, la volví a publicar, de nuevo la descontinué, pero al fin logré terminarla.

Les cuento que seguiré con Híbridos, les dejaré en la siguiente página, la portada y la sinopsis para que se pasen, quizás les guste.

Muchas gracias terrícolas, un abrazo fuerte desde Costa Rica.

CAZADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora