Desastre

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- ¡Apurate, Nagisa, o llegaremos tarde al entrenamiento!- chillo mientras corremos hasta la alberca techada de Samezuka.

Sino hubiéramos tenido que ir a casa del rubio a sacarlo, literalmente, de la cama, no estaríamos corriendo. A este paso llegaremos cansados al entrenamiento, aunque no es que me entusiasme la idea de ver a Rin.

-¿por qué no tomamos el metro?- chilló Nagisa entre jadeos.

- no te quejes, Nagisa. Además tu casa queda serca de Samezuka, era más rápido así y correr nos cirve de calentamiento- le responde el peliazul tomándolo de la mano.

Como se nota que Rei estaba en atletismo...

- y-ya llegamos- aviso bajando la velocidad, tomo una bocanada de aire y abro las puertas - vamos directo a los vestuarios, no hay tiempo que perder-

- ¿por qué tan tarde?- pregunta Kou mientras nos segue a los vestidores - ¡en dos minutos comienzan el entrenamiento!- nos reprende.

- según mis cálculos, es tiempo de sobra, Kou chan- informa Rei sacandose la chaqueta de Iwatobi.

- s-solo apurence- un resaltante sonrojo crece en su rostro al vernos sin chaquetas.

- Makoto...- llama el peliazul - ¿podemos hablar un segundo?- pide terminando de colocarse el traje de baño. Yo asiento.

- ¿que pasa?- adorno mi rostro con una sonrisa.

- sin importar lo que diga... No escuches lo que te diga Rin- advierte en un susurro que hace que cada bello se erice por su aliento en mi oreja.

- ¿por qué dic...-

-shh...- coloca su pulgar en mis labios, rosandolos - después te explico- da una palmada en mi espalda y deja los vestuarios.

- ¡Mako chan! Vamos- chilla Nagisa desde la puerta - ya están empezando- cierra la puerta dejándome solo con mis pensamientos.

Doy unas cuantas palmadas en mis mejillas en un intento por sentrarme en el entrenamiento, no es tiempo de pensar que significó ese acercamiento o siquiera si significó algo para él pelinegro porque, para mí, fue como rozar el cielo.

Los alegres gritos del rubio resonaban por todo él lugar, sin lugar a dudas le animaba ver a Nitori de nuevo, aunque eso fastidiara un poco a Rei.

Sonreí ante mi pensamiento.

Estoy empezando a creer que Rei nunca cederá y le dirá sus sentimientos a Nagisa, aunque no hay que ser muy listo para darse cuenta cuando se anda muriendo de celos por verlo tan animado con otro que no sea él.

- ¡Makoto!- rugió Rin - ¡Te toca!- me tomó por él ante brazo y jaló de mi hasta él borde de la alberca- se supone que eres capitán, comportate como tal- dijo entre dientes, soltó su agarre bruscamente y se fue a un rincón con Haru.

Mi sangre rápidamente comenzó a arder al ver como lo abraza por la cintura. Giré a ver a Sousuke a mi lado, su rostro refleja dolor pero, no exactamente por su hombro. Sus ojos no se apartan ni por un segundo de Rin y Haru, ¿podrá ser que....? No, lo dudo mucho. Sousuke no es de ese tipo.

Ambos nos colocamos los gogles y tomamos nuestras posiciones. Al terminae la vuelta, con nuestros peores tiempos a decir verdad, nos dirigimos directamente a ellos, Sousuke se llevó a Rin a otro rincón aún en contra de la voluntad del pelirrojo y yo me quedé allí con Haru.

- ¿teniás una explicación?- forzo una sonrisa amable - me encantaría escucharla- termino entre dientes.

En realidad lo único que quiero es que no esté con ese maldito, quisiera partirle la cara y...

Destinados ( MakoXHaru) D1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora