Examen

396 32 12
                                    

- No estés nervioso, Makoto- dijo Nagisa a través del teléfono - estoy seguro que pasaras- aseguró en tono chillón.

Lleva cerca de 15 minutos tratando de calmarme, sin éxito alguno. ¡¿cómo piensa que me calme si hoy serán los exámenes de ingreso?!

- si te tensas así, te será más difícil- obvió Rei.

- tus comentarios me preocupan más, Rei- confesé nervioso.

- ¡Ah, l-lo siento Makoto Senpai!- exclamó apurado.

Negué lentamente con una sonrisa, como si estuviera hablando con ellos frente a frente.

- uhm, está bien- aseguré viendo a Haru con la atención centrada en el estudio.

O eso pensaba hasta que alzó una pequeña nota:

"Si no cuelgas ya, no tendrás tiempo de repasar lo que estudiaste. Además, últimamente hablas más con ellos que conmigo"

Sonreí al notar los claros celos en esa nota.

- lo siento, tengo que dejarlos- me disculpé soltando un largo suspiro y sonriendo a mi chico.

-¡SUERTE!- gritaron al unísono casi dejándome sordo.

- gracias- sonreí alegre.

Me hace feliz sentir el apoyo de ese par, aunque me encantaría poder tenerlos a mi lado, aunque tuviera que interceptar las tacleadas de Nagisa.

- no sonrías tanto...- murmuró mi chico sin apartar la vista del libro.

-¿por qué le prestas más atención al libro que ha mi?- repliqué imitando sus celos.

- sabes que no es verdad- murmuró elevando la vista- ven- pidió palmeando el lugar a su lado.

Con el sueldo de la guardería y el hábito de escatimar en gastos, habíamos ahorrado lo suficiente como para comprar un par de sillas y una lámpara de escritorio que, a falta de uno, colocamos en la barra que utilizamos a manera de uno.

Me senté en la silla y clavé los ojos en los suyos, que se suavizaron después de un par de segundos. Colocó una de sus manos en mi mejilla, acariciando de forma tierna con una leve sonrisa en su rostro.

Después del par de meses que llevamos juntos, se a vuelto un poco más blando y su expresión fría a ido cediendo de a poco.

- ¿q-qué ha...- mi voz fue ahogada por sus labios atrapando los míos.

Nuestras lenguas bailaron entregándose al ritmo de la lujuriosa pasión, tanto que pronto el pelinegro ya se encontraba en mis piernas. Nos separamos un poco y unimos nuestras frentes, las respiraciones agitadas se funcionaron en una sola y nuestros ojos pactaron silenciosamente lo que haríamos.

Pasé las manos por debajo de su playera, recorriendo cada uno de sus músculos terminando por despojarlos de la tela.

Solté un pequeño gemido al sentir su lengua humedecer el beso que está dando en mi cuello, terminando por morder ligeramente la zona.

- h-haru... Eso dejará marca- reclamé.

-¿te avergüenza?- preguntó viéndome expectante.

- no- negué rápidamente - sólo que... Quería dar una buena impresión- admití.

-¿estar marcado por tu novio es dar mala intención?- cuestionó alejándose un poco.

- n-no es lo que quería decir...- deposité un casto beso en su cuello a manera de disculpa.

El sólo suspiró, alzó mi rostro y unió nuevamente nuestros labios en un hambriento beso.

Apunto de dejarme llevar por sus caricias y el calor de su cuerpo, salí de nuestra pequeña burbuja de intimidad al escuchar la molesta alarma de mi celular.

Destinados ( MakoXHaru) D1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora