No lo necesitas

503 60 1
                                    

NARRA MAKOTO

Comencé a guardar mis cosas en la mochila, quiero tenerlo todo listo para cuando llegue Kisumi de sus clases. Si me voy ahora, estoy seguro de que se preocuparía.

El sonido de la puerta abriéndose anunció la llegada del que tanto anseaba.

- ma-ko-to- saludó en tono juguetón. -¿y esas mochilas?- las observó con cuidado.

-no quiero seguir siendo una carga- tomé la mochila y la posé sobre mi hombro, listo para despedirme. - he resuelto las cosas con Haru- Sonreí.

- pero...- dudó un poco- ¿no cree que no lo necesitas?- sus ojos reflejan tristeza y algo de esperanza.

- si no lo hubiera conocido, probablemente no seria como lo soy ahora y, si, cuando no estoy con él- puse la mano derecha en el lugar donde va el corazón y sujete mi camiseta con fuerza- siento... Como si me faltara algo- Sonreí nostálgico al recordar todos los momentos juntos.

- entiendo... Pero- se mordió el labio nervioso- ¿me dejarás con esa sensación a mi?- su pregunta me desconcertó completamente.

- k-kisumi...- la sonrisa automaticamente se borró de mi rostro, no se que decir.

- olvidalo, ¿si?- sonrió con tristeza y las mejillas sonrojadas- hable de más.- pasó el brazo por mis hombros- solo... Piensa bien en lo que vas a hacer.- pidió, yo asentí.

No se muy bien que hacer, creo que lo mejor será quedarme hasta que llegue el día en que acordamos que volvería, a fin de cuentas, solo faltan dos días más, ¿qué podría pasar?

Dejé caer la mochila del hombro a mi mano, sonreí nervioso y la devolví a la cama. Al ver lo que hacía, los ojos de Kisumi, automáticamente, comenzaron a brillar llenándose de la alegría habitual.

- gracias, Makoto- este vez sonrió de verdad, me abrazó repentinamente haciendo que perdiera el equilibrio y calleramos ambos a la cama.

- k-kisumi- chillé poniéndome cada vez más rojo por la situación.

- lo siento, solo...- hundió el rostro en mi cuello - estoy felíz- su aliento choca contra mi piel haciendome estremeser.

- kisumi...- palmeo su espalda y sonrío, me alegra que se haya animado - vamos, tengo que sacar las cosas de la mochila- me excusé para que se levantara.

- ah, si, ¿te ayudo?- se levantó y me extendió la mano para que lo hiciera también, como yo hago con Haru cuando estamos nadando.

- no, está bien así- Sonreí tratando de calmarme.

Creo que no fue tan buena idea...
Si hubiera pensado en lo que me esperaba, definitivamente no me hubiera quedado esos dos días.

- Makoto, despierta- una alegre voz susurró a mi oído.

Lentamente abrí los ojos, parpadee varias veces hasta que se acostumbraron a la luz que se cuela por las cortinas. Giré a mi derecha al sentir un peso sobre la cama, Kisumi está a mi lado con una sonrisa en su rostro y mi uniforme sobre las piernas. Rápidamente me aparté un poco por el susto, no pensaba que nuestros rostros estuvieran tan juntos.

- hola...- saludé, mi voz se olle un poco ronca- ¿qué haces aquí?- Sonreí.

- vine a despertarte- dijo como si fuera lo más obvio del universo y colocó el uniforme ensima mío, tapandome un poco el rostro con una de las mangas.- cambiate, tienes siete minutos o me harás llegar tarde a mi también- informó y salió del cuarto con una gran sonrisa, antes de cerrar la puerta se giró y guiñó un ojo.

Negué rápidamente tratando de ordenar mis pensamientos. Kisumi estaba sentado en cuclillas a un lado de mí en la cama, probablemente me vio dormir un par de minutos antes de despertarme, me trajo mis cosas y piensa acompañarme a Iwatobi, de nuevo, y los más importante, ¡me despertó susurrándome al oído!
pero, ¿qué está pasando aquí? Esto no es ni medio normal, ya, Kisumi puede ser, algunas veces, atrevido, juguetón y, de cierta forma, cariñoso. Pero, esto es un poco... Fuera de lo común, ¿o me equivoco?

Negué nuevamente y tomé mis cosas, me dí una ducha rápida, aunque me hubiera gustado quedarme bajo el chorro de agua pensando en que me esperarían estos dos días, salí en toalla del baño encontrándome con la mirada de Kisumi que me escaneaba cada rincón de mi cuerpo como si se tratace de una madre revisando que su hijo lleve el uniforme limpio el primer día de clases. Sentí como automáticamente mi rostro y orejas enrojecieron, ¿no conoce lo que es privacidad? Y lo más importante ¿qué hace aquí si todavía me quedan cuatro minutos?

Tomé lo más rápido que pude el uniforme de la cama y volví al baño a colocarmelo, una vez listo y las palpitaciones de mi corazón en orden, salí nuevamente Encontrándome con la enorme sonrisa y ligero sonrojo en su rostro.

- ¡ki-kisumi,¿no podías avisar que estabas aquí?!- pregunté en un chillido terminando de acomodarme la corbata.

- pero, si lo hubiera hecho, no tendría la oportunidad de ver algo tan...- se mordió el labio inferior- lindo- se limito a decir, aunque en sus ojos se reflejaba... ¿deseo?

- bueno, ya paso- tomé la mochila de al lado de la puerta y palmee su hombro- vamos, se hace tarde- sonrió y me siguió el paso a Iwatobi.

Terminamos corriendo las ultimas cuadras de la estación a Iwatobi, llegué justo al timbre al salón. Pasé la mano por mi rostro secando las gotas de sudor que brotaban de él, esta haciendo mucho calor ahora que hemos entrado a primavera, me senté en mi lugar habitual siendo seguido por las miradas de todos mis compañeros, es la primera vez que llego tarde, sobre todo esos ojos azules que tanto me gustan.

- Makoto...- llamó en un murmuro.

- no pude irme...- informé- en el descanso te doy los detalles...- saqué el cuaderno de la mochila, me dispuse a prestar atención a la clase de Ama sensei, después de ver como ese negro y lacio cabello se mecía con el asentimiento de Haru.

- no puedes seguir allí- replicó -... No quiero que estés con él...- murmuró apenas audiblemente.

Elevé una ceja, ese murmuro encendió mi curiosidad totalmente.

- él... En la secundaria se la pasaba hablando de ti y...- desvío la mirada nervioso, pensó un buen rato que palabras utilizar, hasta que por fin lo dijo- le gustabas, bueno...- rascó su nuca- gustas...- busque su mirada - simplemente, no quiero que estws más con él, yo conozco más a Kisumi que tu y puede llegar a ser muy impulsivo no quiero que te ena...- cortó sus palabras de golpe- moleste, ¿oiste?- corrigió.

- claro- Sonreí de verdad, es muy tierno cuando se pone celoso - pero... No quiero lastimarlo más- sus ojos se abrieron de par en par- él... Dijo "cuando no estoy contigo, siente que algo me falta"- cité cambiando algunas partes, no quiero que se entere que en realidad lo dije yo y Kisumi solo concordó conmigo.

- y-ya veo...- se levantó ligeramente del suelo para acomodarse un poco más cerca mío - ¿ por qué tienes que ser tan amable con todos, Makoto?- susurró a mi oído en uno triste.

Mi corazón se achicó por un momento al escuchar ese tono tan poco usual en él, lo estoy volviendo a lastimar y es por culpa de no poder decir "no" y querer compezar y alegrar a los demás a mi alrededor.

- Haru...- fue lo único que salió de mis labios en ese momento.

Casi por inercia, me puse en cuclillas y me abalancé contra él tomándolo desapersivido, ambos caímos al duro y caliente suelo de la azotea quedando yo arriba de él, aprisionándolo. Sonreí.

- yo...- nuestras miradas se encontraron, la de él sorprendido y yo tan sereno - solo...- la vergüenza me invadió rápidamente haciéndome entrar en razón - l-lo siento...- rodé a un lado quedando acostado a un lado de él, nuestros brazos se rosan sin cuidado alguno, nuestros dedos se entrelazan y por fín nuestras manos se unen. -Haru...-

- yo también te amo, Makoto- esas cinco palabras casi inaudibles bastaron para que mi corazón latiera como un loco.

En ese preciso momento, no solo nuestras manos se unieron, también lo hicieron nuestros cuerpos en un cálido e inolvidable abrazo.

Destinados ( MakoXHaru) D1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora