Destinados ( MakoXHaru) D1

La espera

Narra Haru

- si no hubieras ido a abrir la puerta, como te dije, esto no estaría pasando- recriminé serio a Rin.

- no es mi culpa que haya entrado por detrás, esa fue su decisión y estas sus consecuencias - la naturalidad con la que habla me enfurece cada vez más.

- ¿ no te bastaba con haber provocado el accidente esa vez? - rugí impasible - si no fueras tan idiota he insistente el no hubiera estado en coma un mes ni estaría ahora mismo en esa cama inconsciente- dije señalando el pasillo del hospital por donde se habían llevado a la persona más importante para mí.

- otra vez hechandome la culpa... Te recuerdo que él que me invitó a su casa hoy fuiste tú y él que continuó él beso aquella vez fuiste tú- con cada palabra iba alzando más la voz, cada acusación venia acompañado de un leve empujón.

- ¡ Rin- chan, Haru- chan!- me giré rapidamente ante él chillido de Nagisa.

- es un hospital- nos reprendió Rei callando al rubio. - si van a discutir haganlo fuera, Haruka senpai- me miró serio y después a Rin.

Tomé fuertemente al pelirrojo por la muñeca y lo jalé hasta fuera del hospital con todas mis fuerzas. Una vez fuera lo estampé contra él muro cerca de la puerta. No puedo contener más la rabia que crece en mi interior.

Quiero que Makoto esté bien, no se merese estar en esa cama, ese debería ser yo. Yo debería estar allí, por no haber detenido a Rin esa vez, por no ir tras él de inmediato cuando me dí cuenta de que estaba viendo, por ignorarlo a causa de mis estúpidos celos, por... Por...

Agarré sin ningún cuidado el cuello de la camisa del pelirrojo y lo separé un poco de la pared solo para azotarlo contra ella una vez más.

- ¿ por qué no lo puedes dejar fuera de esto? Al que quieres es a mí, no necesitas lastimarlo a él- dije elevando el tono de mi voz.

- ¿ eso significa que si lo dejo, me escogerás a mi?- dice en tono fanfarrón.

Maldito aprovechado, lo hace solo porque sabe que haría lo que tenga a mi alcanze por él.

- de todas formas ¿ qué esperas? Él no recuerda lo que ha pasado entre ustedes- agrega sonriendo triunfal.

Piensa que ha ganado, pero no le daré él gusto. Aunque, por una parte, tiene razón, no se si recuerda lo pasado o si eso le despierta algún sentimiento. Puede ser como si nada hubiera pasado, que le avergüenze o simplemente no lo acepte.

Una ligera precion se fue apoderando de mi pecho poco a poco, pensar en aquellas posibilidades me han dejado en medio de un mar de inseguridad y miedo, miedo a perderle, miedo a que todo cambien y él tiempo no sea capás de reparar las cosas.

- si lo dejas en paz...- un nudo se apoderó rápidamente de mi garganta. No quiero decirlo. - tal vez tengas una oportudidad- finalicé por lo bajo.

De un momento a otro nuestros rolles cambiaron, ahora yo soy él que está atrapado contra la pared. No se cuando pasó, sus manos presionando mis muñecas fuertemente contra la fría pared, su rostro a escasos centímetros del mío y nuestras piernas entrelazadas. Ya lo único que me importa es Makoto.

-¡ Haruka senpai! - gritó una voz familiar. - ya podemos entrar- giré rápidamente a ver al peliazul.

Con solo esas tres palabras mi cerebro se despertó. Empujé lejos de mí al pelirrojo y corrí adentro seguido por Rei que comenzó a darme indicaciones de por donde ir a su habitación. Al entrar por fin en ese blanquecino y triste cuarto, lo vi acostado tranquilamente en la cama de hospital con Nagisa sentado a un lado de la cama en una silla para las visitas.