Ceremonia

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No pude dormir en toda la noche, al final terminé observándolo dormir tan tranquilamente. Al parecer estar a mi lado lo calma un poco.

- Makoto...- me llamó con la voz ronca.

Aún está un poco adormilado, se ve tan tierno con esas ligeras ojeras y los ojos entrecerrados... Pensé mientras sonrio como un idiota.

- ¿pudiste dormir un poco?- preguntó al despabilarse un poco.

- a decir verdad... No- susurré más para mi que para él- p-pero estoy bien, así que no tienes de que preocuparte- aseguré rápidamente.

- como digas...- se levantó- vamos, tenemos que cambiarnos- su voz sigue siendo ronca y algo adormilada.

Asentí, me levanté y tomé mi ropa. Tomé una ducha rápida, dejando la bañera libre para que el pelinegro pudiera relajarse un poco antes de la ceremonia. Al terminar de acomodarme el saco, baje a la cocina encontrandome con el pelinegro cocinando solo con un delantal y el pantalón de vestir puestos.

- uhm, Makoto- se giró y extendió la sartén en mi dirección- ¿quieres?- preguntó aun removiendo un poco el huevo frito con caballa.

- c-creo que...- puse la corbata en mi cuello - aceptaré solo el huevo- sonreí a manera de disculpa.

- como quieras, más caballa para mi- dejó la sartén en la estufa. - ven- tomó las puntas de mi corbata y la anudó- listo...- murmuró.

- gracias- sonreí tomando sus manos- no sabia que usabas corbatas- solté una pequeña risa.

- e-en realidad no pero...- desvío la mirada- hoy estoy obligado a usarla...-

- cierto- me acerqué un poco - aunque no necesitas traje para verte guapo- susurré en su oido.

Al separarme un poco, noté como un leve sonrojo aparece en sus mejillas poco a poco. Después de unos segundos, volvió a prestar su atención a la cocina. Por mi parte, me senté en la mesa ya que el ojoazul no dejaba que le ayudase.

- gracias por cocinar para mi- sonreí pasando un brazo por su cintura.

- tu... Lo has hecho varias veces por mi, queria corresponderte- aflojó un poco su corbata.

- Haru...- reprendí con una leve sonrisa.

A lo largo del camino ya se ha aflojado la corbata y desabotonado los primeros botones de la camisa unas cinco veces, el mismo numero de veces que hemos tenido que parar para que volviera a poner las cosas en su lugar, recibiendo quejas de su parte.

- pff, como quieras- volvió a ajustar la corbata- aunque nisiquiera hemos llegado-

- lo se, pero ya casi llegamos- dije señalando con la mirada la escuela Iwatobi.

Llevamos doce años en la misma escuela, siempre hemos estado juntos y al terminar la graduación, a pesar de no volver a compartir escuela, seguiremos juntos y lo estaremos más que nunca. Estaremos juntos en nuestro propio lugar, nuestro hogar. Él ya no vivirá solo y yo estaré solo con la persona que amo, claro que de vez en cuando iré a visitar a mis queridos hermanitos, pero la mayoría del tiempo la pasaremos en nuestro pequeño refugio.

De un momento a otro, sentí como me picaban suavemente la pierna.

- Makoto...- me gire a ver a Haru al lado mio- ya te toca...- susurró.

Me levanté al escuchar mi nombre y fui a paso firme al escenario donde me darían el certificado, lo tomé e hice el recorrido saludando a cada maestro terminando el recorrido con Ama sensei. Al volver a mi lugar junto a Haru, él me recibió con una leve sonrisa, a la que correspondí y al sentarme le besé la mejilla.

- ¿nervioso?- preguntó viendo al frente.

- u-un poco...- mis mejillas están ardiendo.

- tranquilo, lo hiciste bien- tomó mi mano firmemente.

Eso siempre hace que me sienta seguro, es un poco extraña la forma en la que con un gesto tan pequeño pueda sentirme con las fuerzas necesarias para hacer cosas que nunca pensé hacer, como haberme enfrentado a Rin.

Estar con él me da fuerzas y, a la vez, me otorga una paz increíble a pesar de su mirada fria y tono de voz seco que utiliza normalmente, pero cuando es tierno me alegra aun más estar con él. No digo que no me guste como es habitualmente, solo que me alegra ser la unica persona que lo ve en sus momentos más sencibles y tímidos.

- Koto... Makoto...- alguien tiró de mi firmemente, levantándome a la fuerza de la silla.

-¿H-haru?- elevé una ceja confundido.

- ya a terminado pero...- clavó los ojos en la entrada - él está aquí.- susurró entre dientes.

Al principio no comprendí sus palabras, pero al ver a Kisumi justo donde sus ojos veían lo comprendí de inmediato. Es mejor evitarlo que confrontarlo, si lo hiciéramos no se lo que Haru sería capáz de hacer. No quiero que mi mejor amigo y mi chico se muelan a golpes.

- vamos por la puerta trasera del treatro- sugerí recibiendo un asentimiento en respuesta.

- aunque... Preferiría dejarle en claro quien está contigo...- murmuró sin dejar de caminar a la salida.

Correriamos de no ser que, de esa forma, llamaríamos la atencios de la mayoría de los que quedan en el lugar.

-¿p-por qué vino?- pregunté evitando mirar atrás.

Siento su mirada penetrarme la nuca, es la primera vez que él me provoca que mi piel se ponga de gallina. No logro organizar las ideas en mi cabeza, estoy huyendo de uno de mis amigos de la secundaria. Ni siquiera tengo un motivo real para hacerlo, siempre ha sido amable, divertido y considerado, ¿ por qué Haru le tiene tanto desprecio?

- Haru...- le llamé dudando un poco, él clavo los ojos en los mios.- ¿por qué... te desagrada Kisumi?- pregunté cerrando los ojos fuertemente.

- cuidado- tiró de mi - no cierres los ojos mientras caminas- advirtió en tono serio.

Al parecer no quiere hablar del tema, será mejor no insistir. No quiero tener una pelea con él por algo sin importancia.

Salimos del teatro y fuimos a salida principal de la escuela, ocultandonos con los edificios de la escuela para que fuera más dificil que nos encontrase. Al final pudimos salir sin que nos siguiera el rastro y decidimos ir a una cafetería que quedaba no muy lejos de allí.

- Makoto- elevé la vista mientras tomaba un sorbo de mi malteada -  Kisumi... No es totalmente lo que parece- evelé una ceja confundido - puede parecer alegre pero... Puede llegar a ser un poco extremista- explicó.

-¿cómo estás tan seguro?- cuestioné dejando el vaso en la mesa - ¿l-lo has visto?- un nudo comienza a crecer en mi garganta.

- lo... Pude notar una de las veces que hablé con él en el salón- Murmuré - pensé que sería mejor que lo notaras por ti mismo- acomodó un mechón de cabello tras su oreja.

- quiero que... Me cuentes- pedi dudando un poco.

No se si me guste lo que vaya a escuchar pero se que Haru no me mentiría y si lo intentara me daría cuenta.

- estabamos solos en el salón y...- aclaró su garganta - me empujó tirandome al suelo y se sentó ensima mio mientras pedía que me alejara de ti- su voz no perdió la frialdad habitual.

- y-ya veo...- desvíe la mirada nervioso- pero...- menee un poco la bebida con la pajita- ¿ no te hizo algo?- pregunté confundido - digo, nunca te alejaste de mi...- Murmuré sonrojandome.

- solo... Digamos que tuve que soportarlo un poco- se encogió de hombros, restandole importancia.

Destinados ( MakoXHaru) D1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora