Al fin tenía otra noticia importante, llevaba un tiempo sin conseguir nada interesante para la gente. La necesitaba, una reportera necesita cosas que llamen la atención y tristemente la atención tampoco dura demasiado. Las noticias nacen con una temprana fecha de caducidad. Un día tú noticia esta en las portadas de todos los periódicos y al día siguiente nadie la recuerda. Vivimos en un mundo donde las primicias no se han terminado de escribir y ya se están olvidado y eso yo lo entiendo muy bien.-Nami, tengo que irme a la entrevista. Nos vemos esta noche en el bar. - le indico. Ella sonríe y asiente con la cabeza.
Salgo de casa como todos los días. Pero este no era un día más. Era el primer día del resto de mi vida. Puede sonar extraño pero había algo que yo no sabía. Y es que todo lo que iba a hacer hoy cambiará el trascurso de la historia. De mi historia.
Llegue a mi destino. Uno de los principales rascacielos de la ciudad. El despacho de Roronoa Zoro estaba en la planta más alta. Esta era la sede de su gran empresa, de su gran imperio. Sonrio. El edificio es hermoso y muy moderno lleno de ventanas. Antes de entrar sé que es muy luminoso.
-Nico Robin.
Nada más entrar me di cuenta de que la secretaría me estaba esperando, supongo que es normal, esta es una de las empresas más importantes del país y como tal se tiene que controlar todo al milímetro.
La secretaria tiene el pelo ondulado y rosado, su tono de voz es un tanto molesto por lo agudo que es
-La esta esperando, venga conmigo por favor.
Sin más ella me guío hasta al ascensor aunque ninguna de las dos hablaba. Yo simplemente estoy repitiendo en mi cabeza las preguntas que quiero hacer. Siempre puedo sacar la libreta donde las tengo todas apuntadas pero eso a veces me resulta poco profesional. Él ascensor para en la planta numero 25 pero se que es no es mi destino. La chica se baja y antes de que las puertas se cierren vuelve a hablar.
-Mi nombre es Perona, por si en otra ocasión me necesitas- dice ella con una gran sonrisa que yo le devuelvo. Las puertas vuelven a cerrarse para no abrirse hasta dentro de 30 segundos que son unas 20 plantas más. Cuando por fin llego al despacho me quedo un poco hipnotizada por las vistas, es amplio con los muebles en negro. Dos grandes sofás de cuero con el mismo color y una mesa enorme de cristal pintado nuevamente negra, mas allá de la mesa hay una silla de despacho que luce bastante cómoda. Pero lo que más me hipnotiza es el paisaje. Detrás de la silla de despacho es como si no hubiera pared, enteramente es un cristal que muestra las vistas de toda la ciudad, esta es la planta más alta después de la azotea asi que no me sorprende que las vistas sean tan impresionantes, creo que si se abriera una ventana se notaría que el aire es mucho más puro aquí arriba. Escucho como las puertas del ascensor se abrirse pero no me muevo. Continúo contemplado el horizonte.
Y es entonces cuando lo noto... siempre he pensado que las personas desprendemos energía que pueden detectar otras personas. Y sin duda estar hombre tiene bastante energía. No lo he mirado y ya sé que esta aquí, el bello de los brazos se me eriza. Noto su mirada en mi espalda. Cuando me doy la vuelta mis ojos se clavan en los suyos. Y ya no hay más. Simplemente nos quedamos así en silencio. Es como si el tiempo se parara para permitirnos contemplarnos. Normalmente se que piensa una persona cuando la miro a los ojos pero con él es más difícil. Sus orbes negras no muestran nada más allá de lo que él mismo quiere mostrar y parece que funciona, pero, repentinamente un brillo extraño cruza sus ojos.
Tras unos segundos me permito estudiarlo. Contemplo todo su cuerpo sin disimulo alguno. Tras el traje y la corbata se intuyen sus fuertes músculos. Es bastante alto, aunque la altura de los hombres nunca me ha impresionado, pues para ser una mujer soy bastante alta. La cicatriz de su ojo me llama bastante la atención, como la describían algunas personas que ya lo han entrevistado pensaba que la cicatriz le restaría atributos pero está muy lejos de eso, de hecho me parece bastante sexy, según lo poco que he investigado sobre su vida la cicatriz se la hizo en un accidente mientras entrenaba cuando tenía 19 años. Termino de examinarlo y compruebo que él aun me está estudiando, con ese extraño brillo en la mirada y de repente me siento pequeña, expuesta, vulnerable e incómoda. Me muerdo el labio inferior con algo de nerviosismo y él se fija en el gesto. Después el tiempo parece volver a la normalidad y los segundos vuelven a empezar a correr para ambos.
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Amor en La Sombra
FanfictionHay puertas que una vez se abren ya nunca se pueden cerrar y con el anucio de aquella boda se abrio una, pero no la qje la gente esperaba, no la que el mundo quería abrir pero si la que ellos necesitaban. Robin solo queria una gtan primicia sobre la...