Amor en La Sombra

Un solo lobo para un rebaño de corderos.

Buggy

Observo desde detrás de las cortinas de la casa a Shanks apoyado en la pared al sol en el aparcamiento. Esta esperando a alguien.

Me he contenido para no espiar mientras hacía sus llamadas. A llamado a dos personas. Tal vez una rechazara la oferta de venirle a buscar o tal vez... Sólo tal vez llamará a una de ellas por otra cosa.

Un coche negro se acerca tranquilo al aparcamiento y se detiene a unos metros de Shanks pero el no se mueve. La puerta del piloto se abre y Mihawk sale del.

La última vez que hable con ese malnacido me acababa de dar cuenta de que sentía algo con Shanks.

Me reí tanto de él...
Porque era como reírse de uno mismo  ...
Y siempre es bueno reírse de uno mismo.... ¿No?

Mihawk

No estoy seguro de que Shanks se halla dado cuenta. Aunque seguramente si. Buggy está tras la ventana más cercana a él abrazando la cortina como si se le fuera la vida en ello. Ya veo que es un desastre hasta para espiar a lo vieja del visillo.

Shanks tiene la espalda apoyada en un muro y el cuerpo tirado de cualquier manera. Mira hacia el cielo y no puedo ver su expresión. Parece un vagabundo abandonado.

No digo nada. Se que el ya sabe que estoy aquí. Sólo le miro. También observó por encima del muro. Los hombres de Buggy no estan en guardia, no le temen a èl. Sin embargo si parecen algo nerviosos.

Eso es porque yo no soy él. A mi no me conocen. A mi si me temen.

Shanks se incorpora al fin y me mira. Sonríe un tanto.

-Gracias por venir a por mi - susurra.

-¿Que pretendía? Que te dejará aquí toda la noche. -suspiro.

-Podías haberlo hecho.

-Siempre puedo hacerlo.

Shanks se queda mirándome un momento. Sopesando algo.

-Mihawk... ¿Podemos ir a tu casa? - pregunta.

-Si quieres que Perona cuchichee todo lo que hagamos...

- No... -responde. - a tu casa antes de Zoro. A ese castillo...

Los ojos se me abren como platos al escucharlo.

-Shanks... Ya es más de media noche y el castillo está a unas tres horas de aquí.

Èl asiente.

-Lo se pero...

Acabo suspirando. No me va a servir de nada dialogar con él. Y menos hacerlo ahora. Me quedo mirándolo un par de segundos y después me doy media vuelta y vuelvo a subirme al coche.

Lo miro desde la ventanilla. No se ha movido absolutamente nada. Sólo me mira.

-¿A qué esperas? Entre más sigas tardando más tarde llegaremos al maldito castillo.

Shanks sube al asiento del copiloto y se reclina en el. Intenta  ponerse cómodo y sube los pies a la guantera.

Por un momento pienso en decirle que los bajé y que no sea maleducado... Pero Shanks siempre es maleducado y aunque se que me haría caso ninguno de los dos parecemos tener el humor suficiente como para atenernos a las normas de cortesía. Comienzo a conducir no sin ante volver a echarle una mirada a la ventana donde antes se encontraba Buggy. La cortina está corrida y ya ni hay rastro de él.

Sigo conduciendo mientras miro a Shanks de reojo. Hace unos años se hubiera cubierto su cara con aquel sombrero y habría cerrado los ojos. Ahora simplemente cubre sus ojos con el dorso de su mano.