No vengas con escusas.

151 9 5
                                    

Robin

Había quedado y no sólo con Kuzan en aquel descampado. Había quedado también con Luffy y con Chopper. Quería verlos a los dos después, quería se vieran juntos.

El descampado es el lugar perfecto para cualquier tipo de contrabando, tengo el coche aparcado desde hace media hora y estoy mirando la carpeta que trata sobre Dofflamingo. No sólo trafica con armas y costes las guerras de muchos países si no que además también trafica para uno de los grandes mafiosos por excelencia Kaido. Es un trato factible pero no seguro. Probablemente si Dofflamingo falla en alguno de sus encargos obtenga un castigo severo. Esa es la mejor forma de alcanzarlo, castigarlo... Pero probablemente todo esto ya lo sepa Law... Se que lleva mucho tiempo detrás de Doffy mucho tiempo.

Aokiji llega en bicicleta como de costumbre. Se queda observando el coche unos instantes como si estuviera comprobando que me encuentro en soledad y después se acerca a mi dejando la bicicleta tirada de cualquier forma. Se acerca al coche desde el lado contrario y cuando abre la puerta practicamente se tira sobre el sillón. El siempre parece que está tirado sobre algo, tiene una forma de pensar vaga y lenta aunque la primera vez que lo vi no era así. Le miro de reojo durante un segundos.

- ¿Adelantando trabajo? - pregunta mirando al frente sin llegar si quiera a mirarme de reojo.

Cojo la carpeta entera y la dejo en su regazo abierta y con fotos y distinta información.

-Ha formado un grupo... Doquixote family... Todos han sido delincuentes conocidos. Incluidos los más jóvenes. No me puedo creer que ese grupo pueda esconderse bajo las faldas del gobierno-declaro mirándolo directamente, en parte culpandolo porque creo... Considero que la gente como él tiene parte de culpa.

- Es muy fácil ser protegido por el gobierno si pasas por debajo de sus mesas. -abro los ojos mirándole durante un segundo.

-¿Quieres decir que...

Me interrumpe.

- La seducción es la mejor forma de conseguir lo que uno se propone. Hay personas con la capacidad de seducir al propio destino. Dofflamingo tiene el poder, la posición y el conocimiento para utilizar la seducción,  para empezar está muy bien posicionado, tiene bastantes puntos de prostitución bajo su propio control y cuando los demás no son suficientes siempre puede hacerlo él.

- La gente así  da asco - espeto. Kuzan sigue sin mirarme en este punto ya me ha confirmado que lo hace a posta.

- La seducción no tiene porque ser siempre sexual Nico Robin. Hay otras maneras de seducir. La seducción es en sí provocar atracción y no sólo el sexo puede lograrlo. El poder de una persona o sus debilidades pueden llegar a atraer. - Le miro atentamente
Aún no me ha lanzado ni una sola mirada furtiva. Algo ocurre. No hay que ser muy elocuaz para descubrirlo.

- No me da asco porque utilice su propio cuerpo. Me da asco porque utiliza el de otros. Tiene prostitutas a su merced. -replicó.
Kuzan toma algun que otro papel desviando su atención a ellos.

- No sabía que te daba asco el tipo de hombre que utilizaba otros cuerpos- susurra. Esa va con segundas y tampoco hace falta ser muy abil para notarlo.

-Estoy rodeada de ellos - contesto. - De hecho ahora mismo tengo a uno en el coche.

Cierra el puño y golpea el salpicadero con el. Entonces sólo entonces me mira con mucha más furia de lo que esperaba.

-Yo nunca he utilizado a otra persona -Espeta.

-Oh vamos, lo haces todo el tiempo si no porque estas aquí. Y si te atacó es porque tu también me atacas. Sabes perfectamente que le tengo asco s todos los hombres que se parecen mínimamente a él. Y que los conozco bien.

-¡¿Si tanto asco le tienes porque has hecho un trato con Cocodrile?!

Me quedo estática un momento. Esta furioso... ¿Por qué he hecho un trato con Cocodrile?

- No deberías meterte en mi vida privada.

-Èl no es parte de Tu vida privada- contesta en un tono cortante y seco. Fijo mi mirada en èl.

- Es mi prometido, le guste a quien le guste, eres tú el que no forma parte de mi vida privada por ello mismo no tienes derecho de meterte en ella. Quedamos aquí para hablar de Doffy. Para buscar la forma de pararle los pies. Si no vas a hacer eso puedes marcharte.

Kuzan vuelve a mirarme está vez más atentamente.

- La información que tengo es casi suficiente para pillarlo o como mínimo para que alguien se interese por esto. - Susurra.

-¿Alguien? - repito. - ¿No estás interesado Tu? - pregunto casi con indignación.
El me mira prestandome atención.

-Entre los almirantes hay problemas ahora. Si empiezo una nueva misión ahora desastre el caos. La guerra está tensa en cuanto a mi relación con Sakashuki.

- No me vengas con escusas. Pensé que me habías pedido estos papeles para ayudar a pararle los pies a este hombre.

Kuzan vuelve a mirarme poniendo una cara indescifrable.

-¿Y cómo quieres que te ayude Nico Robin?

Inmediatamente me siento estúpida. Yo era miembro de una mafia. La de los Mugiwara. Y antes de eso había pertenecido a Baroque Wars. Provocado y financiado guerras. No puedo pretender que un hombre como Kuzan me ayude. No así... No ahora. 

-Saliendo del coche -resondi en un tono seco. La cerda creo que eso me ayudaría bastante. Me ayudaría a calmarme. No lo miro mientras me le doy la orden. El aguarda un par de segundos y suspira con pesadumbres antes de abrir la puerta del copiloto.

-Tienes razón. Siempre he utilizado a personas. Lo hago todo el tiempo-habla en un tono bajo. Sus ojos se clavan en mi. Lo notó pero no lo miro. -Pero no estas en mi lista de marionetas si es lo que te preocupa. No me atrevería a utilizarse a ti Nico Robin. Ni a ti ni a nadie que se le asemeje.

Dicho esto se apea del coche. No moro hacia él hasta que escucho como se cierra la puerta del copiloto y entonces sólo puedo observar su espalda.

- Si que lo haces... Me utilizas... todo el tiempo.... - Respondo cuando ya se Que èl no puede oirme . 

Me quedé en el mismo sitio hata que cogió su bicicleta y desapareció por donde mismo había venido. Siempre era así... Frío y distante. Aveces decía cosas sin sentido, aveces hacia cosas sin sentido. Aveces ayudaba de verdad. Y casi siempre cuando se marcha estaba un poco más herido.

-Tal vez sea yo la que te utiliza. -volví a hablar sinserandome conmigo misma. Si no hubiera quedado fin Chiooer y Luffy me abría abrazado a mis rodillas y disfrutado de la soledad y el frío que Kuzan dejaba a su paso.

Sin embargo soy una mujer ocupada. Ya no me queda tiempo para sentimentalismos.

Amor en La SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora