Primera Sombra

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Robín

-Puedo asumir pues que eres una peligrosa mujer que ha sido buscada por el gobierno mundial durante unos veinte años y que ha conseguido que este se olvide de ella gracias al blanqueo de algunos Shichibukais como Dracule Mihawk o Cocodrile y que es por ello por lo que tan peligrosa les pareces a todos -declara mientras me sirve una copa.
Me sorprende un poco que no nombre a Roger. O a muchos otros que puede nombrar, tal vez... Solo tal vez Mihawk se halla callado un poquito mas de lo que yo pensé que haría. Si es cierta una cosa. La información que tiene sobre mi no es falsa.

-Parece que aquí han cambiado los roles , ahora eres tu el que me esta investigando a mi - declaró mientras tomo la copa que me estaba sirviendo. Me la bebo de un trago y Zoro no puede evitar sonreír.

-Me generas curiosidad -acalra él.

-Se la género a muchos hombres pero pocos son los que consiguen quedarse.- esta respuesta parece cortarle. Pero se limita a disimular un gesto nervioso y a tomar de su copa.

-Perona tanbien te conoce... Y Sabo.

- Perona me conoce gracias a Mihawk , y Sabo gracias a Dragón.

Zoro vuelve a quedare en silencio pero una sonrisa macabra se dibuja en su rostro y sin embargo no dice nada. Ambos tomamos otra copa al mismo tiempo , sin contemplaciones. El restaurante debe de tener buena comida. Pero el alcohol parece estarnos llamando mas.

-¿Como coniste tu a Mihawk ? - pregunto muerta realmente por la curiosidad... Me sorprender sentir eso... Curiosidad... Que palabra tan extraña. Alverga tantos significados posibles que da hasta miedo.

-Nunca me he llevado muy bien con mi padre. Un día me escape de casa y antes era un poco prepotente. Me encontré con Mihawk y el paso por encima de mi sin casi esfuerzo cosa que nadie podía haber hecho jamás. Siempre me respaldaba en la sombra de mi padre pero a él no le imoroto y me dio una lección difícil de olvidar. Desde entonces le he guardado respeto y supongo que me he hecho mas cercano.

Río cuando calla.
-¿Eras un poco prepotente? ¿Acaso ahora no lo eres? Irradias poder y no quieres darle explicaciones a nadie, tampoco pareces querer someterte ante nadie.

-Pero a ti te doy explicaciones , incluso podría decirse que me he sometido ante ti...

Dejo que sus palabras se queden en él aire porque de contestarlas no lo haría con ma cabeza. Y tras unos segundos de silencio una nueva pregunta me viene a la mente. Tomo otra copita antes de formularla. Si la cosa sigue así acabaré con demasiado alcohol el sangre.

-Si no te llevas bien con tu padre ¿por qué te casas para conservar su empresa? -pregunto.

La mirada de Zoro se vuelve fría y distante. Y yo en el fondo me arrepiento de tocar el tema de ma boda. Sabiendo que se va a casar yo no debería de estar aquí.

-Ese tema es mucho mas complicado de lo que parece....

Y sin mas el ya pasa de la mini copa. Toma la botella de sake y se la lleva a los labios.

-Este no es lugar para emborracharse -le indico.

-Tranquila. Soy buen bebedor. Una botella solo ne ayudara a tener valor.... O fuerza , alguna de mas dos.

Valorr....
Creí que mi cara refleja eso de que yo también estoy pensando en tomarme la botella porque Zoro me la pasa sin esperar respuesta. Al cabo de unos minutos ya llevamos tres botellas pero los dos parecemos poder aguantar mas aunque noto mis megillas arder.

Sin previo aviso Zoro se levanta y me tiende la mano. Y entonces caigo en que algunas parejas están bailando a lo largo del restaurante. Es cierto... Con Cocodrile también lo veía pero con él nunca salia a bailar. Tomó su mano sin pensármelo mucho y comenzamos a bailar al ritmo de la musica lenta de forma tranquila. Al principio unos 3cm separaban nuestros cuerpos pero con unos escasos pasas de baile nuestros cuerpos se juntaron del todo y el espacio entre su pecho y el mio se acorto hasta dejar de existir. Zoro llevó una de sus manos a mi cadera y al centir su cálido tacto me relaje, me relaje de una forma tan extraña.
Y esa relajación que sentí dio paso al nerviosismo. Porque ya no podía engañarme a mi misma. Lo conocía de unos días y sin embargo Zoro me estaba atrayendo. Daba igual que hiciera, recordar su boda, recordarme los malos años, recordar que este trabajo era lo único que me quedaba. No importaba. Roronoa Zoro me gustaba y , al admitirlo , ya había tirado todos mis muros de defensa.

Le miro a los ojos. Y sus ojos también se claban en los mios. Noto la temperatura de mi cuerpo subir y ya no se si es por el deseo por por el alcohol. Me acercó a su oído solo para susurrale una pequeña advertencia.

-No deberíamos estar haciendo esto - declaró en un susurro. Zoro gruñe y ese sonido me resulta sumamente seductor.

-Hay muchas cosas que no deberíamos haber hecho. Yo no debería de haberte estudiado en el Fogaas mientras bailabas. Yo no debería de haberme perdido en cada curva de tu cuerpo mientras te observaba, yo no deberia de haberte invitado a venir aquí y tu no deberías de haber aceptado. Y de la misma forma , no nos deberíamos de haber besado.

Y como si ese fuera el deseo de los dos la manode Zoro aprieta mi cadera contra él y ambos ladeamis nuestras cabezas. Al principio es sólo un roce , pero nuestros labios son tan inconformistas con nosotros así que se acaban juntando , y tras esto se demandan y un leve roce se convierte en un beso deseoso e incandescente y nuestros cuerpos comienzan a arder.
Y nunca imagine que morir quemada seria tan placentero si era él la cerilla.

El beso se sigue intensificando hasta que los dos parecemos recordar que no estamos solos y nos separamos. Miramos al rededor y nadie parece haberse dado cuanta de los dos amantes devorándose porque el cuerpo se los pedía.

-Vamonos de aquí - declara Zoro con voz ronca y quebrada. Ambos salimos corriendo como adolescentes aliados.
En la salida Zoro le dijo de firma apresurada a la camarera que se lo cargara a la cuenta de Mihawk que él ya devolvería el dinero y sin mas nos escapamos. Nos escapamos de las miradas del mundo he intercambaimis miradas plagadas de deseo en el coche , camino a la casa de Zoro. No hice preguntas cuando llegamos al edificio de las oficinas. Pero en cuento las puertas del ascensor se cerraron me tire sobre él envolviendo mis piernas en su cintura y nos besamos. Aunque en realidad intentábamos deborarnos. El abrigo que me había dado Cocodrile callo al suelo antes de que nosotros llegáramos al despacho. Pero no me importó ¿que importaba ahora? Sentía la entrepierna de Zoro crecer bajo mi cuerpo y eso me hacia sentir poderosa, deseada , joven y querida. Ya tendría tiempo para arrepentirme más tarde. Cyando entramos al despacho nos separamos auqnie Zoro me agarro los muslos para asegurarse de que yo no volvía a pisar el suelo.

-¿Por qué sabes también ? -me pregunta. Parece realmente fascinado. En otro habito me hubiera parecido estupida pero ahora tenía todo él sentido del mundo.

-La pregunta es ¿por qué aún tenemos toda la ropa puesta ?

Zoro se ríe antes mis exigencias y vuelve a besarme, esta vez solo un oici, fugaz, tierno , tranquilo. Y al mismo tiempo el gesto que mas me ha gustado. Tal vez por eso mismo. Porque para ki un pico refleja algo mas allá del deseo.

Zoro cuela sus manos bajo mi vestido nasagenado mis nalgas y no puedo evitar gemir arqueando mi espalda.

-Música para mis oídos -gruñe en mi cuello asegurándose de rozat con sus labios mi piel. Provocando que esta se Erice al instante.

-Shh... Quiero ir lento -susurra.

Como me siga susurrando así m Correré antes de empezar.

El maldito peliverde apoya mi espalda en la estantería del fondo del despacho y mueve un libro , parte de la estantería se mueve dando lugar a estrecho pasillo. Entramos por el , aun vesandonos y nuestras lenguas llevan a cabo una miniguerra en nuestras bocas por tomar el control. Ninguno parece querer ceder.

Zoro abre una de las puertas del pasillo donde hay una habitación y me lanza con cuidado en la cama. Me quedó observándolo. Tiene los labios rojos y algo hinchados. Sus ojos oscuros muestran un brillo salvaje capaz de encenderme aun mas. Y su ropa descolocada por nuestra actividad parece molestar a mis ojos. Es cierto , la ropa molesta. Molesta mucho.

-Sigo estando vestida -aclaro en un tono demandante que se que le encanta.

-Ya te lo dije , voy a hacernos disfrutar, despacio. -declara llevándose una mano a su corbata.

Al juego de ponérselo difícil al otro también se jugar yo.

Amor en La SombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora