30. A sangrar también

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—¿En qué piensas tan profundamente? —quiso saber el inspector, lleno de curiosidad.

—Yo... no soy el culpable —habló Leon en un tono profundo y despejado, casi como un suspiro vacío.

—¿Tienes pruebas?

—Yo soy inocente.

Leon sonrió, porque después de todo, no era él quien asesinaba a su hermana preciosa, lo que era una verdadera lástima.

—Pero es realmente una lástima —dijo Leon con pesar real—, lo que ocurrió con su hermana.

"Hubiera querido hacerlo yo mismo" pensó Leon, soltando un suspiro, que fue malinterpretado por angustia y empatía.

—Atraparé al culpable —dijo el inspector.

—Escuché que eres relativamente nuevo en el puesto —dijo Leon, viéndolo a los ojos—. A pesar de no contar con mucha experiencia en el caso, lo haces bastante bien —habló él con exageración para mermar al hombre—. Buen trabajo.

—Gracias —dijo él, inseguro y confundido. Al inspector lo estaban adulando, pero ¿por qué se sintió incómodo? Esas palabras melosas se sentían como una burla.

¿Qué estaba mal?

—Buena suerte —agregó sin dejar de sonreír—. Es una lastima, hubiera querido ver también al otro inspector. ¿Cómo era su nombre? No lo recuerdo. Parecía un buen hombre.

"Pero igual de inepto" quiso agregar Leon, pero se conformó con pensarlas, "nadie es capaz".

Las mentes prodigiosas se allanaba de otros asuntos; aquí, solo pretendían ser buenos justicieros y jugaban a ser detectives. Sherlock Holmes simplemente colocaría a estas persona en el rango más bajo de la estupidez.

Eso estaba bien para Leon.

Eso... facilitaba las cosas. Mientras más tonto fueran, más fácil sería pasar frente a ellos, podía incluso pisar sus cabezas enormes y jamás se percatarían de él.

—Shu, shu —le dijo Leon al oficial, moviendo las manos para sacar al inspector fuera de ese cuarto.

El inspector se sorprendió a sí mismo obedecerlo, como si la autoridad fuera el Leon; antes esos pensamientos, se sintió avergonzado. ¿Cómo podía sentirse inferior en este tipo de situación?

Lo que le esperó al inspector al salir por la puerta fue más allá de su imaginación.

Su hermana desaparecida había vuelto a casa.

Las noticias daban sus informes de ultima minuto, avisando que una mujer que se daba por desaparecida se encontró muerta, con un patrón extraño de asesinato.

La encontraron maquillada y arreglada, como una muñeca preciosa encerrada en una jaula de cristal y apenas era mostrada al mundo.

El inspector sintió que se derrumbaba por dentro. Había visto este patrón en otros casos, en otras mujeres cuidadosamente asesinadas con anterioridad. Sin embargo, si hubiera visto con más cuidado y agudizado la vista, habrían notado que el maquillaje era un poco burda en esta ocasión, que no se podía igualar a la sutileza de las asesinatos anteriores.

Él habría notado que algo estaba mal.

Algo era diferente.

Solo hacía falta que la muerte de alguien se convirtiera en algo trascendental: las mujeres eran preciosas, unas obras de arte, hacía falta convertirlas en bellos cisnes a exhibir al mundo entero y demostrar su belleza incuestionable.

Solo hacía falta notar los burdos trazos para distinguir la diferencia, pero solo notaron rasgos superficiales.

Leon sonrió en la soledad de la celda, mientras observaba por una rendija de la puerta abierta el televisor que difícilmente se alcanzaba a ver en esa posición.

Leon se levantó del suelo y metió las manos en sus bolsillos con una expresión complacida.

"¿Por qué no sacudimos el mundo un poco?"

"¿Cuánto pueden soportar estas estúpidas personas?"

—Mátalos, será divertido.

No.

Leon sonrió, ya no era divertido hacerlo. Lo había estado pensando por mucho tiempo, varias veces había ensuciado sus manos con sangre ajena, pero solo una vez de la suya.

¿Qué pasó por su mente en esa ocasión?

Caliente.

Dolor.

Leon miró su mano, donde una marca grande atravesaba su palma.

Extrañamente, él sonrió. ¿Qué podría sentir él si se desangraba lentamente?

¿Sentiría placer o solo se desvanecería del dolor?

De pronto se sintió excitado, Leon quería ponerse a sangrar también.

De pronto se sintió excitado, Leon quería ponerse a sangrar también

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Se pone cada vez más turbio jajaja. 

No sé qué escribí, ayuda!!

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