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Al amanecer tenían que estar a bordo del Queen of the Sea.
Clive no lograba dormir. Estaban en casa de Jason y Louis. Saldrían directos desde ahí al puerto.
Habían hecho una cena para despedirse de las madres de Jason.
La casa Tomlinson en Nueva York había sido cerrada esperaba que por poco tiempo.
Los pasajes estaban sobre la mesita de noche.
Alguien estaba llamando a la puerta. Algo inusual dadas las altas horas de la madrugada.
Todos salieron de sus cuartos para ver qué ocurría y porque llamaban a esas horas.
No esperaban encontrarse a Keith y a Mariano.
Keith estaba más delgado y parecía agotado. Mariano y él tenían la cabeza cubierta por capuchas. Entraron y pidieron permiso para sentarse.
-Keith... Mariano, pensábamos que ibais a quedaros en Louisiana.
-Es imposible -Mariano se limpió la frente – Keith estuvo enfermo. No logré ni criados que quisieran atendernos. Su padre le dijo que se quedase y que prefería verle recoger algodón que casado con un blanco. No podemos casarnos porque el matrimonio interracial no es legal. De hecho hemos recibido amenazas de muerte. Los dos.
-Pudimos venir hasta Nueva York en tren, pero yo tuve que ir en el vagón del ganado y Mariano se puso a discutir con el revisor. Aún así, se negó a venderme billetes.
-Dios -Louis miró a Jason y a su tío – No pueden quedarse así...
-Iré a hablar con el capitán. Nos vamos a Inglaterra hoy. Tenéis que venir con nosotros.
-Por favor... Estados Unidos ya no es seguro para nosotros, ni siquiera Nueva York.
-Descansad un poco. Clive, duerme. Volveré al amanecer.
-No conozco a tu hijo... -dijo Keith – Dios, Clive, no estaba presente cuando diste a luz...
-La bajaré para que la veas. Es una niña.
Keith asintió. Esperaron apenas segundos y Clive apareció con una niña muy pequeña en brazos.
-Es igual que Hope. Parecen gemelas.
-Lo sé -Clive acunó a la niña – se llama Bianca.
-William logrará sacaros de aquí. Y en Inglaterra os ayudaremos.
Keith y Mariano se miraron.
-No podemos seguir aquí. El riesgo es real. No se trata de casarnos o de marcarle. Se trata de nuestras vidas. Su padre le ha contado lo ocurrido a su madre y ha puesto precio a quien me quite del medio.
-Os sacaremos. Ni penséis que no.
William se encontró con dificultades que no por esperadas le resultaron menos frustrantes.
A cambio de una generosa cantidad de dinero podían hacer un hueco a Mariano di Vaio pero en un buque de ese lujo y categoría no aceptaban negros libres y mucho menos en primera clase.
Cuando volvió a la casa, él mismo se sintió avergonzado por lo que se vio obligado a proponer.
-Keith, el único modo que tienes de subir y salir mañana es hacerte pasar por el esclavo personal de Mariano. Hablaré con un amigo para que haga un documento de compraventa falso. Pero tendrás que dormir en cuarta clase. Con otros criados y esclavos.
-El no va a viajar así... -empezó Mariano.
-Hazlo -dijo Keith -lo que sea. Lo que sea a cambio de la libertad. La definitiva. Junto a él.
Porque ese era el valor más grande de lo que Mariano le ofrecía.
Era libre y a la vez le pertenecía, aunque mucha gente no era capaz de comprender ese concepto.

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Cuestión de Sangre ||Saga Cuestiones 5||
FanfictionQuinta temporada Con el regreso de los Tomlinson a Inglaterra se desencadenan muchas tormentas. Cada pareja tendrá que afrontar cada vez más una realidad, la de una sociedad que no perdona tu procedencia, la sangre que llevas ni tus actos.