Capítulo 50: Subrayado en rojo

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-¿Estás bien?

Clive escuchó la voz de su alfa.  Se dio la vuelta. 

-He elegido este traje sencillo.  Gris.  A la niña le he puesto este blanco.  ¿Cómo me veo?

William frunció el ceño.

Se acercó para besar a su omega.

-Tu siempre te ves espectacular, cariño.  Pero...

-Dios mío, sujeta a Bianca.  -Clive le colocó a la niña en brazos.  Se abrochó el último botón de la chaqueta – No me di cuenta de este botón.  ¿Ahora me veo mejor?  Respetable. 

-Siempre te ves espectacular, pero éste no eres tú.  Esta ropa... ese traje siempre te lo pones con camisas de colores y con lazada, de lo contrario pareces un omega aburrido y mayor, de esos que critican a los otros en las esquinas de los bailes.  Y tú, amor, tú eres de los que brillan en la pista.

Clive trago saliva.  Los ojos se le humedecieron.

-Habrá mucha gente en el muelle.  Irán a recibir a los pasajeros e incluso habrá un arresto.  Y en Londres ni siquiera saben que... bueno, nosotros somos nosotros. 

-Quiero que seas tú mismo.

El barco hizo un movimiento brusco.  Clive inhaló.  William le besó de nuevo.

-Hemos llegado.

Clive asintió.  Era la hora.  Había llegado el momento de enfrentarse a su pasado.





-Tengo que ir al puerto.  Este barco trae gente muy importante y hoy van a arrestar al hijo mayor de los Russell.  Tengo que estar allí.

Niall asintió.  No habían salido de casa desde que había tenido la hemorragia.  Liam había cancelado absolutamente todo y estabactor con él.  Revisaba personalmente sus comidas.  Se sentía más fuerte y el bebé estaba tan inquieto como siempre.

-Creo que podría acompañarte.  Un poco de aire fresco me vendría bien.

Liam sonrió, emocionado.

-Pediré que preparen el carruaje.

Kieran entró en la sala.

-Buenos días.  Donovan me ha despertado temprano... Niall, se te ve muy sonriente. 

-Iremos al puerto.  Hoy llega un gran trasatlántico y Liam tiene que ir a comprobar que todo se desarrolla con normalidad.

-¿Viene gente importante?

-Es un trasatlántico de lujo.  La lista de pasajeros está ahí.  Hay algunos apellidos con más letras y títulos que patadas me da el bebé. 

Kieran se rió ante la comparación.  Se acercó hasta el papel.  Liam había apuntado cuidadosamente el nombre de todos los pasajeros.  Uno de ellos estaba repetidamente subrayado con tinta carmesí.

Evan Russell.

Kieran soltó el papel. 

-¿Kieran?  ¿Te sientes bien?

-Sí... no.  No lo sé.  Creo que quiero dormir un rato más.

Niall le vio irse.  No comprendía esa reacción.  Pero Kieran era raro. Era muy especial y a veces tenía ciertos arranques que no acababa de entender nunca. 



Kieran se encerró en su habitación. 

Donovan protestó desde la cuna.  Balbuceaba.  Se sostenía con los barrotes y le miraba. 

Se acostó de lado en la cama.  Se hizo un ovillo, apretando las rodillas. 

Su cabeza estalló en dudas.

No entendía.

Evan había vuelto.  Nicholas había empezado con todos los trámites de la boda.  Evan debía haberse percibido de ello y había vuelto a por él.

Su nombre estaba subrayado en rojo.  Debía ser el invitado de honor en el barco.

El corazón se le salía por la boca.

Evan había vuelto a por él.

Se cubrió los labios para no gritar.  Nicholas era... pero Evan...

Además Evan había hecho todo ese viaje por él.

Sólo por él.

No se había equivocado.  Evan le amaba.  Y volvía a por él y a por su hijo.

Sonrió y lloro a la vez.

Había vuelto a por él .

Cuestión de Sangre ||Saga Cuestiones 5|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora