Mar de mentiras.

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- Matamoros necesito encontrarla es muy astuta y siento que mi mundo se destruye si no se donde se encuentra.

- lo sé doña, le prometo que haré todo lo posible por encontrarla, pero mantenga la calma.

- si Altagracia, estoy de acuerdo con Matamoros, lo mejor es que nos calmemos ¿ a donde iria?

Las ganas que tengo de llorar son inmensas pero tengo que ser fuerte, lucía es la única que me debilita de esta manera y la verdad no quiero enfermarme más de lo que estoy así que me aguanto las ganas.

- No lo se estoy bloqueada , no pienso con claridad, Allan.-susurro

- ¿Quien?. - menciona Saul.

Saúl me observa confundido.

- Es un niño que vive a dos casas de aquí y últimamente hablan o salen, él debe de saber algo, vamos.

Matamoros abre la puerta y salimos rápidamente a la casa de Allan.

Saúl toca la puerta y sale cristian.

- buenas noches Cristian.

- Buenas noches Saúl , altagracia y ...

- él es matamoros, Cristián esta tu hijo aquí.

- si acaba de llegar de la fiesta de tú hija .

- Lo puedes llamar es importante .

- un momento, ALLAN! -grita.

-Dime papá .

- la señora Altagracia te necesita.

- Hola, buenas noches Señora Altagracia, buenad noches Saúl.

- Allan necesito saber si lucía esta en tú casa o sabes a donde fue, necesito que seas muy sincero conmigo.

- No Señora Altagracia no la vi después de que usted dijo que se sentía mal ¿le paso algo malo?- menciona asustado.

- Mira lucía esta enfadada y se fue sin decirnos donde.

- solo queríamos saber si sabes dónde está, estamos muy preocupados por ella y tú eres su único amigo acá.- Mencióna Saúl.

- La verdad no se nada de ella y no me he tomado la molestia de escribirle porque suponía que estaba agotada por su día, pero si quieren puedo ayudarles a buscar.

-Solo necesitamos que cualquiera cosa que sepas de lucía me llames, mira este es mi número.-mencionó sacando una tarjeta de la parte de atrás de mi teléfono.

- Si señora Altagracia voy hacer lo que este en mis manos para ayudarlos.

- Muchas gracias Allan no sabes cuanto nos sirve tú ayuda, adiós y muchas gracias señor Cristián.

- No hay De que Señora Altagracia, para eso son los vecinos.

Ellos entran a su casa y yo solo llevo mis manos a mi cabeza .

- ¿Dondr estas lucía? ¿Donde? -menciono desesperada

- no te desesperes, lo mejor es que vayamos a buscarla, tú vete con Matamoros que yo me voy en mi auto.

- si doña, me preocupa mucho que este por ahí y más sabiendo que no conoce México.

- y donde la vamos a buscar no sabemos donde esta ¿como le explicaré a macarena esto?

- creo que lo mejor es ir en el auto a ver si la vemos por las calles caminando, todavía no nos preocupemos de como se lo diremos a Macarena, primero intentemos encontrarla. - menciona Saúl.

Insomnios en tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora