Una gran madre.

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- si, es hija de Altagracia y también de Saúl, así que por respeto a mí y a Saúl no le hagan daño.
- Mónica, vine hablar con tigo, ¿Podemos ir a tu casa? 
- claro que sí, vamos.
Voy con Mónica a su casa, entro y me siento en uno de los sillones.
- ¿Quieres tomar algo?.
- no gracias, así estoy bien. 
- está bien, ¿sabes? me preocupe mucho cuando te vi mal, cuando no recordabas nada, fui a buscarte pero Altagracia no me permitió acercarme mucho a ti. 
- a ver Mónica, a mí parecer no has hecho las cosas bien, todo lo que me dijiste no era la forma de hacerlo, se que merecía saber la verdad, que si tú no me la hubieras dicho probablemente aún no me hubiera dado por enterada, más sin embargo debiste haberme dicho las cosas en otro lugar, con más calma.
- lucía, te pido perdón por haber sido tan dura contigo, se que todo te afectó mucho, pero solo quería que supieras la verdad, tú eres mi hermana y no quería que pasaras lo mismo por lo que pase yo, por mucho tiempo he estado muy sola, quería tenerlas a ustedes, son mis hermanas y las necesito.
- se que tú y mamá se han hecho mucho daño, igual que con Saúl, pero no pueden seguir así, no podemos vivir en una guerra constante, yo quiero seguir viéndote, quiero que no estés sola, que nos tengas a Macarena y a mi como tus hermanas, se que con mamá las cosas no serán fácil, pero tampoco quiero que estés sola, porque yo se que es sentirse sola, a veces sentir un vacío inmenso que no lo llenas con nada, necesitar de un abrazo sincero y no tenerlo, por eso quiero que tu no sigas pasando por eso.
- gracias lucía, gracias por lo que me dices, por querer estar a mi lado a pesar de todo el daño que se que te he hecho.
- también te quería preguntar algo ¿Qué pasó con Saúl? ¿Por qué su relación no funcionó?
- lo que yo tuve con Saúl fue algo fugaz, no te niego que estuve enamorada de el, pero el siempre estuvo enamorado de Altagracia, por más que pasaban los años el no la pudo olvidar, siempre estuvo buscándola, después de un tiempo nuestra relación se volvió insoportable, no podíamos vivir más con la sombra de Altagracia, así que lo mejor fue separarnos.
- lo lamento, de verdad deseo que encuentres un buen hombre, que te valore y que te ame, pero también te pido, que no te metas más entre ellos dos, a mí parecer se aman y no es justo que no puedan vivir más su amor por tu culpa, ellos son felices juntos y así debe ser.
- lo sé, créeme que me dolió entenderlo, pero lo acepto, aunque no lo creas yo también quiero que sean felices, quiero que tú y Macarena tengan la familia que yo nunca tuve.
- pero ahora la tienes, nos tienes a nosotras, se que a mamá no le gustará la idea que me acerque a ti y que meterá el grito en el cielo, pero tampoco pretendo que estés sola y te perdono, te perdono por el daño que me has hecho.
Mónica se acerca a mí y me abraza fuertemente, me empiezo a sentir un poco mal y me comienzo a sentir un poco mareada, Mónica se separa y veo una lágrima que desliza por sus ojos.
- no llores, no te sientas mal, se que lo que me decías era porque te dejaste llevar por el rencor y por el odio que llevabas, pero tienes que saber que el odio siempre nos lleva a cosas malas, tienes que superar lo sucedido, Saúl está feliz con mamá y tu acá, sola, no puedes vivir así.
- lo sé, se que debo seguir adelante, pero mis lágrimas son de sorpresa, eres muy comprensible, eres muy diferente Altagracia.
- no, de hecho soy igual que ella, porque soy quien soy gracias a ella, ¿No lo entiendes Mónica?, mamá no es la mujer que todos creen y que a veces yo también creí, ella es tierna, amorosa, ayuda siempre a los que lo necesitan, da los mejores abrazos del mundo, siempre nos está cuidando y por más que le duelan las cosas sabe perdonar, mi mamá no es la doña, la doña era la mujer que estuvo por muchos años lastimada, sola, con miles de heridas que intento guardar tras esa mascara, ella solo se dejo llevar por todo el dolor que había en su corazón, en cierta parte ella nunca fue esa mujer, porque mamá solo se convirtió en lo que todas las personas que le hicieron daño querían que fuera, un monstruo, pero ella era así porque todos le hicieron daño y ella no lo merecía, tú también le has hecho daño y solo esperas que ella te pida perdón cuando tu no se lo has pedido a ella.
Observó a Mónica y más lágrimas se apoderan de ella.
- si, se que fui una malagradecida con ella, que a pesar de todo me dio la vida, que se alejó de Saúl cuando supo que yo era su hija y lo amaba, que intento protegerme, pero como tú dices el rencor puede mas que cualquier cosa, se que le debo pedir perdón, he sido la peor de las personas con ella, pero que esperabas, cuando yo la conocí todos me decían que era mala, que había hecho mucho daño.
- pero Mónica, no podemos dejarnos llevar por las apariencias, las personas pueden decir miles de cosas, pero es tu madre al fin de cuentas.
- lo sé y créeme que me arrepiento de haberla juzgado tan mal, pero a mí me dolió haber crecido sin una madre.
- acaso crees que a ella no le dolió haber perdido a sus padres, todo el dolor por el que tuvo que pasar, se que mamá es fuerte, porque es la mujer más fuerte que conozco, pero ella no es de hierro, ella siempre ha sufrido y tú nunca le diste una oportunidad.
- si, lo sé, me he comportado como la peor juez, pero nunca supe cómo reaccionar con ella, no sabía que decirle, cuando me enteré que ella era mi madre todo entre nosotras estaba mal.
- Mónica pero te gano el amor por un hombre que el amor por tu propia madre, se que te abandono y no la culpo, su corazón estaba marchito en ese entonces, pero al fin de cuentas madre siempre es primero y por más dolor que haya pasado te dio la vida, cuando pudo haberte abortado.
- perdóname, se que le he echo mucho daño, nunca había pensando las cosas como me las dices, siempre me he dejado llevar por toda lo que me decían, creo que al final de cuentas soy peor que los hombres que la violaron, le he hecho más daño que las personas que entraban a su vida.
Mónica empieza a llorar inconsolable y me acerco a ella y la abrazo fuertemente.
- sabes lo mejor será irme y dejarte pensar en todo lo que te dije, sabes que si me necesitas me puedes llamar o buscarme.
- gracias lucía, por venir, por perdóname y por todo lo que me dijiste.
Menciona monica y nos ponemos de pie, siento un gran mareo y Mónica me observa totalmente confundida, siento como mis ojos comienzan a pesar.
- lucía, lucía ¿Estas bien?- menciona Mónica y yo solo siento su voz bastante lejana, mis ojos se cierra totalmente y solo siento como caigo al frío suelo.

Insomnios en tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora