Mar de lagrimas

450 47 8
                                    

- mi amor, lucía, estas aquí.
Mamá se acerca a mí y me abraza muy fuerte, pero yo no correspondo a su abrazo, ella se aleja de mi y solo me mira desconcertada.
- lo mejor será que me vaya, no tengo nada que hacer acá.
- quédate por favor. - menciona Macarena.
- ya lo hablamos pequeña, este lugar no es bueno para mí.
- lucia no, por favor no te vayas, no sabes como me siento al saber que no estas.
- si, a mí también me duele DOÑA, pero tú nunca me has necesitado, ahora solo cuida a Macarena.
-lucía tú no, no me digas así por favor.-menciona dejando caer sus lágrimas
- conmigo muchas veces fuiste ella, la doña, la mujer que hoy conocí, la mujer de mirada frívola.
Al ver llorar a mamá siento que mi corazón quiere escapar, pero intento mostrarme fuerte.
- No lucia, eso no es cierto con tigo nunca fui así, se que no te trate de la mejor manera, pero esa parte de mi quedo atrás, solo dime que volverás, lucía es un infierno si tú no estas, sin saber donde estas.
- no quiero volver, acá no me siento bien, ni acá ni en ningún lado.
Mencionó y me dirijo a salida de la habitación pero mamá me toma del brazo.
- Por favor lucía te ruego que vuelvas, la verdad no sabes como me siento, déjame explicarte todo de manera detallada y solo déjame abrazarte.
- yo te lo pedí una y mil veces que lo hicieras, que me contarás tú historia y tú no quisiste, ya es demasiado tarde Altagracia, ya no quiero escuchar.
- se que hice mal y ya aprendí mi gran error y no sabes cuanto me arrepiento, solo te pido que me comprendas solo un poco, lucía tu eres mi vida y lo único que tengo aparte de Denisse y macarena, no quiero cometer él mismo error que cometí en él pasado, te necesito aquí a mi lado
- pues ya es tarde, ahora forma tu familia feliz, con Saúl y Macarena, solo cuida a mi niña.
Salgo de la habitación rápidamente y al salir de casa solo salgo corriendo, corro sin mirar atras, llegó a aquel parque, al que vine el primer día que sali de casa, siempre terminaba en este lugar, llorando inconsolable, me senté en una de las bancas del lugar y solo observaba las estrellas, pensando en lo que estaba bien y lo que estaba mal, me dolía ver a maca mal, me dolía saber que mamá sufría, pero maldita sea, no podía olvidar todo lo que había pasado, aparte de los recuerdos del día de mis quince también recuerdo todos los desprecios de su parte, todo lo que me hizo falta, tantas veces que la necesite y no estuvo allí, ahora la necesitaba, necesitaba de la mujer que amaba, necesitaba de mi madre, de esa mujer de ojos verdes que me hacian feliz, necesitaba de la mujer que con tan solo un abrazo, me hacía recuperar mis energías.
Las ganas de correr hacia ella inundaban mi cuerpo, pero no lo hacía, había algo en mi que me detenía, que no me permitía hacerlo, las lágrimas me empezaron a invadir y la lluvia se hacía dueña de la noche, las gotas de lluvia, empezaban a caer sobre mi dejándome totalmente empapada, no le corría a la lluvia, porque me gustaba, me hacía sentir parte de ella, me hacía sentir que mis lágrimas eran pequeñas y que mi dolor se escondía atraves de ellas. Después de unos minutos sentada en ese lugar me pongo de pie y camino hacia casa de la tía Regina, llegó rápidamente y solo entro a mi habitación, quitandome la ropa mojada y poniéndome la pijama, entro a la cama y el insomnio se apodera de mi, últimamente se volvía contumbres que el insomnio siempre apareciera en cada una de mis noches. Después de llevar varias horas moviéndome en la cama me quedo totalmente dormida.
El brillo de la luz empezaba a molestar en mis ojos y los empiezo abrir lentamente, observo la habitación un poco confundida y sentía demasiado malestar por todo mi cuerpo. Observó una sombra sentada en una de las sillas de la habitación, me siento en la cama y Mónica se pone de pie y se acerca a a mí.
- quiero hablar contigo. - menciona.
- pues yo no tengo nada que hablar.
- pues entonces solo escúchame, quiero contarte la verdad, enserio lamento que estés mal con Altagracia, pero quiero que no pases por lo mismo que pase yo.
- habla. - mencionó en un tono totalmente neutral.
- yo nací de la violación que sufrió Altagracia, el mismo día que mataron a nuestros abuelos, desde que Altagracia supo que estaba embarazada de mí no me quiso y cuando nací me entrego a un hombre, sacandonos de su casa y dejándonos a la suerte, crecí con un hombre increíble, el mejor padre, aunque un alcoholico que temrmino en silla de ruedas, nunca supe quién era mi madre, cuando lo supe ya me llevaba muy mal con Altagracia, justamente nos habíamos enamorado del mismo hombre, pero la venganza nunca se alejó de sus pensamientos.
- ¿Venganza? ¿Que venganza?
- Altagracia mato a 4 de los cinco hombres que la violaron, los mato a sangre fría y por eso la perseguía lo policía, porque una confección de ella llegó a todas las redes sociales, primero mato a Miguel preciado, después siguió con 
Alejandro Céspedes, a
Francisco Vega supuestamente lo mato por defensa propia, ya que la tuvo secuestrada por unos días y por último siguió con mi padre biológico,
Rafael Cabral, lo mato a sangre fría como se muestra en un video que aun está en internet, tu mamá es una asesina.
Contengo las lágrimas, ella no me puede ver débil esto no me puede lastimar.
- pero también es tu madre.
- no, lo nuestro es solo algo biológico, ni ella ni yo nos llevamos bien.
Me paro de la cama y saco a Mónica a empujazos no quiero escuchar más, esto me está doliendo demasiado, apenas saco a Mónica me recuesto en la puerta y comienzo a llorar inconsolable, solo pienso en sus palabras, en aquel video y como la intriga me puede mas, tomo la computadora y busco el vídeo, para mi mala suerte lo encutro rápidamente.
Lo abro y no puedo creer lo que estoy viendo, veo a un hombre encima de ella.
- sueltame, prefiero que me mates antes que me toques, sueltame no me toques.
Veo como la mirada de ella se pierde por unos momentos.
- intenté pasar la página Altagracia, intenté una nueva vida, es tu culpa.
Veo como mamá toma un abre cartas en sus manos y se lo entierra aquel hombre en el cuello, el hombre se separa de ella y empieza a ahogarse mientras ella solo lo mira frívolamente, las lágrimas no paran de salir y cierro la computadora rápidamente.
Me siento realmente mal, siento como mi mundo se hizo trizas en tan solo segundo, nunca pensé que volviendo a México mi vida pudiera terminar echa un mar de problemas, me pongo de pie intentando que mi respiración vuelva a la normalidad, pero es imposible, me tiró en el suelo y lloró inconsolable, ahora que seguía, solo era una niña triste, que no tenía más fuerzas para seguir, mi cuerpo cada vez estaba más débil, mi vida echa un desastre, no tenía en quien confiar, no tenía nada más para hacer, solo llorar como niña pequeña, llorar y no parar de hacerlo, por unos momentos me siento sucia, me siento realmente mal, me pongo de pie y salgo corriendo rápidamente hacia el baño, entro en la ducha y sin nisiquiera quitarme la ropa, abro la llave y el agua empieza a caer, la siento tocar mi cuerpo, haciendo que mis lágrimas se pierdan en ella, me rescuesto en la pared y bajo lentamente sentadome en el suelo con el agua de la ducha aún callendo, recojo mis pies y lo abrazo a mi, las lágrimas no paran, en menos de una semana me había convertido en la hija de una asesina, no quería que fuera verdad, ella no, mi mamá, la mujer que me había enseñado a hacer lo correcto, que me había enseñado a ser buena, a ser honesta con las personas, ahora ante mis ojos solo se convertía en una mala persona y me dolía, quería que no fuera verdad, quería que esa no fuera ella, pero en verdad lo era, la había visto, no podía hacer nada por cambiar eso, el agua aún seguía saliendo tocaba mi piel y a su contacto hacia que mi piel se erizará, no ponía mucha atención a lo fría que estaba, solo a las lágrimas que no paraban de salír, siento como abren la puerta y la tía Regina entra rápidamente tomando una toalla, cerrando la ducha y quedando impresionada con la imagen mía, ahí tirada, se agacha y me ayuda a parar, me pone la toalla y me abraza y yo como acto seguido solo lloro inconsolablemente entre sus brazos.
- Ella no debió de hacerlo, no era quien para conartelo, lucía, mira como estas, ven vamos a cambiarte.
Mi cuerpo no para de temblar, entro a la habitación y me siento en la cama mirando a la nada.
- ¿Ella los mato?
- Lucía todo esto tiene una explicación y creo que la única que debe de hacerlo es tú madre, no entiendo por que monica lo hace.
- porque sabe que Altagracia me lo olcutaria.
Mencióno con rabia, la tía Regina me acerca ropa ceca y me la pongo inmediatamente.
- mi vida se fue al carajo y cada vez me siento más mal.
- No, no digas eso , yo se que ella no te ocultara nada más, te apuesto lo que quieras lucia que si le pides una explicación ella te la va dar.
- yo la pedí mucho tiempo y ella no me la quiso dar, ahora no la quiero escuchar.
La tía Regina se acerca a mí, me abraza y empieza a tocar mis mejillas, me empiezo a sentir mal y siento escalofríos por todo mi cuerpo.
- lo mejor será que me acueste, no me siento bien.
- Te vas a enfermar, me tienes preocupada mejor descansa y hablamos mañana con más calma
- está bien.
La tía Regina sale de la habitación y yo entro en la cama, los ojos me pesan de tanto llorar y vuelvo a quedar dormida.

Insomnios en tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora