Incomunicadas.

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Lucía Sandoval.

Me dolía todo esto, no me quería ir con el, no lo sentía mi padre, pero la verdad ya me estaba resignando a irme, a pasar el tiempo con el y si mamá no lo lograba volvería con ellos apenas cumpliera mi mayoría de edad, pero ahora tenía que entender que me debía enfrentar a algo nuevo, a un cambio, a una nueva vida, sabía que me iban hacer mucha falta ¿y como no? Son mi familia, son lo mejor que tengo, si, a veces podríamos tener discusiones, no nos entendíamos, pero no hay familia perfecta lo importante no era nuestras discusiones, lo verdaderamente importante es que siempre nos estábamos apoyando, estábamos juntos en las buenas y en las malas, pero ahora yo estaba sola, ante mamá intenté hacerme la fuerte, pero la verdad es que por dentro estaba echa trizas, sabía que si ella me veía mal no lo iba a resistir. Ya íbamos en el auto casi llegando al aeropuerto, tenía mía cabeza recostada a la ventana y observó que Alicia no para de verme.
- ¿Tú irás con nosotros?.- mencionó observando Alicia y con un tono fuerte en mi voz.
- si ¿por que preguntas niñita?
- porque no me agrada tu compañía, me estresa verte. - mencionó con un tono irónico.
- lo siento, te tocara aguantarme.
- ¿Para que vas a ir con nosotros?
- eso no te incumbe.-menciona
- obvio, lo tuyo todo debe ser malo, por mi has lo que te de la gana, lo importante es que no te me acerques.
- siempre lo hago querida .- menciona sonriente
Llegamos a el aeropuerto, me bajo del auto y trigve se acerca a mí.
- ¿te ayudo con tú maleta mi niña?
- por favor trigve, no quiero ser grosera, pero dejar de decirme mi niña.
- pero si lo eres a partir de ahora.- sonríe optimista
Ignoro lo que dice trigve, no me gustaba que me dijera así, pero ya era algo que me tocaba acostumbrar, el toma mi maleta, la suya y comenzamos a caminar, alicia va tras nosotros, llegamos a la sala de espera y nos toca quedarnos un rato, sentados mientras que el avión llega y organizan todo, trigve se sienta a mi lado.
- ¿lucia te puedo pedir un favor ?
- por supuesto, dime.
- dame tú teléfono, yo te doy uno nuevo
- ¿Pero por qué?. Se me hacía raro que trigve quisiera mi celular, no tenía nada malo, aparte lo podia seguir utilizando en cualquier parte que estuviera.
- porque es necesario, mira aquí tomaremos una nueva vida y nuevos cambios así que este es uno de ellos.
- pero entonces déjame primero tomar los números de mamá y papá, después te lo paso.
- no, pasamelo , no quiero ningún contacto con ellos
- no, yo no puedo dejar de comunicarme con ellos, son mis papás, no te lo daré, mamá se preocupara si no la llamo.
- la llamaras desde casa, por favor lucia .
- niña deja de ser rogada y dale él teléfono
Me estaba empezando a molestar de verdad, sabía que si le daba mi teléfono perdería toda comunicación con mamá.
- no, es mi celular y no te lo pienso dar, solo déjame anotar el número de mamá ahora mismo y te lo doy.
- Dios que tan difícil es hacer esto Trigve .- Alicia se acerca y arrebata mi teléfono
- oye, no seas estupida. Me pongo de pie y intento tirarme encima de Alicia para tomar mi teléfono pero trigve me detiene.
- ya, lucia, sera por tú bien entiende.
- no entiendo su maldita necesidad de alejarme de mi familia.
Mencionó y me siento, la azafata nos llama para entrar en el avión, nos subimos y trigve se sienta a mi lado, Alicia queda en otro aciento lejos de nosotros, el avión despega, observo a trigve.
- ¿Por qué me quieres alejar de mi familia? De verdad los necesito.
- solo quiero darte mejor vida, además eres mi hija, tengo derecho a tenerte.
- pero no tenías que llevarme a Londres, yo tenía una gran vida con ellos, estábamos empezando con nuestra familia, podría pasar tiempo contigo si lo que quieres es una hija, pero no era necesario que nos separaras.
- Altagracia no lo dejaría, además eso no fue lo que vio él juez, así que no vivías tan bien.
 - pero eso era antes, ella cambio, nadie me podría amar como lo hace ella, yo necesito una mamá.
- la vas a tener, es mi esposa .
- no, yo solo tengo una mamá, además yo no conozco nada de su esposa.
- Pues entonces la conocerás ya veras, se que se llevaran muy bien, le he hablado de ti.
 - de igual espero que cuando llegue pueda llamar a mamá, por cierto ¿Cuando empezaré el colegio?
- Aun no lo se, tengo que llegar a organizar tus documentos y luego mirar uno de los mejores colegios.
- está bien. - mencionó y me acomodo en la silla, observo un rato por la ventana y me comienzo a quedar dormida.
Estoy sentada en una silla, al frente mío observo a Macarena, papá, la tía Denisse, Mike y mamá, todos se ven felices, disfrutan y sonríen, mamá abraza a Macarena y yo sonrió, pero siento demasiada nostalgia, parecen felices, como si no les hiciera falta, intento acercarme a ellos pero no puedo hacerlo, todos se abrazan y las lágrimas bajan por mis mejillas.
Despierto totalmente desorientada, observo a trigve y ya se estaba empezando a poner de pie.
- ¿Ya llegamos?. - mencióno.
- si ¿te sucede algo?
- no, estoy bien. - mencionó y me pongo de pie, empezamos a salir del avión y ya afuera siento como los ánimos se van al suelo, ahora quería volver, necesitaba regresar, yo no quiero estar acá, intento contener las lágrimas y muerdo mis labios para que no salgan, recogemos nuestras maletas, llegamos a la salida del aeropuerto y tomamos un auto el cual nos estaba esperando, al parecer era el chófer de trigve, mientras vamos solo observo por la ventana, no podía negar que Londres es hermoso, me encantaría poder recorrer sus calles, pero sabia que será mucho más bonito si lo recorriera de la mano de Macarena, volteó mi cabeza u trigve solo me observa.
- ¿Sucede algo?. - mencionó.
- solo que tienes las mirada de tú madre lucia y es lo que más admiraba de ella.
- entonces sabe que gracias a lo que está haciendo ella ya no tiene ese brillo en los ojos que la caracteriza.
- pero no lo hice por mal, al contrario, quiero darte una nueva vida y tú madre debe entenderlo
- pero nos estás haciendo mucho daño, tú podrías adoptar un hijo, así tendrías la familia que quieres.
- ¿por que debería adoptarlo si tengo una hija?
- porque yo ya tenía una vida, una familia, nosotros ya estábamos acostumbrados a estar juntos, tú también ya tienes una familia y hay muchos niños que de seguro les encantará recibir el amor que tienes para dar.
- eso lo se y aunque suene egoísta yo solo quería tenerte a ti, una hija como tú.
- pero yo no tengo nada especial, te aseguro que soy insoportable.
- Aprenderé a conocerte lucia, así como tú a mi, ya veras que no sera tan malo.
Asiento con la cabeza y llegamos a una casa, el auto se detiene y Alicia empieza a salir del auto, sale trigve y yo me quedo por unos segundos ahí, intentando tomar aire, salgo del auto y observó cómo abren la puerta, una mujer sale corriendo hacia trigve, se acerca a él y lo besa, se separan y sonríen, la mujer se acerca a mí y me abraza pero yo no contesto a su abrazo, se aleja y me observa.
- hola pequeña, yo soy Mariana, soy la esposa de tu papá, seré tu nueva mamá. - menciona con una sonrisa y yo solo la observo.
- discúlpeme, pero usted no puede ser mi nueva mama porque yo ya tengo una, con ella me basta y mucho gusto, soy Lucía.
- pero vamos hacer un intento de que sea como tú madre, Alicia por favor pasa tenemos que arreglar los últimos pendientes
- claro trigve.-menciona
- ven lucía, te mostraré tu cuarto, te encantará. - menciona Mariana.
Entramos todos a la casa y es muy linda, trigve se queda en la sala con Alicia y Mariana toma una de mis maletas, yo tomo la otra subimos al segundo piso y me lleva a una habitación, abre la puerta y observó la habitación, tiene demasiado regalos por todas partes, tiene un ventanal grande con un balcón, la habitación es totalmente blanca, está la cama, una mesa de noche, unos sillones y el televisor.
- mira, te compramos muchos regalos para que estés muy bien acá, espero te gusten, hay ropa, perfumes y algunas otras cosas, tú habitación la organice yo, ¿Quieres que te ayude a desempacar?
- no señora, muchas gracias, pero prefiero quedarme acá y desempacar sola, me podría ayudar diciéndole a trigve si me permite llamar a mi mamá.
- no lucía, no la podrás llamar, tú necesitas estar lejos de ella, ella no te necesita como nosotros y por favor dile a mi esposo papá, porque eso es lo que es para ti. - menciona y sale de la había sin darme oportunidad de contestar, yo cierro la puerta de la había y echo seguro, me tiró en la cama y comienzo a llorar, tapo mi cara con una almohada para que nadie pueda escuchar mi llanto, sentía que me estaba ahogando con todo lo que llevaba adentro, necesitaba un abrazo, necesitaba un consuelo, pero estaba sola, me sentía vacía, como si hubieran arrancado una parte de mi, mi mundo se hacía trizas y no tenía quien me ayudara a volver a construirlo.

Insomnios en tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora