EMPEZAR DE CERO.

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Altagracia sandoval 

Terminamos de desayunar y Maria recoge la mesa, lucia y macarena suben a su habitación y Saúl aun sigue sentado, yo me pongo de pie y me dirijo a las escaleras. 

- Gracias por él desayuno. 

- me encantó que mi familia lo haya disfrutado, ¿quieres que vaya con tigo donde Regina? 

 - Que no tienes trabajo? 

 - si, pero más tarde, puedo ir a llevarlas donde Regina, la saludo y de ahí me puedo ir para mi trabajo. 

- Esta bien si así lo quieres. 

Me dirijo a mi cuarto y abro la.puerta, dejo caer mi bata de seda y me dirijo al baño, me ducho rápidamente y sujeto mi toalla, la enrolló alrededor de mi cuerpo al salir del baño veo a Saúl en mi cama.  

- ¿Que haces aquí saul? 

- yo también debo bañarme, así que quería aprovechar. 

- Saúl necesitas saber que no debes entrar a mi habitación cuando quieras. 

- pero si ya conozco hasta cada uno de tus lunares, no me digas que te avergüenzas de mi. 

- no me avergüenzo, pero es que como tú no entiendes que hay niñas en la casa y que pueden entrar en cualquier momento.

Saúl no me quita la mirada de encima y como veo que no lo hace dejo caer mi toalla quedando totalmente desnuda, me dirijo al guarda ropa y empiezo a buscar mi ropa interior, pero antes buscó mi crema y monto mi pie en él mueble para empezar a hidratar mi piel, Saúl da unos pasos hacia mi. 

- ves, tú me provocas y ¿así quieres que me quedé quieto? Enarco una ceja y lo observó. 

- te equivocas no te provoco, es mi habitación así que soy libre de hacer lo que quiera él entrometido eres tú. 

- claro, pero acá me siento más cómodo y más si te puedo ver pasar desnuda.  

Saúl esta muy cerca de mi, observando cada parte desnuda de mi.
- Saúl aléjate por favor.
- shh, déjate llevar.
- No, siempre lo hago y terminamos en la cama Saúl, que nunca te cansas, déjame vestir.
Saúl sujeta mi mano y me gira hacia él, me acorrala hasta la esquina de la habitación.
- Aléjate Saúl no es un juego.
- está bien, está bien gruñona, me voy a bañar antes de que lleguen las niñas. -Hasta que haces caso pareces un adolescente.
- sabes Altagracia, a veces pienso que es algo estupido seguir aquí, me canso de volver, a veces creo que tú ya no quieres que este acá.
- Pues piensas mal Saúl, porque aunque no sea una persona que demuestre sus sentimientos siempre no significa que no te quiera a mi lado.
No soy conciente de lo que acabo de decir, no he pensado antes de actuar, Saúl me mira fijamente, Dios su mirada, ignoro lo que dije y me pongo la ropa interior.
- yo no te quiero perder de nuevo, ni a ti ni a las niñas, pero yo también me puedo cansar de todo esto, de esta situación, de vivir a escondidas, yo te amo Altagracia, te amo, amo todo de ti, aunque no seas la más sentimental, aunque me hayas escondido lo de Macarena, yo te amo porque eres el gran amor de mi vida, porque eres mi gran cambio.
Es inevitable que mis ojos se llenen de lágrimas, pero no dejare que caigan.
- No es esconderte Saúl , simplemente es mi inseguridad a que te falle,a que me falles, a que él día de mañana todo esto acabe y mis hijas queden sufriendo, pero de algo si estoy segura y es que te amo y esa siempre ha sido mi verdad, mira que intente odiarte, de verdad lo intente, pero no se que hiciste en mi, no se que fuerza hay que siempre nos une, nunca podemos estar lejos él uno del otro, pero tampoco nos quieren Juntos, siempre hay un motivo para separarnos y creeme que en este momento de mi vida no aguantaría algo más Saúl, pero si quieres que esto empiece de cero va hacerlo, mañana hablamos con lucia y macarena, pero necesitó volver a escucharte decir que prometes no volver a fallarme y menos a tenerme desconfianza.
Me acerco a él uniendo su frente con la mía, mientras una lágrima cae por mi mejilla.
Saúl limpia con sus dedos la lágrima que había salido.
- no me importa nuestro pasado, lo pasado allá se queda, dolió, nos marco, fueron muchos errores los que cometimos, fui un verdadero cobarde al no cuidarte, porque pensé que todo estaría bien en las manos de alguien que todo el mundo quería para mí, pero me di cuenta que sin ti no soy nada Altagracia, mi vida cambia cuando estás tú en ella, cuando están las niñas en ella, mi pasado me enseñó a que si te pierdo otra vez nunca volveré a ser feliz, a que si tú no estás, mi vida no tendrá el más mínimo sentido, porque todo se convirtió en un maldito vacío de odio, tristeza y desolación cuando tu no estabas, pero toda la culpa fue mia por no ver la mujer que tenía frente a mis ojos, por no valorarte, por no cuidarte como se debía, pero ese error no lo comento dos veces, te juro, te prometo Altagracia Sandoval que no te volvere a fallar, que aquí estaré para ti y para las niñas siempre, ahora no seras tú sola con ellas, ahora somos una familia, entiendelo.
Miro los ojos de Saúl, Dios son iguales a los de lucia, pero es lo que me gusta de él después se sus labios.
Me acerco a él y unos su labios con los mios, siento tanta sinceridad en este beso, me separo y sonrió.
- Me encantan tus besos.
- cada beso que me das es como si fuera el primero.
Vuelvo a sonreír y pongo mi mano en su mejilla.
- Así que desde cero.
Me separo de él y buscó mi vestido mostaza, abro él ziper y me lo pongo.
- Y vete a bañar que ya es tarde.
- está bien, como ordene mi doña. Saúl entra a la ducha y mientras él se baña yo me término de dar unos toques, me maquilló y dejo suelto mi cabello, me observo unos minutos en él espejo y recuerdo la mirada de Saúl por una foto que tengo de lucia en mi mesa de noche, creó que si esto va enserio debería contarle la verdad a Saúl sobre lucia, pero ¿si se enoja? Siento que sujetan mi cintura por detrás.
- ¿en qué piensas?
Parpadeo varias veces y me volteo quedando frente a él,pongo las mis manos sobre sus hombros.
- Mira Saúl si decidimos empezar de cero y vamos a ser sincero hay que hacerlo desde ya.
- claro, pero ¿que sucede?, no me asustes.
- No, no es para asustarte, antes creo que te alegrará un poco la noticia, pero necesito decirte que...
Siento que tocan la puerta
- mama, me puedes ayudar, no se que pastillas me debo tomar.
Escucho la voz de Lucía.
¿Por que? Por que él destino se empeña a dañar los momentos mas importantes, bajo las manos de los hombros de Saúl y le doy un beso corto, abro la puerta sin que lucia vea que Saúl esta dentro.
Entramos a la habitación de lucía.
- vamos a empacarlas, están en tu mesa de noche ¿no?.
- si, solo que no estoy segura a qué hora de debo tomar cual, esto no me gusta para nada.
- Pero te acoatumbraras, mira esta amarilla es a las 12:30 osea ya, así que ve por agua y te la tomas.
- está bien mamá y creo que nos podemos ir ya, ya estamos listos.
- Esta bien, deja voy por mi teléfono y bajo.
Salgo de la habitación de lucia hacia la mía, entro a mi habitación y no veo a Saúl, veo en la mesa y esta mi teléfono, sujeto mi bolso y guardo mi teléfono, bajo las escaleras y todos están en la sala.
- Maria, ¿donde están Denisse y Mike?. 

Insomnios en tu cuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora