Mi nuevo hogar

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1 año después

Una gatita de pelajes rosa, cabellos fucsias, sale de una casa en medio de un bosque muy contenta mientras llevaba un cesto con ropa lavada y un silla alta que trajo enrollado en la cola, para subirse y colgar unas sábanas en un tendero.

Ella bestia un pantalón vaquero y una camisa mangas cortas de color blanco.

En eso sale un viejito y se acerca a la pequeña gatita.

Ya terminaste de tender la ropa, ¿mi niña? - Pregunto el hombre de tercera edad a la joven.

Si abuelito ya casi término, solo me falta unas sábanas y eso es todo - Dijo la felina al anciano.

El anciano le queda mirando un rato.

Al menos ya no usas a los ciervos, como tendedero de ropas – dijo con una sonrisa maliciosa logrando hacer enojar y avergonzar a la gatita.

¡Es que ese día, el tendedero estaba muy arriba! – Protesto Miawsy avergonzada.

¿Y para eso utilizaste a los ciervos como uno? – Pregunto Koga con su sonrisa de malicia.

Koga recordó que un día la gatita tras terminar de lavar la ropa fue a colgarlas para que se sequen, pero cuando llego al tendedero vio que estaba muy alto para ella.

La pobre estuvo ingeniándose muchas maneras de llegar al tendero a colgar las ropas mojadas.

Desde lanzar las ropas para que se queden colgadas en la soga hasta saltar para poder llegar, al no poder comenzó a impacientarse y molestarse inflando sus mofletes.

Hasta que se le ocurrió algo que la hizo sonreír, fue a dejar la canasta de ropas recién lavadas dentro de la casa para luego salir corriendo al bosque.

Cuando Koga llego de su reunión con sus compañeros de la aldea para resolver algunos asuntos vio que detrás su casa, avía cuatro ciervos en fila comiendo pasto recogido en unas canastas cada uno y en sus cuernos se encontraban atado por una soga a otro cuerno de otro ciervo, que sostenían la ropa recién lavada.

¡¡Ellos se ofrecieron a ayudarme a colgar las ropas!! – mintió la gatita muy roja de la vergüenza.

Después de ese suceso y de las incontrolables risas del anciano frente a una roja y molesta gata, no volvió a utilizar a los ciervos y solo usaba la silla del comedor para subirse y colgar la ropa.

Ya ya ya eso ya paso y tú no sabías – dijo Koga para poder calmar a la gatita, pero tan solo recordarlo le escapaba una risita siendo mirada de reojo por una avergonzada y molesta gata.

Después de un rato de que se calmara un anciano burlón y una cabreada felina.

Bien mi hijita, ¿Qué harás luego? – pregunto el anciano.

OH, ¡iré con mi tía abuela a que me enseñe más sobre plantas y frutas! – dijo alegremente la gatita, olvidándose de la pequeña charla de antes.

Bien hijita, pero no vuelvas tan tarde ¿sí?- Dijo el viejo.

OK, abuelito llegare lo más temprano posible – dijo media dudosa de eso, pero igual le obedeció.

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Miawsy no entendía del por qué su abuelo después de medio mes de vivir con él, le pedía que no fuera muy lejos del pueblo o que si se topaba con un extraño regresara de inmediato a casa.

Yo-kai watch/Barreras "Temporada #1"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora