EN UN REINO NO TAN LEJANO [TERMINADA]

Capítulo 55

Narra Alonso

-Toma asiento y no intentes escapar.. Me dijo uno de los guardias, mientras me sentaba de mala gana.

Después de todo lo sucedido, los guardias de seguridad me atraparon junto con mi hermana y nos encarcelaron, mientras se exponía nuestro caso ante una jueza.

Ahora mismo me encuentro frente al tribunal, para saber que pasará conmigo, si estaré en la cárcel toda mi vida o recibire pena de muerte.
Se escucha un pequeño golpe proveniente de la puerta principal, en ella entra la jueza que llevará mi caso y el de mi hermana. La jueza se dirige al estrado y toma su asiento respectivo.

- Juicio número 120, damos inició a la sección. Cuales son los cargos que se expondrán?  Dijo la jueza, preguntando al ministerio.
Enseguida le hacen entrega de una carpeta con toda la información necesaria.

-Se le acusa de Traición, Asesinato, Abuso de poder y de conspiraciones hacia el reino de Ambervale. Nos podría explicar el motivo por el cual ejerció todos estos delitos? Quiero escuchar su historia. Dijo la jueza, mientras se ponía cómoda en su respectiva silla.

Me levantó de mala gana y miró fijamente a la jueza.

-Creó que es una respuesta muy clara o no?.. Dije.

Enseguida un guardia de seguridad se acerca a mi, pero la jueza interrumpe su acción, le pide que regrese a su lugar y que prosiga.

-Todo comenzó cuándo el idiota del Rey Carlos.. Dije, pero me interrumpe la jueza, odio todo esto!

-Le pido que modere su lenguaje.  Dijo la jueza.

-Todo empezó cuando el Rey Carlos se interpuso entre mi familia. Hací que por eso... Después de que mi tía muriera, mis hermanos y yo, hicimos un plan en el cuál todos sufrieran, no importará las consecuencias. Y ahora ya sabe porque estoy aquí. Dije, mientras cerraba mis manos convirtiéndolas en puños y tomaba asiento.

-Por todos los cargos que se le imputan, la corté del Reino de Polonia, lo condena a Cadena Perpetua. Casó cerrado, que tenga suerte.. Dijo la jueza, mientras cerraba el expediente.

Un guardia de seguridad se acerca a mi asiento y me dirige hacia la puerta.
Mientras me dirigía a la salida, la puerta principal se abre, haciendo que visualice a mi hermana, ella se resiste a entrar.
Ella levanta la mirada, y fija sus ojos en mi dirección.
El guardia me pide que continúe caminado.
A travieso la puerta, y por última vez visualizó a mi hermana.
Mi hermana nunca debió seguir mis pasos, al igual que Rodrigo.
Todo este odió nos hizo ciego a los tres, causando que nos orilláramos a un barranco sin final, hacía la muerte.