Capítulo 5

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Esperaron durante aproximadamente tres minutos antes de que se abrieran las puertas revelando a una bruja de expresión extremadamente severa. Los miró durante unos momentos antes de girarse al gigantón que los había estado acompañando hasta el momento.

- Los de primer año, profesora McGonagall.- Dijo el gigantón.

- Muchas gracias, Hagrid; yo me ocuparé desde aquí.- Dijo la mujer y justo después de eso, se giró hacía ellos y añadió.- Síganme, por favor.

Todo el grupo corrió para mantenerse al corriente con respecto a la profesora, que andaba con paso rápido y directo, sin esperar nada ni a nadie. A ninguno de ellos le dio tiempo para poder observar el castillo con atención, lo único que estaba en sus mentes era no perder de vista a la mujer si querían acabar completamente perdidos. Al final, les condujo hasta una habitación cercana a las puertas principales y del comedor, del cual tuvieron un leve vislumbre. Una vez estuvieron todos dentro, la mujer se volvió a girar para mirarlos, y su expresión mostraba que era mejor no cruzarse en su camino, no era alguien a quien se debía enfadar.

- Bienvenidos a Hogwarts.- Comenzó.- Soy la profesora McGonagall. En unos momentos entrareis en el Gran Comedor donde dará paso la ceremonia de selección y seréis clasificados para una de nuestras cuatro casas: Gryffindor, Ravenclaw, Hugglepuff o Slytherin. Mientras estéis aquí, vuestras casas serán vuestra familia, dormiréis en los dormitorios junto con vuestros compañeros y cuando tengáis tiempo libre lo pasareis en vuestra sala común. Vuestros logros se convertirán en puntos para vuestra casa mientras que el mal comportamiento lo restará. Al final de curso, la casa que obtenga más puntos ganará la copa de la Casa, un gran honor. Ahora, os aconsejo que os arregléis mientras acabamos de prepararlo todo para la ceremonia.- Después de eso, la mujer los miró a todos antes de marcharse.

Los nervios corrían a flor de piel por todos los nuevos estudiantes, mientras se preguntaban en que casa quedarían seleccionados así como el método que sería utilizado; muchos afirmaban que se trataría de un examen improvisado ante lo que Hermione comenzó a repasar todos los hechizos que se había aprendido, mientras que un chaval pelirrojo no dejaba de repetir que sus hermanos mayores le habían dicho que había que luchar contra un troll. Pero todas las conjeturas cesaron cuando un grupo de fantasmas atravesó una pared del fondo provocando gritos asustados de todos; Harry pensó que aquello había sido hecho porque de esa forma podían echarles una ojeada a los nuevos estudiantes, tal y como el fantasma de un fraile les expresaba su deseo de que acabaran en Hufflepuff, su antigua casa.

Cuando la profesora McGonagall regresó unos minutos más tarde, los condujo hasta el comedor con su mismo paso rápido y decidido, ignorando al grupo que tenía detrás suyo y que miraba asombrado todo a su alrededor. La mejor palabra para describirlo era magnífico, especialmente el techo, que estaba hechizado para mostrar el cielo exterior y parecía que fuera una prolongación de este.

Pasaron justo delante de un taburete donde descasaba un sombrero muy viejo y bajado... vamos, cualquier persona hubiera tirado el pobre sombrero y se hubiera comprado otro nuevo. Puesto que se formó un gran silencio y expectación, los nuevos estudiantes esperaron para ver que sucedía, así que su sorpresa fue mayúscula cuando vieron como se formaba un rasgón en forma de boca y comenzó a cantar describiendo las cualidades de las casa y explicando que serían seleccionados poniéndose el sombrero en la cabeza, siendo este quien decidiría donde debían ir.

La profesora McGonagall comenzó a nombrar nombres de una lista y los nuevos estudiantes fueron clasificados en diferentes casas. Terry fue a Ravenclaw como era su deseo, mientras que Hermione y Neville fueron clasificados en Gryffindor. Cuando llamaron a Harry, este se acercó al sombrero con paso tembloroso y luego, tras un suspiro nervioso, se sentó en el taburete y se probó el sombrero.

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