Capítulo 36

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A pesar de todas las nuevas obligaciones que él mismo se había autoimpuesto, Harry se encontró disfrutando de su día a día en Hogwarts. Sus estudios se desarrollaban bien, sus clases aunque bastante más complicadas que las de otras veces eran relativamente fáciles gracias a su comprensión casi instintiva de la magia

Había veces en las que se había asustado por lo fácil que le venía el conocimiento de su magia, de como podía aprender tan fácilmente, e incluso de sus muchas capacidades casi extintas. El que Remus le hubiera dicho que él era un mage había dejado muchos de sus miedos a descansar... a pesar de sus fuerza y habilidades, muchas de estas se harían inactivas cuando alcanzara su madurez mágica, entre los 23 y los 35 años. A cualquier otro, aquello le supondría un fastidio, pero para él era un alivio.

Poco a poco, y gracias a sus amigos y su mentora, había ido realizando su vida escolar y su vida de "superheroe" sin que nadie hubiera notado nada raro. Una autentica suerte, Merlín sabía que había pasado si alguien lo hubiera descubierto.

Así pues, casi sin darse cuenta, se encontraban ya en las vacaciones de pascua y Harry ya había alcanzado a sus compañeros de séptimo año y ahora los meses que quedan para acabar el curso los iba a tomar con muchísima más calma. Por primera vez iba realmente a relajarse en sus estudios e incluso con su preparación en el aprendizaje al profesor Snape tenía mucho más ocio del que había disfrutado en años.

Si bien todo iba según su rutina habitual, esta se rompió una semana antes de las vacaciones cuando llegó una carta de sus padres durante el desayuno. Con mucho cuidado cogió la misiva y la abrió con no poca suspicacia, todos sabían que el correo entre sus padres y él era inexistente

"Querido Harry:

¿Como estás? Aquí en casa todo va bien, en todo caso, la casa está muy vacía sin ti y tu hermano.

Sé que normalmente prefieres pasar las vacaciones de pascua con tus amigos en la escuela, pero me gustaría pedirte si este año podrías venir a casa.

Estoy segura de que te estarás preguntado el por qué de la petición cuando nunca lo hemos hecho, pero te echamos mucho de menos, piénsatelo, ¿bien?

Un abrazo

Mamá"

El muchacho miró la carta, casi como si esta fuera a picarle. ¿Desde cuando sus padres le escribían? ¿O querían que pasara las vacaciones con ellos? O lo mejor de todo. ¿Desde cuando lo trataban así?

Su cara debió mostrar algo extraño porque lo siguiente que supo era que sus amigos y compañeros lo miraban con preocupación y le preguntaban que pasaba.

-Mis padres me han escrito.

-¿Que quieren?

-Que vaya a pasar las vacaciones con ellos

-¿Esto qué? -Fue la reacción general de los presentes

-Y me hablan con si hubiera algún tipo de relación conmigo. Hasta la fecha, la única relación que hemos tenido ha sido el compararme con Brian o para culparme de cualquier desgracia que le hubiera podido pasar.

-¿Que vas ha hacer? -Preguntó Athenea mirándolo preocupada -¿Irás?

-No lo sé. Es tan repentino. Debo pensármelo, tengo tiempo.

De las miradas incrédulas que recibía desde la mesa gryffindor, supuso que sus padres le habían dicho lo mismo a su hermano junto con la información de que también lo habrán invitado a él.

Durante los próximos días, Harry estuvo planteándose si tal vez sus padres habían sufrido algún tipo de maldición que les cambiara el carácter porque sino no era capaz de comprender lo sucedido. Al final, apenas tres días antes de que comenzaran las vacaciones, les escribió aceptando la invitación.

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