Capítulo 40

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Capítulo 40

El resto del mes de julio, fue muy tenso dentro de la residencia Potter. Aquel comentario que desde el punto de vista del muchacho había sido minúsculo y sin importancia, había hecho que su familia pisara con pies de plomo a su alrededor. Incluso Brian, que no entendía el por qué de tanto alboroto, después de todo Harry jamás había sido importante para sus padres o para Sirius, y ahora parecía que todo el mundo quería estar a su lado.

Decir que la situación resultaba insostenible, era quedarse corto... había momentos en los que a alguien se le llegaba a escapar algún suspiro involuntario cuando el adolescente en cuestión salia de la habitación. Seguramente las cosas se habrían llegado a poner feas, si no hubiera sido por el hecho que el muchacho se marchaba otra vez a Hogwarts a principios de agosto. Como tal, solo resultaba agotadora.

La marcha a Hogwarts estaba prevista para la mañana del uno de agosto y aunque en la misiva de su maestro indicaba que seria aconsejable que llevara sus enseres personales, también era cierto que le había informado que todo lo realmente necesario le seria proporcionado en su momento y no tendría que conseguirlo por su cuenta.

Así pues, la noche del 31 de julio lo cogió preparando su baúl para no olvidarse de nada que considerase oportuno llevarse con él. A su sorpresa, mientras se planteaba si llevarse sus libros, su hermano entró en su habitación provocando que Noche silbara con enfado, siempre en guardia por si el menor de los Potter trataba de hacerle algo.

-¿Puedo hablar contigo? -Fue la pregunta cortés que le hizo Brian ante su mirada interrogante.

-Supongo. No voy a obligarte a callar ¿Que quieres?

-Preguntarte porque te comportas así con papá y mamá. Les haces daño.

-¿Y eso me incumbe como...?

-¡Les haces daño! ¿No lo has oído? Siempre que quieren hablar contigo, les dices algo hiriente, siempre que quieren hacer algo contigo los dejas plantados... ¿Es que no te importan nada?

-Exacto -Cortó Harry el discurso de Brian.

-¿Qué?

-No me importan, no los quiero cerca. Ahí tienes tu respuesta.

-Pero... son nuestros padres. ¿Como puedes decir algo así?

-No Brian, no son mis padres, son los tuyos. Mira Brian déjame que te lo explique, durante toda nuestra vida no he sido nada más que un cero a la izquierda para ellos, solo importabas tú. Siempre me ignoraban o me olvidaban y cuando se acordaban de mí era para recriminarme cosas que no estaban en mi control o para decirme palabras hirientes. Nunca fui hijo suyo, solo fui una molestia. Ahora, las cosas han cambiado y han recordado que éxito y quieren recuperar el tiempo perdido... Lo siento, es demasiado tarde.

-Pero tú mismo lo has dicho, han cambiado.

-Sí, pero no es por los motivos que tu crees.

-¿Entonces?

-Mira, no quería decírtelo, pero ya que insistes te lo diré. Por una profecía. El motivo por el que te favorecían es porque creían que estabas profetizado a destruir al Lord Oscuro, pero ahora saben que no es el caso y recuerdan mi existencia. Si no hubieran descubierto que no eras tú, las cosas seguirían igual.

Brian lo miró con una expresión incrédula, para unos segundos más tarde hacerlo con enfado. Obviamente, era incapaz de asociar la idea que su hermano había colocado en su cabeza con la que tenia con anterioridad. Ya sabia que las cosas iban a ser así, pero al menos tenía que intentarlo.

La despedida la mañana siguiente fue igual de tensa como lo había sido la convivencia del mes anterior, con el añadido de que ahora Brian mostraba una expresión de enfado y desprecio que no había tenido hacia su hermano desde hacia meses. No se digo gran cosa, solo unos leves gestos antes de que se activara el traslador alejándolo de su sala de estar y depositándolo en los terrenos d ella escuela, donde ya lo espera el que ya era oficialmente su maestro.

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