Capítulo 37

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El resto de las vacaciones de pascua fueron bastante tensas, los Potter trataban por todos los medios de comenzar una buena relación con su hijo mayor, pero él sabiendo sus motivos y siendo incapaz de perdonarles sus muchos años de negligencia, no quería saber nada de su familia, un sentimiento que Brian respondía con la misma intensidad

Mientras Harry se escondía de todas las formas posibles habidas y por haber para tener unos minutos de paz, sus padres se desesperaban porque todos sus intentos caían en oídos sordos. Lo habían probado todo y cuando le preguntaron lo que podían hacer a sus amigos se encontraron con que mientras Sirius resultaba ser muy comprensivo con la pareja (también él había tratado en vano de iniciar una relación con el adolescente), cuando consultaron a Remus se encontraron con solo desprecio y palabras duras por su parte

-¿Y que queréis? ¿Mmmm? Durante casi 13 años habéis ignorado al chico como mínimo y despreciado si no. ¿Acaso pensáis que con decir un lo siento, todo estará arreglado?

-Pero nosotros... -Comenzó la pelirroja

-Vosotros solo habéis sido negligentes con él desde el mismo momento que puede recordar. Si soy sincero, creo que para él solo sois dos personas con las que tiene que vivir hasta que cumpla la mayoría de edad.

-¡No digas eso! No es cierto, no puede ser cierto...

-Será mejor que lo aceptes, Lily... es la verdad.

Mientras sus padres mantenían esa conversación con Remus, Harry estaba en su cuarto preparando su equipaje para volver a la escuela, lo que todo hacia parecer que seria su santuario por el momento... Al menos mientras sus padres no volvieran a la normalidad, o aceptaran que nada de lo que dijeran iba a tener efecto.

Le resultaba extraño pensar que en solo unos meses iba a terminar su tercer año en Hogwarts y que este también seria su ultimo como estudiante... Objetivamente sabia que había logrado toda una hazaña académica, pero subjetivamente le resultaba imposible comprender el porque no había más estudiantes que pudieran hacerlo. Aquello en cierta forma le hizo suspirar con satisfacción, había logrado lo que se consideraba un imposible, y lo más importante sin ningún tipo de ayuda.

Luego, sin hacer caso a la conversación que se estaba dando en el piso de abajo, se fue a dormir... al día siguiente tenía un largo viaje en tren hasta Hogwarts, y si conocía a su hermano, este trataría de hacer alguna trastada durante el viaje al colegio. A veces, resultaba duro tener un hermano tan malcriado.

La mañana del regreso a Hogwarts fue tal vez si cabe más tensa que la semana de Pascua. La pareja Potter seguía conversando la esperanza de una situación más favorable entre su hijo mayor y ellos. Esperanzas que se vieron truncadas cuando el muchacho se mostró frío con ellos, hablándoles solo lo justo.

Harry sabia que estaba siendo rencoroso y que en si no tendría que comportarse así, pero desde su punto de vista estaba más que justificado... uno no podía comportarse como si alguien no existiera y luego esperar que cuando recordabas su presencia lo recibieras con los brazos abiertos.

Así pues, entró en el Expreso sin siquiera girarse para despedirse de su familia ¿para que? ¿Tampoco se había despedido nunca de ellos? Y fue a buscar a sus amigos y a tener para ellos un compartimento vacío. No fue muy complicado encontrarlos, solo tuvo que buscar el que hiciera más ruido de todos y allí estaban después de todo, los gemelos Weasley eran unos alborotadores.

Entrar al compartimiento, fue casi como entrar en casa.. reinaba tal atmósfera acogedora que le hizo olvidar rápidamente la semanita que había pasado con los Potter, disfrutando así de un viaje tranquilo y agradable.

De mientras, y sin que el joven hufflepuff lo supiera, los Potter habían ido al despacho de Dumbledore en cuanto el tren abandonó la estación con la intención de lloriquearle sobre como su hijo mayor no quería saber nada de ellos y como no sabían arreglar la situación.

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