Invisible

Capítulo 15

Los exámenes finales fueron bastante diferentes de lo que Harry se había acostumbrado, después de todo era la primera vez que los hacía con sus compañeros de curso. Para esos, los llevaron a grandes aulas y les dieron plumas encantadas para n poder hacer trampas, poniéndoles unos exámenes teóricos que parecían que no iban a acabar nunca; para la parte práctica los hicieron en sus aulas normales, de uno en uno para demostrar que nadie los estaba ayudando.

Todo el mundo estaba demasiado nervioso para su propio bien y se rumoreaba que más de uno había tenido que ir a ver a la enfermera, la señora Pomfrey, para que le diera una poción calmante porque había estado a punto o había tenido una crisis nerviosa. Muchos de sus ex-compañeros se acercaron a Harry con la intención de preguntarle dudas que tenían o bien preguntarle si se acordaba de lo que le habían preguntado a él en su momento, para poder preparárselo mejor. Luego estaban los de su mismo curso, que parecía que su nerviosismo les hacía entre otras cosas tratar de ayudar a Harry con su estudio, casi como si se hubiera convertido en una cuestión personal el que aprobara todas (de nada sirvió el que se hubiera sacado dos cursos en seis meses y con unas notas perfectas).

Fue una de las semanas más estresantes para la gran mayoría de los alumnos de Hogwarts, sin hablar siquiera de los quintos y séptimos años que en esos momentos tenían sus exámenes TIMOS y EXTASIS (respectivamente). Sobre ellos corrían muchos rumores sobre crisis de ansiedad y ataques de pánico y llanto; había un rumor sobre una ravenclaw de quinto año que se había derrumbado tras su examen de transformaciones, porque según ella no le había ido bien y no sacaría más que un desastroso.

Fue por ese motivo que todos respiraron aliviados cuando entregaron su último examen y podían disfrutar de las dos semanas que les quedaba de curso en completa libertad, ya que por no tener, no tenían ni clases; un concepto extraño para Harry que había tenido un curso totalmente intensivo. Sin hacer caso a Hermione que tenía la intención de repasar todos y cada uno de sus exámenes con sus amigos; todos ellos se marcharon a sus respectivos dormitorios deseando tener una buena y relajante noche de descanso.

"Harry estaba en el Gran Comedor, disfrutando como todos los demás del banquete de despedida; se sentía muy satisfecho consigo mismo, después de todo el curso había sido bastante productivo y aunque le disgustaba el tener que volver a casa al día siguiente, no quería que eso le destrozara su buen humor. En aquellos momentos se encontraba hablando tranquilamente con Atenea mientras esperaban que el director declarara quien había ganado la Copa de la Casa... aunque no era una sorpresa, toda la escuela sabía que había sido Slytherin, seguidos muy de cerca por Gryffindor; ellos, que eran Hufflepuff habían quedado los últimos, para variar. De hecho, en ese momento, se encontraba comentando sobre la actuación de Ernie McMillan justo después de los exámenes, cuando este se levantó de la mesa llamando la atención de todos hacía su persona.

Aquello en si no suponía nada nuevo, después de todo, a Ernie le gustaba ser el centro de atención y muy a menudo solía jactarse de ser un sangrepura, lo cual era irónico teniendo en cuenta que su mejor amigo, Justin, era hijo de muggles. Lo que sí que fue nuevo, fue cuando comenzó a tararear lo que parecía ser un vals y bailando como si tuviera una pareja comenzó a acercarse a donde Susan Bones y Hanna Abbot se encontraban disfrutando del banquete. Para esos momentos, Ernie ya había llamado la atención de todo el Gran Comedor que lo miraban incrédulos, y en el caso de Susan y Hanna completamente avergonzadas cuando intentó convertirlas en su pareja de baile, a lo que ambas obviamente se negaron.

Si esperaban que el joven Hufflepuff volviera a la realidad y se comportara como si mismo, se llevarían una terrible y embarazosa sorpresa; Ernie, sin deprimirse por la negativa de sus compañeras, tan solo sonrió y comenzó a dirigirse a la mesa de profesores todavía bailando el vals y repitió la oferta a una estupefacta profesora Sprout,, a la que hubiera arrastrado a bailar si no fuera porque cuando le cogió la mano volvió a la normalidad... justo antes de horrorizado salir corriendo hacía su asiento en la mesa y tratar de ser completamente invisible ante la risa de casi todos en el Comedor."