Narra AmaiaNo se de donde saqué el valor suficiente para acercarme a sus labios, ahí estábamos él y yo bajo la luz de la luna llena, él se quedó inmóvil mientras yo esperaba ser correspondida, pero no fue así.
-Amaia esto no está bien- dijo apartandose de mis labios dejándome un sabor agridulce por lo cortó y efímero del momento-
Alfred se pasaba las manos por su pelo intentando encontrar una explicación a lo que había pasado, yo lo miraba avergonzada. Como podía ser tan idiota y pensar que esto saldría bien-
- Yo...- Dije con un hilo de voz al ver el nerviosismo de Alfred- lo siento de verdad, no se porque lo hice...- dije intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir- mejor me subo a casa ya
Entre al portal de mi edificio lo más rápido que pude sin dar oportunidad a Alfred de decirme nada, él se había quedado quieto mirándome mientras entraba a casa sin poder articular palabra alguna.
Me metí lo más rápido que pude en mi habitación no quería que Javier me viera llorar.
-¿Amaia? - dijo Javi desde el salón- pensé que llegaría más tarde ¿qué tal te fue?
-Bien supongo -Dije intentando soñar convincente desde el pasillo sin que notará las ganas que tenía de llorar- mañana te cuento -Dije entrando a mi habitación.
Fin de la narración
Alfred se había quedado mudo ante el gesto repentino de la chica, jamás imaginó que la noche terminaría así.
-Mierda- dijo con fastidio al ver que Amaia se había ido casi llorando-
No sabía que estaba pasando, no entendía nada, después de Mónica se juró a si mismo que nunca volvería a sufrir por amor y por supuesto dentro de sus planes no entraba enamorarse de Amaia. Sabía que tenía que hablar con ella y aclarar las cosas pero lo haría mañana, era tarde y seguro que su hermano lo echaba a patadas de su casa por buscar a su hermana a esas horas.
Estuvo caminando unos minutos sin rumbo adentrándose en sus pensamientos y en una herida que no pensaba volver a abrir, pues el paso del tiempo había hecho su trabajo y estaba cicatrizada. Pero fue imposible esa espina envenenada seguía ahí, en sus recuerdos...
Povs Alfred
Acompañantes de la señorita Mónica Sans Trujillo -sonó por el megáfono del hospital-
Me levanté lo más rápido que pude del asiento, ella no tenía familia aquí en Barcelona y yo era su único acompañante.
-¿Es usted familiar de Mónica Saens Trujillo?
-Si soy su novio, bueno su prometido -dije rápidamente mientras me levantaba de un salto- ¿Cómo está? -Dije con voz temblorosa- bueno ¿cómo están?...
-Bueno señor García, ella se encuentra bien - dijo mientras apretaba suavemente mi hombro tratando de tranquilizarme- ha sido algo superficial y no hay de que preocuparse-
Suspiré de alegría por un momento pensé que perdía los perdía.
- ¿Mi hijo como está doctor? ¿está bien? -las palabras se amotinaban en mi boca como un volcán apunto de estallar-
- ¿Su hijo?, lo siento señor García pero su prometida no está embarazada, le hemos hecho pruebas de todo tipo debido al golpe y no da indicios de estar estado- ¿acaso estabais en busqueda? - preguntó el doctor al no entender nada-
Al doctor no le dio tiempo a terminar la frase, ¿no había bebé? esas tres palabras retumbaban en su cabeza mientras salía corriendo del hospital. Se sentía engañado, después de haber vuelto a caer en sus redes ¿por qué a mi? Se preguntaba una y otra vez mientras caminaba llorando sin rumbo bajo la lluvia. Maldijo su suerte y el día que la había conocido.
Ella sabía que Alfred sería incapaz de abandonarla si le decía que estaba esperando un hijo suyo, hacia dos meses que ella le había dicho que estaba embarazada y que no sabía que hacer, Alfred estaba con una crisis existencial y ya no se sentía agusto con ella ni consigo mismo pero un hijo lo cambia todo. Nunca fue planeado al menos por su parte, pero era responsabilidad suya y no iba a dejarla sola.
Los meses de convivencia con ella fueron buenos, sus dudas sobre su sedición están totalmente disipadas, empezaba a poder visionar un futuro con ella y su hijo.
Sino llega a ser por la caída nunca se habría enterado de la verdad lo suficientemente pronto para no sentirse más burlado de lo que ya estaba.
Ella había planeado el embarazo ficticio desde que su relación con Alfred empezó a fraguar, fue algo premeditado y con una sola intención, terminar de destrozar a Alfred.
Ella sentía que no la quería igual que a su música, que vivía por y para ella, se sentía despreciada en cierta forma y decidió que su castigo sería matar sus ilusiones una a una. Alfred siempre la habia tratado bien, es verdad que a veces rompia sus compromisos personales por la musica pero nada tan grave como para darle in castigo tan horroroso.
La caída fue un hecho fortuito que hizo que terminarán sus planes más pronto de lo que a ella le habría gustado pero ya no podía remediarlo, Alfred estaba destrozado y ella feliz por su hazaña.
Dejó de ser el chico risueño y enamorado de la vida para convertirse en un Don Juan sin compromisos con nadie más que con su música y consigo mismo. Intentando así proteger los pequeños rescoldos de su corazón.
Fin povs Alfred
-Como fui tan idiota - dijo golpeando con fuerza la pared-
Unas lágrimas empezaron a caer por sus mejillas, recordar el pasado le hacía daño, era como tener una espina envenenada en su corazón imposible de sacar.
Nadie podría imaginar, que con tan solo 25 años haya pasado por tantos tragos amargos. La vida se había encargado de construirle una armadura de acero.
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Holaa siento haber tardado tanto en subir pero he estado mala con el tema de la entrada de la primavera, la alergia me ha tenido fatal.
He hecho algunas correcciones a la historia.
Espero que os guste y espero vuestros comentarios❤
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¿Y si fuera ella?
Fanfiction¿Qué es realmente el amor? Adentrate en esta historia y descúbrelo con ellos.