Mi lugar en el mundo

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~El cielo es un lugar en la tierra si es contigo~

Narra Alfred

Por fin podía decir que había pasado uno de los peores meses de mi vida, todo se había "calmado" aunque eso no significase que no estaba en el ojo del huracán la mayor parte del tiempo, siendo observado con detenimiento por el entorno más próximo de Amaia. Pase unos días de verdadero agobio, la ansiedad estaba empezando a hacer mella en mi y no pude ocultárselo más, mis fantasmas me habían devuelto a la oscuridad absoluta.

Ella como si fuera un bálsamo sanador en mi alma supo que hacer sin siquiera yo pedirle nada, ella me veía pasarlo mal pero no la culpo, ella ha intentado que nos lleváramos lo mejor posible y siempre intercediendo por mi. Al que parece no hacerle demasiada gracia mi presencia es a Eugen.

Amaia había insistido una y mil veces cada vez que le sacaba el tema que eran imaginaciones mías, que el siempre ha sido así con los desconocidos y un sin fin más de excusas inconexas. Ese tio no me da buena espina y pienso demostrarle que se equivoca con respecto a él y que es de todo menos trigo limpio.

Decidí dejar el tema de Eugen aparte, ahora que estábamos mejor que nunca no era tiempo de buscar un enfrentamiento, eso llegará cuando el de un paso en falso y pueda demostrárselo con pruebas contundentes. No pienso quitarle el ojo de encima.

Después de reflexionar, decidí que era tiempo de darle una sorpresa a mi Amaix. Me levante como un rayo del sofá, debía darme prisa para tener todo listo por la noche pero para eso necesitaría la ayuda de Roi y mi prima Anita que por fin volvía hoy del extranjero.

— No podía volver en mejor momento -pensó para si mismo con una sonrisa enorme dibujada en su rostro-

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Alfred: No sabes la alegría que me das primita :D, necesito tu ayuda esta noche, quiero darle una sorpresa a Amaia (emoticono)

Anita: Cuenta con ello, me muero por conocerla :) y saber quien ha conseguido que vuelvas a ser el Alfred que eras antes. Te dejo que voy a embarcar ¿me recoges en el aeropuerto sobre las doce?

Alfred: Sii, buen vuelo y allí nos vemos ratona :)

— Esta noche Peter Pan y Wendy volverán por unas horas al país de Nunca Jamás -dijo con la mejor de sus sonrisas, disipando así las tinieblas que habían abrasado su pecho durante la noche-

La horas se habían ido volando y entre risas y reencuentros conseguimos tener todo listo en la playa antes de tener que ir por Amaia a su casa. No era por echarme flores pero la verdad había quedado precioso y sin ellos no lo habría conseguido ni en mil vidas.

En una cala de la playa del Prat lo suficientemente alejada del trasiego de la gente se encontraba mi sorpresa para Amaia. Una mesa para dos a la luz de las velas y una cama en medio de la arena rodeada de antorchas que se encargarían de iluminar nuestra noche estrellada.

Después de despedirme de Roi, fui con Ana hasta casa para dejarla a ella allí y prepararme para buscara a Amaia. Caminábamos entre risas y confidencias, no sabía lo mucho que la había echado de menos hasta que llegó de nuevo a mi vida. Siempre fue la hermana que tanto necesité.

— Y pues ya estaría -dijo terminando de colocar el cuello ahumado de la camisa blanca de Alfred- estas como un flan tete, relájate un poco ¿si? -dijo cogiéndolo por los hombros y regalándole la mejor de sus sonrisas- ni que le fueras a pedir matrimonio -rio y dejo un beso en su mejilla antes de salir de su habitación-

¿Y si fuera ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora