Secreto a voces

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Puede parecer exagerado pero nunca había sido tan feliz como está noche, estar en los brazos de Amaia, amarla y protegerla había sido sin duda la experiencia más bonita de toda mi vida.

No he sido un santo, a lo largo de mi vida había estado con muchas mujeres, bueno desde-----, a partir de ese momento mi vida fue en picado. Me refugiada de bar en bar y de cama en cama, hasta que me topé con Marta, no teníamos la relación más sana del mundo pero sabía entenderme como nadie al igual que mi prima Ana.

Desde pequeños habíamos sido como uña y carne pero conforme fuimos creciendo cada uno tomó su rumbo. Ella se fue a vivir a Italia, donde terminó su Master y donde también conoció a su actual novio.

Seguimos hablando por teléfono, pero no es lo mismo que tenerla a mi lado dándome apoyo o consejo como cuando teníamos 7 años y me defendía de los abusones del parque por ir a ensayar con mi trombón en vez de jugar al fútbol.

Me pierdo en mis pensamientos y sin saber cómo terminó viendo una foto que le saqué en las últimas vacaciones que pasamos juntos, hace ya 6 años. Estaba preciosa, era única.

- Mmm que miras desde tan temprano - dijo una Amaia que se quejaba por la claridad y enrredaba sus manos al rededor de mi cintura media dormida- ¿quién es? -pregunto al ver la foto en mi teléfono-

Alfred al principio no supo que contestar, era verdad que no había nada malo en decirle que esa chica era su prima pero aún le quedaba una parte de su corazón por abrirle a Amaia y creía que no era el momento.

Le daría la versión corta de toda la explicación.

-Es mi prima Amayix- le dijo mientras le acariciaba el pelo-

-¿Y por qué tienes esa cara tan triste?

-Es que hace mucho tiempo que no la veo y la echo de menos, era como mi hermana mayor ¿sabes? -dijo con una dulzura inmensa en sus palabras mientras su cara se teñia de una sonrisa triste al recordarla y sus ojos empezaban a brillar-

-Ay Alfred -dijo mientras se sentaba en la cama y le cogía la cara para que la mirase- ¿estáis peleados o algo así? ¿por eso no la ves?

-Que va -rió tratando de quitarle importancia- fue culpa del tiempo y de la vida pero no quiero hablar de esto ahora -depositó un suave beso en sus labios- ahora solo estamos tu y yo -sonrió-

Pero la paz no duró mucho tiempo, un móvil empezó a sonar desesperadamente, su sonido retumbaba por toda la habitación al ritmo de let me love you de Justin Bieber .

-Mierda mi móvil -musitó Amaia mientras ponía patas arriba todo buscando el dichoso aparato que no paraba de sonar-

Después de revolver la habitación semidesnuda, encontró el teléfono debajo de la cama.

-¿Si? -dijo algo agitada por el revuelo que había montado-

-AMAIA ROMERO ARBIZU ¿DÓNDE ESTÁS METIDA?

Amaia tuvo que separa el móvil de su oreja, si su hermano se había propuesto dejarla sorda lo estaba consiguiendo.

-Javi tranquilizate...

- ¿Cómo quieres que me tranquilice Amaia? -seguía alterado,parecía que de buenas a primeras se iba a salir del teléfono- anoche te deje en el bar, con Ángela y con tu amigo el que dice ser gay y me dice el susodicho que te lió salir corriendo de la mano de otro chico.

-Amaia Romero sólo te digo que como hayas vuelto a las andadas te mando de nuevo a Pamplona con mamá y papá, me da igual como te pongas y los años que tardes en terminar la carrera -su tono serio y frío hicieron que a mi estómago le diera un vuelco-

¿Y si fuera ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora