Why (JungKhei / WooCas)

1.3K 152 130
                                    


—¿Te apetece ir al cine juntos, YukHei?

Parpadea y lo mira de arriba abajo. El nervioso chico se le ha acercado al término del turno en el trabajo, pasadas las siete de la tarde, donde el horizonte y el sol se juntan en los lindes de Seúl; el atardecer es plenamente visible desde los amplios ventanales del quinto piso, que bañan de tonos dorados la cabellera castaña de Kim JungWoo.

Las comisuras de los labios de su compañero se levantan en una sonrisa delicada, que deja entrever toques de timidez en sus pómulos sonrosados.

—...Estrenaron una película nueva hoy, se ve buena, de mafiosos —enarca una ceja mientras JungWoo se rasca la nuca insistentemente con el dedo índice, prosiguiendo con su propuesta—. O podemos ver otra en mi casa, contraté Netflix así que...

—Hoy tengo planes.

Le ve abrir la boca, como si fuera a responder, pero pronto sus labios se fruncen en una sonrisa estrecha.

Luce decepcionado.

—Ah... está bien.

Caminan juntos, en silencio, apagando los equipos que aún quedan en funcionamiento. Cuando terminan su labor y se retiran, da un vistazo por el pasillo que se encuentran, afuera de la oficina que ha cerrado celosamente tras de sí. Del equipo de trabajo, compuesto por otros nueve programadores como él y JungWoo, ya no queda nadie rondando a aquellas horas; todos se han ido a disfrutar de una merecida noche de descanso de viernes. Agudiza el oído, para comprobar si efectivamente se encuentran solos. El único sonido que sobresale es el zumbido de la luz de neón que tienen sobre sus cabezas, marcando su presencia con un ruido constante y titilando más rápido que sus parpadeos.

JungWoo se despide con un asentimiento formal. Su delgado cuerpo —vestido en una camisa rosada y pantalones café oscuro que le quedan a la perfección— comienza a caminar en dirección contraria, alejándose. Su brazo derecho balancea un maletín de cuero, visiblemente lleno de papeles; tal vez ese peso el que hace que sus hombros luzcan más caídos de lo normal.

Se aclara la garganta, y lo dice.

—Lo siento, bebé. Tal vez mañana, ¿sí?

Causa de inmediato su objetivo más ambicioso: JungWoo se queda paralizado en mitad del pasillo, mas no voltea. Pese a la distancia, cree oír los latidos desenfrenados de su corazón.

—Déjame saber, estaré disponible todo el día.

—Sí. Lo haré.

—¿YukHei...?

—Dime.

—...Realmente, déjame saber si quieres salir o no. Cuídate. Duerme bien.

No responde. Deja que se vaya, y solo cuando han pasado suficientes minutos como para calcular con certeza que JungWoo ha abandonado el edificio, es que se va. Afuera, las luces de las tiendas ya se han encendido, compitiendo con la negrura que se va apoderando del cielo.

Toma el siguiente tren hasta su hogar, un departamento como todos los demás de la calle residencial, ideal para solteros, pequeño pero suficiente para su persona. Cambia sus ropas en un santiamén: se quita la corbata y la camisa, y desliza una camiseta sin mangas que resaltan sus bíceps bien entrenados; abajo, sus pantalones de oficinista son cambiados por otros de imitación de cuero, ajustados, ligeramente brillantes. Se calza sus botines estilo militar y sale, ataviado en un abrigo largo que complementa su altura y que a la vez hace frente a la noche de viernes que recién comienza.

Wong YukHei tal vez debería sentir algo cada vez que asiste a los bares gays y se apega al cuerpo de otro chico, siempre más bajo que él mismo, palpando y toqueteando con claras intenciones de ir más allá. Tal vez debería sentir algo, sabiendo que probablemente JungWoo está con teléfono en mano, solo en su cama, esperando a que le desee buenas noches. Existen tantos tal vez, tantos quizá, como el qué sucedería si logra que el pelirrojo de allá se meta a su dormitorio, o si mejor lo intenta con el rubio de la esquina junto a la barra.

February // one-shots de NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora