Fiesta. Capitulo 9

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Justamente a las siete, ya estábamos entrando en el carro de Cassidy; ella llevaba un lindo vestido ajustado color menta que se le ajustaba al cuerpo perfectamente, su cabello rubio caía en ondas como la primera vez que la conocí, sus tacones se abrochaban hasta la mitad del muslo y prácticamente parecía toda una modelo.

- me siento rara.. - comenté cuando me subí al Chevy de ella.
Resopló. - bah, te ves hermosa... Olvídate de todo y se una adolescente por un momento. - vió mi cara de nerviosismo mientras mas nos acercábamos y me consoló - tranquila, todos aquí son geniales. - me guiñó un ojo - solamente, no aceptes bebidas que no vengan de Will o de mi, por favor - suplicó. Casi me rio, pero su semblante era serio así que solo asentí.

¿No aceptes bebidas de alguien que no sea ella o Will? ¿Por que? ¿Tenían droga? ¿Tequila?
- droga... Algunas veces, las personas traen.... - dijo ella
- ¿que?
- lo que dijiste - me miró con el ceño fruncido.
- ¿lo dije en voz alta? - pregunte

Asintió. Bien. No aceptar bebidas de desconocidos, Mackenna. Apenas llevas una semana aquí. Tranquila, tómatelo con calma, me ordené a mi misma.

- llegamos - dijo ella con entusiasmo mientras aparcaba en una casa de dos pisos con luces iluminando la casa.

Rollos de papel estaban colgados en el árbol de afuera, la multitud se oía adentro y no pude sentir nauseas. ¿Que haría yo aquí? Bueno, tenia a Cassidy y... Will. ¿Esta Raymond ya? ¿Vendría en auto?

Mi estomago daba vueltas.

Al momento en el que cruzamos la puerta todas las personas nos vieron, al parecer mi mejor amiga no los había notado, pero, yo si. Las chicas porristas estaban aquí y nos miraban con cara de desprecio, por lo que lo tomé como una buena señal. Personas se agrupaban en la improvisada pista de baile en la sala. Había una enorme esfera en el centro. Luces decoraban todo el lugar. Las personas reían, cantaban, bailaban... ¿Vomitaban?. Asqueroso, concordé cuando vi a un chico vomitar en una maceta.

Espero y alguien limpie eso.

- por aquí - me agarró de la mano Cassy cuando yo no reaccioné.

Estaba conmocionada. Jamas en mi vida, había visto tanta gente apiñada en un solo lugar. Tanto ruido. Era sofocante. Llegamos a la cocina y nos sirvieron (en frente de nosotras) un vaso rojo de cerveza.

Todo esto era desconocido para mi: la cerveza, la escuela, la gente, las miradas de cólera, todooo. Así que con todo el valor que pude reunir, tome un sorbo de cerveza con demasiada paciencia.

Sabia ..., bien. Diferente. Completamente nuevo.

- ¿quieres bailar? - me incitó. Negué con la cabeza mientras señalaba el patio.
- saldré un momento, todo esto es nuevo para mi. - indiqué. Primero pude ver confusión en sus ojos, pero después acepto. Supe que algún día le tendría que explicar. Pero, no ahora.

Deslicé la mosquitera y salí al aire fresco. Suspire, todo eso era una mezcla de humo de cigarrillos, tequila, alcohol, sudor... Agh. Sabia que era normal, sin embargo, no me apetecía acostumbrarme tan pronto. Di unas respiraciones profundas y asentí a la luna.

Bien, tu puedes hacer esto. Haz pasado por situaciones peores... Y, ¿te preocupa una fiesta?. Eres Mackenna McDay.

- ¿disfrutando del aire fresco? - una voz me sobresalto y yo instintivamente me agarré el corazón. Mi ritmo cardiaco subió diez veces mas cuando ví a Raymond parado con una camisa azul marino y unos pantalones negros. Genial, justo lo que necesitaba para tranquilizarme.

Sus hipnotizantes ojos verdes-grises destacaban en la oscuridad, haciéndolos cálidos y curiosos. Sonreía mientras esperaba una respuesta.

Di algo.

- hola ... - dije tartamudeando. Me sentí como una tonta. El se rió al notar mi desliz.
- ¿no te gusta la fiesta? - preguntó curioso. Negué con la cabeza.
- no estoy acostumbrada a esto - contesté sinceramente. Tiré la cerveza en el césped. El se rió.
- ya veo... - empezó a encaminarse lentamente a una banca alado de un hermoso árbol y palmeó a su lado. Mi corazón empezó a latir mil veces mas fuerte. ¿Que hago? ¿Me siento? ¿Que le digo? ¿Que me dirá?. - no te haré nada, M&m - sonrió con malicia.
- bien - me senté cuidadosamente cruzando las piernas. El se quedo viendo pero quitó rápidamente la mirada.
- te ves preciosa - me elogió. Me sonrojé de inmediato. - sobretodo con ese hermoso rubor ... - levantó la mano para tocar mi mejilla pero la retiró rápidamente. Sacudió la cabeza. - ¿como va la apuesta? - preguntó con el humor de siempre.
Contesté como siempre - bien para mi, mal para ti - afirmé muy segura de mi misma.
- bien... Espero y esto haga la diferencia - metió la mano en el bolsillo de atrás y agarró mi mano. No sabia que era, su mano extremadamente grande cubría todo. Se sentía cálido y era algo de ¿metal? ¿Plata?. Me miró a los ojos y vió algo que le dió el animo suficiente.

Quitó la mano. Revelando todo.

Era una pulsera de plata. Con varios ¿dijes? ...en una bolsita de tela rosa.

Vió la duda en mis ojos y prosiguió.
- ¿sabes? Siempre soy yo el que te pregunta de la apuesta... - puso sus manos en la nuca y me miró con aire despreocupado. Seguía sin entender - así que... Esta pulsera, medirá ¿que tan avanzado estoy...?. Cada vez...- señaló la bolsita de tela - ... Que yo haga algo bueno. Tu pondrás un dije en la pulsera. - me miró con demasiada intensidad. Lagrimas me estaban llenando los ojos. No lo podía creer. ¿El había hecho esto? ¿Por mi? ¿Por una simple apuesta? ¿Una pulsera de plata?. Es lo mas tierno que alguien había hecho para mi. - así, podré saber yo... Si lo estoy haciendo bien o no ... - se encogió de hombros. No tenia palabras.

- ¿tu ... La... Compraste... Para ... Mi? - pregunté. Sus ojos se veían confundidos.
- por supuesto, M&m.

Lo miré a los ojos. ¿Que le pasaba a este chico? ¿Por que me sentía así? ¿Por que quería lanzar todo y besarlo? ¿Por que?. No sabia por que.

- gracias - susurré sinceramente. Me sentía halagada y sentía que todo mi cuerpo explotaría. No me cabía mas aire en los pulmones. ¿Es asi como se siente siempre que alguien te regala algo con aprecio..? Probablemente.
- es solo una pulsera - se encogió de hombros.
- ¿¡solo una pulsera!? - dije en voz alta. - no es solo una pulsera. Jamas me habían regalado algo porque lo quisieran hacer... - miré la hermosa pulsera mientras el la sujetaba - ... Siempre tenían algo que pedir.
- ¿crees que es gratis? - dijo el con un tono de burla en la voz. Negó con la cabeza exasperado. - por supuesto que no... - me dió su sonrisa marca registrada. - no te bastará con esos dijes, M&m. - seguía indignado. - necesitarás toda la tienda, pero... Me conformaré - bromeó.
- tu enorme ego sigue ahi, ¿sabes? - imité su voz perfectamente. La puerta del mosquitero se abrió.

- ¡¡¿MACKENNA?! - gritó Will. Inmediatamente salté.
- ¿que pasa? - contesté un tanto furiosa. Sus ojos estaban como platos y le dió a Raymond una mirada envenenada.
- ¿por que no me dijiste que habías llegado? - me reprendió mientras me daba un fuerte abrazo. ¿Por que me da abrazos aquí?. - ven, vamos adentro... Tengo una sorpresa para ti. - me prometió. Mi estomagó cayó.

Volteé a ver la vara de Raymond y simplemente le di una sonrisa de disculpa.

- gracias... - dije - ¡tienes un dije! - grité. Lo único que pide ver fué su deslumbrante sonrisa al momento que dije eso.

Quería estar mas tiempo con el. Pero, sabia que no podía. El jamas querría a alguien como yo. No debía estar con alguien como el ... romperá mi corazón.

Inolvidable | Temporada 1| [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora