Explicacion. Capitulo 18

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******bueno, aquí les dejo este capitulito por aquí y todas esas cosas por allá, den voto, porfavor! Cualquier sugerencia, y o, comentarios, no duden en dejarlos********

La luz del sol me daba en los ojos. Me moví y el olor de huevo con tocino inundo mi habitacion.

¿Por que trajo Jen huevo con tocino? Ella siempre esta ocupada entre semana. Me tape la cara con la almohada y esperé a que dijera algo. Nada. Nadie me habló y el olor seguía ahi.

Me tallé los ojos y sentí algo en las muñecas seguido por un dolor agudo en la cabeza. Oh dios. Mi cabeza palpitaba, me sentía con asco, debil, y mareada. ¿Por que? ¿Que pasó?

Las cosas revoloteaban a mi alrededor y no podía ver ningún punto fijo. Cerré mis ojos con fuerza y los abrí.

¿Donde estaba? El panico me reemplazo y empecé a ver a mi alrededor, estaba en unca cama king size, una mesita con una lampara de lava estaba alado, una puerta estaba enfrente de mi por lo que supuse que era el baño. ¿Quien me trajo aqui?¿me secuestraron?

Secuestraron.

Eso querían ayer, ¿cierto?. Oh ¡me querían secuestrar!. Matt, Trent, James.... Raymond. Recuerdo que le dije a Matt que me llamara, su hermana. El necesita mi ayuda.

Busqué mi celular en el bolsillo de mis pantalones cortos y recordé que lo había lanzado por la pared. ¿Por que hice eso? ¿Porque traía vendas? ¿Quien me las puso?.

Alguien tocó la puerta sacándome de mis pensamientos. Rápidamente me levanté haciendo que mi cabeza respingara.
- ay... - dije mientras me masajeaba la sien. Un Raymond cansado y con un corte en el labio estaba parado majestuosamente. Me tensé.
- buenos días - susurró.
Asentí con lagrimas en los ojos, sabia que si hablaba me arrancaría a llorar y no quería que supiera que es a causa de el. No me gusta que me vean llorar.
- ¿como amaneciste? - señaló mi cabeza con su
Me levanté y me empecé a quitar las vendas. El solo me miraba intensamente con sus hermosos ye estúpidos ojos raros. No sabía como actuar, ¿debería de actuar todo bien? ¿Le debo de hablar? ¿Agradecerle, porque me salvó la vida ayer? Bien, no tenia ni idea.

Las muñecas las tenía moradas. Demonios. ¿Como taparía esto?

Aventé las vendas, acomodé mi coleta mal hecha y me apresuré a la salida. El se adelantó y se interpuso.
- ¿que estas haciendo? - preguntó con el ceño fruncido. Su cercanía olía deliciosamente bien y eso me afectó, negué con la cabeza y crucé los brazos en mi pecho, no lo veía a los ojos. - Mackenna... - dijo mi nombre lentamente. - ¿que pasa? - preguntó ahuecando mi cara. Mi labio inferior temblaba, me sentía débil, mareada, adolorida... Y verlo lastimado y confundido me ponía peor.
- tengo que irme - me liberé de su mano y traté de avanzar. -Raymond... Tengo que irme. - dije.
- mirame a los ojos Mackenna - dijo
Negué.
- Mackenna, mirarme a los ojos - ordeno bruscamente. Me estremecí y lo miré.
- ¿quieres hablar de esto? - preguntó amablemente
- por favor, Mackenna... Quiero ayudarte... - suplicó tiernamente. Pensé la frase por unos momentos, mi tristeza, mi enojo, mis lagrimas, ¡todo fue por él!, la pulsera, las miradas... ¿Para que? ¿Para que me deseche como una cualquiera? No lo creo.
- ¿quieres que te diga exactamente, que pasó? - miré su cara mientras hablaba frenéticamente - bien, te contaré ¿que pasó? Ayer casi fuí secuestrada por unos tipos que me dejaron asi ... - me señalé - y tu tienes ese corte en el labio, estoy confundida, cansada,siento un terrible dolor de cabeza y siento que te odio... - terminé de decir.
El me miraba con una tristeza profunda en sus ojos. ¡Esa no era la reacción que quería!. ¡Quiero que me diga algo!.
Negué con la cabeza y solté una risa histérica. Pasé por debajo de su brazo.

Agarré la manija de la puerta. Miré sobre mi hombro para verlo parado viéndome con interés, estaba en shock.
- bien, creo que ya ganaste la apuesta ¿no? Ya me tuviste en tu cama. Goza tu recompensa - dije fríamente antes de cerrar la puerta fuertemente.

Su cara fue de arrepentido. No podré sacar esa imagen de mi mente por un largo tiempo.

-¡Mackenna! - gritó alguien detrás de mi. Miraba a mi alrededor. Estaba cerca de el campus. - ¡Mackenna, espera!

En menos de diez segundos, ya lo tenía enfrente de mi.
-¡déjame sola, Raymond!
- no, Mackenna
- ¡solo vete, Raymond! ¡Tienes mas personas con las que apostar! - escupí ácidamente
- Mackenna, escuchame - me agarró de los hombros y me miró desesperado. Por primera vez lo pude apreciar bien y noté que tenía unas manchas debajo de los ojos, un corte en el labio y un ojo ligeramente morado. Tragó saliva y me miró fijamente. Esperé por unos momentos. Sus ojos se veían hermosos. Su playera sin mangas blanca dejaba al descubierto sus muy esculpidos brazos, su cabello estaba desacomodado, sus pantalones colgaban sensualmente por debajo de sus caderas. - Mackenna, si hice esa apuesta- aceptó. Mis ojos se llenaban con lagrimas. - fue el segundo día que te conocí, hice una estúpida apuesta con unos chicos del equipo.. - negó con la cabeza - pero después vi tu bondad, tu forma de ser, tu increíble forma de transmitir las cosas y... La rompí ayer, iba de regreso cuando vi a los dos chicos que te llevaban, todo mi cuerpo se sintió caliente, solamente quería dejarlos inconscientes a cualquier modo, tu cuerpo, tu con cinta en tu boca y con esa marca en tu... - cerró los ojos y apretó los puños a los costados. Se veía realmente enojado.

Lo miré con curiosidad. No había una respuesta lógica que pudiera decir... ¿Gracias? ¿Lo lamento?. Negué con la cabeza y le puse una mano en el hombro mientras el mantenía cerrados sus ojos y me dejaba a la vista sus enormes pestañas largas. El sonrió divertido.
- ves... - señaló - tu me estas consolando cuando soy yo la que te debe de estar consolando, eres demasiado buena. - dijo. Negué con la cabeza.
- es solo que tu eres un idiota - señalé sorbiendo por la nariz
Se rió por un momento - si, soy un idiota, me lo merezco. - declaró tristemente. - ¿sabes? Creo que lo que me lastimó más fue no ver la pulsera en su lugar y que fuera reemplazado por unas horribles magulladuras. Lo siento tanto, Mackenna. Por todo.
Me encogí de hombros- no fue tu culpa, las cosas pasan
- si, pero yo no estuve ahí para tí
- no puedes estar conmigo la veinticuatro horas del día...- señalé
El esbozó una sonrisa maliciosa y me miró con picaduría - y... ¿Por que no? - preguntó
Le pegué en el brazo con el puño y un dolor agudo me picó. - ¡ay! - chillé
Su cara se alarmó. - ¿estas bien? - preguntó - necesitamos ir a vendarte y tienes que descansar
- ¿donde está mi carro? - pregunté mirando frenéticamente. Lo había dejado en la librería, afuera. Demonios. El me miro con diversión y con disculpa.
- ¿que? - le pregunté
- esque, Jack fue por el carro en la mañana, desgraciadamente no encontré las llaves, me imagino que se te cayeron cuando ... - torció la boca - ocurrió el incidente. No tarda en llegar. - me prometió. Me agarró de la mano y sentí ondas de electricidad en todo el cuerpo. - hice huevos con tocino - me miró de reojo - ¿te gustan?
Lo pensé por un minuto, vi comprensión en sus ojos. - puedo hacer wafles o hot cakes, bueno, la verdad es que Jack los hace, yo no... Pero lo puedo intentar - decía frenéticamente
Me reí. - Ja, debiste de haber visto tu cara... - le dije.
- oh, ¿con que será así? ¿Eh? - me amenazó.
Me seguí riendo frenéticamente. - si
Me agarró por la cintura y me puso en su hombro como si no pesara nada. Sentí un curioso deja vú.
- ¡¿que estas haciendo?!- grité-reí
- darte tu merecido - amenazó- te cansaras de mí. - prometió
- claro... - me burlé de la primera parte.
- ¿eso es un reto? - preguntó levantando una ceja, traté de mirarlo a los ojos y un brillo de diversión estaba en ellos.
- creo que si...
- te arrepentirás

Inolvidable | Temporada 1| [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora