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Especial: Mes del Orgullo.

Especial: Mes del Orgullo

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«Confiésalo».

Un año atrás.

Desde el instante en el que lo vi supe que sería mi ruina disfrazada de salvación; la razón de que al fin saliera del mundo en el que nos adentraron desde pequeños creía yo, pero no hice otra cosa que involucrarme y meterme más en esa oscura y macabra venganza que jamás me correspondió.

Casi nadie haría lo que yo; traicionar a un Leroy acarreaba la muerte, pero ¿qué pasaba si era otro Leroy el que lo hacía? No se traicionaba a la familia, pero fue esa misma familia quien me enseñó a hacerlo.

Todo lo que sabía era lo que me enseñaron. No fui el primero y tampoco el último en ejercer la palabra traición. El apellido Leroy se acompañaba con la deslealtad y los genes no estaban en el ADN, sino en la crianza.

Y yo, por más que me rehusara a hacer lo que ellos, no era inmune a la maldición de tal apellido ni a sucumbir en la tentación.

—¿En dónde está?

Con cada paso hacia el interior de Lo Lirios, los ojos curiosos de los transeúntes me seguían, quizá un poco intrigados por mi similitud con el dueño.

Las mujeres estaban haciendo su espectáculo de table dance sobre tarimas e islas con billetes en sus caderas y refregándose contra tubos de acero. Vestían arneses, cuero, látex y botas brillantes con tacones muy finos. Solo expertas podrían usarlos sin caerse y este burdel estaba repleto de ellas. Pasé de una que se me acercó con mirada llameante porque no había cosa que me importara más que encontrarlo.

—Ah, hola, hermanito. —Daryl sonrió en lo que lanzaba a su mesa una carta de póker. Sobre su muslo una rubia se sentó y le besó el cuello, dejando rastros del labial en la piel dorada de mi hermano. Él la miró con un gesto de desaprobación y se la quitó de encima—. Yo estoy bien, gracias por preguntar.

—No estoy para tus juegos. Dime en dónde está.

Le robé las cartas y las lancé al centro de la mesa, revelando el contenido para que la partida llegara a su fin.

—Pero ¡¿qué haces?!

Se levantó para enfrentarme; eso quería y eso logré.

—Dime. En. Dónde. Está.

—¿Por qué te importa tanto?

—Eso no es de tu incumbencia.

—Pues tampoco es de tu incumbencia saberlo.

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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Un Gangster Enamorado ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora