Capitulo 4

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Salí del edificio de apartamentos en el que vivía, la verdad no estaba para nada mal solo somos 10 vecinos en mi comunidad es preciosa la verdad con garaje propio para todos los vecinos, jardines, piscina. Llevo viviendo aquí 5 años desde que salí de Chicago y no venimos a vivir aquí a New York siempre me gusto esta ciudad asique cuando todo mi mundo se derrumbó decidí que este sería el sitio para volver a resurgir de mis cenizas. Pero eso otra historia.

Me subi mi coche un Jeep me encantan herencia de mi madre creo, conduje hasta el hospital aparqué en mi plaza y entre. Soy la médico más joven que ha llegado a ser jefa de su propia planta más trabajo mucho estrés y la verdad pagan bien. Paso mi tarjeta de identificación para abrir la puerta de mi despacho, dejo mi bolso y me pongo mi bata y engancho mi identificador en la solapa de la bata, enciendo mi ordenador y voy a por otro café a la sala común de la planta y si soy prácticamente un obsesa del cafe.
Pase a la sala común y me encontré al encantadoramente pesado Dean Percks

  -Hola preciosa Lis -Me dijo con una sonrisa en los labios-

  -Buenos días Doctor Percks. -le dije un tanto sería noe gustan tanto amiguismos en el trabajo llamare rancia pero siempre he sido asi soy amigable en la calle en mi trabajo soy la persona más seria que podrás conocer.

   -Vaya Doctora Phelbs tan cortante y sería como siempre cuando me concederas el gran honor de salir contigo? Dijo con un tonto coqueto

   -Pues a ver dejame pensar aaaa si nunca Percks somos compañeros de trabajo y amigos nada más. Dije lo más seria y tajante que puede en ese momento.

  -Vaya directo a la friendzone pero bueno siguiente admirandote eres un persona increíble y a la vez inalcanzable. Dijo mirándome con un poco de desilusión en la cara.

  -Lo siento eres buen tío y me caes bien pero no entra en mis planes citas ni nada de eso. Le dije sonriendo un poco. - Y ahora vamos que tenemos trabajo que hacer y el día a veces es más corto de lo que debería.

Salimos los dos de la sala común de los médicos y nos metimos en mi despacho al ser jefa de planta me asignaron uno para mí sola.

   -Bien a ver tienes que pasarte a ver a los pacientes de la 211, 215, 405 y 426 después tienes una operación de corazón de la señora Lineres para el bypass a las 4 de la tarde. Me dijo dándome los informes de los pacientes y lo papeles correspondientes a la operación.

   -Gracias Dean iré a hacer mi ronda y después te aviso para que asistas en la operación. Le dije sin míralo revisando los expedientes.

Él salió de mi despacho y yo detrás cogi el ascensor y fui directa a hacer las consultas a las habitaciones de mis pacientes.

A las 4 menos 10 avisé a Dean al anestesista y a las enfermeras para que fuera para el quirófano 3 y realizar la operación de las señora Linares.

A las 8 de la tarde había acabado todo y estaba realmente cansada apenas me había dado tiempo a comer algo entre todo el trabajo que tenía y de papeles.
Estaba en mi despacho ya medio recostada en la silla giratoria me pongo de pie y voy a al almacén con mi bolso y cojo algunas cosas para los moteros heridos que había en mi casa no entiendo ni porque pongo el peligro mi trabajo robando material de hospital pero bueno lo cojo todo y cierro. Vuelvo a mi despacho y dejo mi bata y cojo mis cosas para irme cuando estoy cerrando mi móvil empieza a sonar. Y veo que es la señora Adams mi vecina de enfrente.

   -Buenos tardes Señora Adams necesita algo? Esta usted bien? Le digo nada más descolgar.

   -Mi niña tienes que venir creo que han entrado a robar a tu casa se escuchan muchos ruidos y gritos mi niña creo que pasa algo malo llamo a la policía? Mierda los moteros.

  -Eh no no tranquila Señora Adams no llame a nadie voy enseguida es Melissa que ha vuelto y seguramente esté con su novio no tardó nada Señora y gracias por llamarme a mi primero. Colgué antes de que pudiera contestar solté unas cuantas palabrotas y me fui directa a mí coche.

Llegue a mi casa y la señora Adams tenía razón se escuchaba desde la calle el ruido que venía desde mi casa.
Abrí la puerta y me encontré con 15 personas en mi salón hablando a voces y bebiendo se mi cerveza y mi whisky entre ellos en el medio de todos estaba Connor y un pálido Roise.
Grité para hacer escuchar y nadie me hacía caso asique metí los dedos en la boca y silbe lo más alto que pude.
Todos se giraron sorprendidos a mirarme.

  -Bien ahora que tengo vuestra atención LARGO DE MI CASA

  

La hija del diablo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora