La hija del diablo.

Capitulo 7

Melissa se fue a hacerle la sopa a su querido Roise y si me había dado cuenta como se miraban realmente parecía que hay amor entre ellos.

   -Buenos Roise piensas darle el chaleco con tu nombre a Meli o solo es un culo rico más al que te está tirando e ilusionando. -Le solté sin pensar demasiado en las palabras que estaba diciendo.
Los dos moteros me miraron como si tuviera tres ojos.

   -Yo eh a ver quiera hacerlo la noche que nos dispararon pero ya sabes qué pasó, quería hacerlo bien no sé creo que la quiero y que tú no deberías meterte en esto. Nisiquiera sé cómo sabes lo de los chalecos. -me dijo con una mirada inquisitiva.

   -Que más da como lo se simplemente lo se lo que no quiero es que la tengas como capricho ella es mucho más que eso. -le dije ahora de mal humor.

   -Has sido la old lady de alguien?- Hablo ahora Connor mirándome de una forma que no me gustaba nada.- Sabes mucho sobre moteros y llevas un tatuaje realmente interesante nos hacemos esos tipos de tatuajes porque son una muestra de amor y sabes que ese será para siempre y no lo olvidaremos porque lo llevamos en la piel.

  -No he sido la old lady de nadie y aunque fuera así no es tu puto problema ni porque se ciertas cosas. -Le dije de manera cortante. -Solo quiero el bien de mi amiga y que no le pase nada.

Dije levantándome para ir a mirar la herida de Connor.

   -Me dejas? -Le señale la pierna y el solo me dio un asentimiento y se bajó los pantalones.

Me puse a mirar la herida había sangrando un poco pero iba bien no creo que tarde mucho en curarse y entonces vi un tatuaje parecido al mío pero con el emblema de su club creo que yo no soy la única que le debe amor eterno a alguien. Pero mi caso es diferente yo tengo el mío por mi difunto padre el único hombre que me quiso de verdad y que ahora no está. Con el tatuaje solo quise recordarlo de alguna manera.

   -Creo que no soy la única que no ha dicho toda la verdad- le dije señalado su tatuaje.-Deberias avisar a tu mujer que estás aquí y de otras cosas.

Termine mi trabajo y me levanté furiosa de allí intento cogerme de la mano pero me aparte de la manera más rapida. Tenía una mujer una old lady y debía respetarla. Los moteros que dan sus letras en un chaleco deben ser fieles no una basura es lo que siempre me recordó mi padre cuando le preguntaba por el chaleco de mi madre. Y si vengo de una familia de moteros pero eso es otra historia. Voy hacia la cocina para calmarme y hablar con Melissa.

   -Estas bien? -me pregunta nada más verme la cara. 

   -Eso creo Mel solo confusa nada más. Cuéntame qué pasó

Respiro fuerte y me miró.

   -Realmente no se mucho de eso sabes cómo son los moteros con sus mujeres no les cuentan mucho, solo que habíamos salido a cenar yo y Roise estabamos muy bien pero llamo Connor porque decía que nos habían seguido salimos de allí rápido y al llegar a la gasolinera cerca de aquí abrieron fuego contra nosotros y lo de después ya lo sabes. -Me dijo terminando de echar la sopa en el plato. -voy al salón vienes?

   -No, me voy a dormir necesito descansar, tener cuidado y no hagáis mucho ruido.

La dejé con la palabra en la boca y me fui para mí habitación pasando por el salón nisiquiera les mire. Entre y solté un gran resoplido, tenía que haberme dado cuenta un hombre como el tenia que tener una mujer y realmente no me apetecía que me diera una paliza por hacer cosas con su hombre. Ley de moteros, mi padre me explico todas recuerdo lo emocinada que estaba en ese momento con el club ama mi vida allí pero como siempre la vida nunca es lo que queremos que sea, he perdido demasiadas cosas ya en el camino. Me tumbe en la cama y me eche a llorar como no hacía desde hace años y me quedé dormida entre lágrimas.
Tuve una pesadilla sobre la noche en la que lo perdí todo me desperté asustada y empapada en sudor y al intentar levantarme me di con la espalda de alguien me giré para ver a Connor acostado a mi lado y sin camiseta seguramente sin pantalones. 
  -Pero que coño haces aquí largo.- Le dije después de darle un manotazo en el brazo.

   -Eh relájate el sofá es la ostia de incómodo necesitaba descansar. -me dijo todavía tumbado en mi cama.

   -Y porque cojones te tenías que meter en mi cama quien coño te crees , que mierdas crees que pensará tu mujer cuando se entere.

  -Mi mujer? -Me dijo mirándome a los ojos.
   -Si tu mujer he visto el tatuaje y se lo que significa eso. -Le dije sentado me en la cama.

   -No tengo mujer por lo menos ya no. - respondió con la mirada perdida en la pared de enfrente.

   -Porque? Le pregunté sin pensar demasiado la pregunta.

   -Murio de una sobredosis hace dos años. Dijo mirándome fijamente.

   -Lo lo siento no tengo que meterme en esas cosas no es de mi incumbencia. Respondí cabizbaja se lo que es perder lo que más quieres en este mundo.

   -No no lo es pero te lo cuento porque quiero que lo sepas. Me dijo cogiéndome el brazo atrayendome a su lado.

De un movimiento raro me tumba en la cama y lo tengo encima si darme cuenta se coloca entre mis piernas.

   -Connor tu herida no deberías estar haciendo esto quítate. Intenté empujarlo sin lograrlo de ninguna manera.

   -No importa no duele. Me dijo mirado mis labios.

   -Claro que importa podria pasarte algo.

No acabe de decir bien la última palabra cuando me estaba atacando los labios con un beso desgarrador y yo sin pensarlo le seguí el beso era como si necesitara de el.