La hija del diablo.

Capitulo 44.

Mierda.

Es lo único que se repetía en mi cabeza en ese momento me había bloqueado por completo me subí a la moto me puse el casco dispuesta a volver a huir de nuevo tal vez esta vez a otro país borrar mi huella de cualquiera parte y dejar para siempre atrás cualquier atisbo de la hija del diablo. Alomejor fingir mi muerte pero en ese momento mi cabeza y mi cuerpo no me respondieron y empezé a pensar que estaba tendría que hacerlo todo sola no podría arrastrar de nuevo a Melli conmigo ella había conseguido la vida que siempre deseo sin que su pasado la persiguiera y sin ella yo no podría volver a hacerlo y tampoco podía volver a ser cobarde y esconderme para siempre quería enfrentarme al hijo de puta que me jodió la vida para siempre y tenía claro que debía avisar a Connor y a Melissa asique me baje de la moto y volvía a dejar el caso para encaminarme y volver a entrar dentro del club. Al entrar alguien me atrapó en un abrazo de oso que no me dejaba apenas respirar.

  -Lo siento de verdad no sé porque dije todo aquello yo...-Dijo Connor y yo le calle.

   -Tenemos que hablar en privado.-Le dije lo más seria posible y nos fuimos hacia su despacho me sentó en la silla y el en la suya.

  -Lis de verdad que en cuanto dije aquello me arrepentí y empecé a buscarte pero no te encontraba y.-Le volví a interrumpir.

  -Connor yo solo necesito saber qué no soy un parche para olvidar a tu mujer siento como si me estuviera tirando desde todos los putos acantilados más altos o aviones sin ningún tipo de paracaídas y no sé veo cómo se acerca la ostia más grande de mi vida.-Se levantado de la silla y se agachó a mi lado.

  -Te quiero en mi vida quiero intentarlo contigo no eres un parche de verdad es solo que Lizzie me vuelve loco con sus niñierias y le prometí a su hermana que la cuidaría pero a veces de verdad que no se qué hacer.

   -Connor yo quiero ver lo que pasa entre nosotros pero no podré si está el fantasma de tu ex mujer nisiquiera me has hablado de ella y de el echo que casi entras en pánico cuando pensabas que podría estar embarazada solo tengo dudas y yo no soporto eso.-Me callo la boca con un beso en el cual se me escapó una lágrimas independientemente de lo que me está diciendo tengo miedo, miedo a no ser suficiente a realmente dejar mis sentimientos florecer y que me los aplasten encima alguien que nisiquiera sigue viva.

  -Eres como un oasis en medio del desierto para mí algún día te hablare de ella y de todo pero no estoy preparado ella se fue y de una manera en la que sólo me hizo sentirme mal y culpable  pero  necesito  que sepas  y entiendas que esto es real y que quiero que tú estés a mi lado .- Dijo mirándome a los ojos y de verdad quiero creerle sacudí la cabeza porque tenía que sacar el tema por el que volvía a entrar.

  -Vale ahora necesito enseñarte algo y que me ayudes.-Dije y el encarnó una ceja saque el sobre con las fotos y la nota.

  -Mierda, no me jodas donde has encontrado esto?.-Dijo con cara lúgubre.

  -En mi piso cuando me fui con Melli ayer para su fiesta, Connor no quiero huir más quiero que ese hijo de las mil putas pague y yo seré quien le haga ver lo que la hija del diablo puede hacerle.-Le dije ya con los ojos incendiados.

  -Vale calma te ayudaré y te protegeré no puedo permitir que te pase nada pero este hijo de puta es listo son fotos Polaroid no pueden hacerse copias ni se puede rastrear la impresora que las saco es prácticamente irrastreable.-Dijo llevándose la manos a la cabeza para tirar de su pelo.

  -Lo se alomejor lo más inteligente es dejar que llegue a mi que piense que puede cogerme no crees?-Dije y el palideció al momento.

  -Ni hablar estarás protegida de echo mandaré a alguien a por tus cosas te quedas aquí.-Sentencio.

   -Que? No no no espera te he dicho que quiero tu ayuda no que seas mi padre o que me des órdenes.-Levantadome de la silla.

  -Lis mírame te pongas como te pongas te quedarás aquí y no saldrás hasta que encuentré a ese cabron.

   -A no no eso sí que no yo tengo un trabajo y una vida mínima pero una vida y no voy a terminarla por ese hijo de puta no voy a dejar que vuelva a intimidarme.

  -Esta bien saldrás pero irán prospectos contigo.-Sentencio cuando iba a contestarle sonó su teléfono y me calle el se puso a hablar y veía como su cara cambiaba. Colgó

  -Lis tengo que irme han atacado la sección del norte y necesitan nuestra ayuda mierda nisiquiera tengo quien vigile a Lizzie pero tú te quedarás aquí porfavor necesito saber que estás a salvo mientras no estoy , dejare aquí gente de confianza pero no sé qué hacer con Lizzie.-Dijo ya más que exasperado.

   -Me haré cargo de ella solo por esta vez entendido y solo porque está Mel aquí me quedo cuando tienes que irte y cuánto tiempo.-Dije sacando el labio de abajo a modo de puchero.

  -Me tengo que ir ya y no lo se cariño tardare lo menos posible lo juro porfavor cuídate vamos tengo que darme prisa te llamaré todos los días.

Salimos y aún con dudas el se fue a coger algo de ropa, armas y cosas necesarias para el viaje y yo me fui abajo al bar con la corazón en la mano y el nudo en la garganta tenía más miedo por su seguridad que por la mía. Bajo junto a su consejo Roise incluido con una llorosa Mellisa las hormonas ya la atacan. Connor se acercó a mí.

  -Toma la tarjeta magnética de la tercera planta y la llave de mi habitación ya le he dicho a Lizzie que ninguna tontería contigo gracias por el favor te lo recompensare te lo juro.
Bien hijos de puta ella es Lis la doc la conocéis si pide algo se lo dais sin rechistar y como me enteré de que le habéis echo algo os colgaré por los cojones en el patio.-Me saco por la puerta y antes de subirse a su moto me cogió la cara y me beso pero esta vez el sabor era Amargo de despedida y con miedo de no volver a encontrar esos labios junto a los míos.

Y así se fue y yo me quedé parada en ese aparcamiento donde hasta el polvo se había asentado ya, y el sentimiento que tenía era desolador y en ese momento realmente no sabía los días que me esperaban.

Bueno amores aquí os dejo otro capítulo, gracias por leerme y estar junto a mi. Lean voten y comenten un besazo.