La hija del diablo.

Capitulo 89.

Después de ese día las cosas empezaron a ir más rápido y parecía que todo estaba en calma alomejor se han olvidó o han dejado de lado el tema vamos a cazar a la diabla.

En mi séptimo mes de embarazo mi hijo decido encajarse en mis costillas dejándome a mí sin respiración o le daba por moverse cuando estaba andando o hablando me cosía a patadas se nota que este crío es de su puñetero padre. Connor me dio una sorpresa aunque un poco cursi y acaramelada me gustó, compro una casa a 3 km del club alegando que no quería que su bebé se criara entre humo de cigarro y alchool, aunque sabe perfectamente que pasaremos más tiempo en el club que en casa pero no hay quien lo saqué de sus trece.

Mi relación con Melissa y Roise ha mejorado decidí dejar de lado mi rencor y mi mala leche serán las hormonas del embarazo que me hacen hacer estas cosas, su hija está preciosa y es muy risueña, el club ahora tiene varias familias con hijos y me han integrando muy bien en ese núcleo, ya no voy a trabajar al hospital por baja de maternidad pero si de vez en cuando ayudó en el club a los hermanos , sus mujeres y los niños. Me siento como en casa aunque esté todo lleno de personas buscadas por la ley, que han asesinado, torturado pero siempre con un motivo justificado y nunca a mujeres y niños.

Connor me trata como si fuera de cristal el más frágil del puto y jodido mundo le quiero dios sabe que le quiero pero puedo hacer las cosas por mí misma no puedo ir a ningún sitio sin vigilancia, se que hay algo que le preocupa y yo no paro de sentirme vigilada, de echo ha investigado a todos y cada uno de los hermanos que hay en el club para ver si hay más topos como lo fue Lucy.

En el octavo mes de embarazo cada vez me veo más enorme, no puedo verme los pies, apenas se supone que soy primeriza mi tripa no tenia que ponerse tan enorme pero he de decir que la comida de Greta tiene la culpa o mis antojos nisiquiera puedo atarme los cordones de los zapatos sola, por suerte tengo a mi hombre fornido que por lástima a mi persona me ayuda, sigo con el alibido por las nubes y aún así el me satisface en todo he de decir que es más complicado ahora, quien les diga que el sexo es malo en el embarazo que sepáis que es una burda mentira de echo ayuda en muchos aspectos.
Cada día me siento más hinchada , dolorida y realmente no puedo alejarme del baño ya que me meo cada dos minutos, tengo la tetas demasiado sensibles y a veces un humor de perros.

Y así llegamos a mí semana 38, enorme hinchada, con demasiada calor por estar en verano , esta mañana me he despertado sola pero con un zumo al lado para refrescarme, Connor sale a correr todas las mañanas porque estaba obsesionado con recuperar su masa muscular y la fuerza que perdió durante el tiempo ingresado.
Me levanto despacio y cómo puedo ya que parezco una tortuga del revés hace una semana tengo pequeñas contracciónes de preparación no me preocupan pero hoy es diferente.

Me puse de pie con dificultad y me dirigí al baño para descubrir que había roto aguas que no es como en la películas que empapas el baño entero simplemente te mojas tu y las piernas por lo menos en mi caso. Saliendo de mis cavilaciones intentando no entrar en pánico grite.

  -Gretaaaaaaaa, Melissaaaaaaaa ayudaaa.-Sali del baño gritando mientras Greta llegaba con una toalla enroscada en la cabeza, decidió quedarse en club desde que salimos del hospital por su seguridad.

  -Cielo que pasa.-Dijo con un ojo a medio pintar haciendo que yo me riera risa que se me cortó con una primera contracción.

  -Aaahhhhg estoy estoy de parto.-Palidecio al instante.

  -Mierda, voy digo vamos digo Melissaaaaaaaa.-Empezo a ponerse histerica eh aquí la mujer que ha tenido 3 hijos.-Donde está mi hijo dios dame un momento o espera vístete.

  -Calmate,Connor ha salido a correr no tiene que tardar en llegar y este bebe si va a tardar en llegar todavía no estoy dilatada y las contracciones todavía no son seguidas relájate y ve a cambiarte y avisa a los demás.-Solte calmada mientras intentaba ocultar mi propio miedo y la incomodidad que sentia dios este dolor no se compara con ninguno otro.