Capítulo 5: Mar y tierra. Aletas y piernas.

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Solo me quedé mirando sorprendido. Pensando rápidamente sobre porque esa chica no era atacada. Simplemente reaccione por instinto, tome una roca mediana y la lance hacia el tiburón justo en las branquias. Esto hizo que se estremeciera en el agua agitando el agua todas partes. La chica, presa del pánico, solo se hundió en el agua de nuevo mientras intentaba escapar del lugar.

Aunque no comprendo porque no simplemente sale del agua a las rocas, después de todo, es el lugar más seguro y el suelo es liso pero no resbaloso. Después de eso, trate de correr hacia la salida para escapar y alertar a todo el mundo de lo que ocurrió. Pero no vi por donde iba, tropecé con mis propios pies y caí en el agua. Aunque no era profunda, tenía el suficiente espacio para el tiburón y este comenzó a nadar rápidamente hacia mi. Un deja'vu traspaso mi mente haciéndome recordar lo de ayer.

Literalmente me congelé ante una muerte segura y de pronto, sentí como un par de manos me empujaron por la espalda y me hundieron en el agua antes de que el tiburón me atacará. Fue tan repentino que no me dio tiempo de tomar aire suficiente y bastante agua entro en mis pulmones y luego de eso solo hubo oscuridad.

Hubo un momento en que realmente pensé que había muerto. Aunque ese pensamiento se fue rápidamente cuando comenzaba a recuperar la conciencia.

Lo siguiente que recuerdo es despertar lentamente en medio del suelo de la cueva. Tenía un buen dolor de cabeza y me sentía mareado por toda la conmoción. Mientras trataba de sentarme apoyando mi espalda contra la pared de la cueva, escuchaba la voz de la chica. Podía oír que estaba discutiendo con alguien, pero no escuchaba respuesta de nadie.

-Sabes que esto es incorrecto. Ni siquiera deberíamos estar aquí a esta hora del día- decía la voz de la chica. A medida que discutía más, me acercaba con cuidado para averiguar qué ocurría -No me vengas con eso, todo esto es tu culpa... No quieras librarte de la culpa que te corresponde. Si no lo hubieras atacado ayer, el no habría ido a mar abierto... Ha, ¿Ahora me vuelves culpable? Si no hubieras intentado matarlo no habría tenido que salvarlo en primer lugar- se notaba en su tono de voz que estaba muy molesta.

Seguí avanzando por la cueva. La voz provenía del fondo de la cueva. Caminé con cautela y cuidado de no caer de nuevo. Lo que vi frente a los ojos fue impresionante. La chica estaba en medio del círculo que el tiburón hacia en el agua. Pero ella no mostraba signos de estar asustada ni mucho menos. Era como si estuviera hablando con su mejor amigo. Había escuchado sobre relaciones entre personas y animales pero jamás creí realmente que pudiera existir una relación como esa. Confiando tu vida a un tiburón blanco.

-¿Que crees que estás haciendo?- pregunte sorprendiendo a la chica. Claramente mostró un rostro de terror y sorpresa cuando me vio.

Luego simplemente se hundió en el agua para ocultarse de mi. El tiburón comenzó a nadar hacia mi de nuevo y estaba listo para correr cuando la chica salió del agua de nuevo justo frente al tiburón.

-No dejaré que le hagas daño- dijo con firmeza. El tiburón solo redujo la velocidad un momento solo para rodear a la chica, dar una vuelta a su alrededor y luego salir de la cueva.

-¿De verdad me salvaste ayer?- le pregunté a la chica que lentamente se dio la vuelta en el agua.

-S-si- dijo con nervios sin llegar a mirarme a los ojos.

-Bueno, me gustaría saber cómo lo hiciste- dije amablemente. Si ella me salvó, espero que pueda mostrarle cuan agradecido estoy con ella.

-Ya tengo que irme- dijo para luego tratar de escapar a través del agua hacia la salida. Pero quería que ella se quedará, y simplemente salte al agua para evitar que se fuera.

-Primero dime cómo me salvaste. Y también porque hablabas con ese tiburón como si te entendiera- me mantuve firme sin moverme y con los brazos cruzados.

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