Cap.2 ¿Quién eres?

6.2K 377 76
                                    

Elizabeth Lionés

Desperté y me di cuenta que me había dormida al pie de la cama junto con el vampiro, levanté la cabeza y me encontré frente a frente con su cara dormida. Se veía dormido pero sabía por su expresión que aún sentía dolor, su cabello estaba revoloteado y brillaba por la luz del sol de la mañana. La tentación de tocarlo era increíble, por más que intenté contenerme mi curiosidad le ganó a mi razonamiento.... por eso extendí mi brazo y lentamente acerqué mi mano a su cara, mientras mi mente comenzaba a nublarse, acaricié su cabello por unos segundos, sintiendo la suavidad de las hebras que rozaban la piel de la palma de mi mano, su rostro aunque rígido y severo, se veía increíblemente atractivo, tentándome a que llevara mis caricias más lejos, pero mis fantasías fueron interrumpidas cuando su mano agarró mi muñeca con una fuerza increíble.

De inmediato me alejé de él, mi cara resplandecía de lo roja que estaba. El vampiro me miraba fijamente pero sus ojos....Ya no eran negros. De repente intentó incorporarse, pero algo se lo impidió. Sí, yo había amarrado su mano derecha a la cama, sentí un pinchazo en mi pecho, cuando vi lo poco hospitalario que ese gesto se veía, intentó zafarse pero le fue inútil, si seguía se lastimaría, los puntos aún no estaban los suficientemente firmes como para asegurar que la herida no se abriría, así que hablé.

— Si sigue forcejeando se lastimará —de inmediato me miró, al parecer hasta el momento y por una extraña razón  él había ignorado mi presencia, por lo que pude ver como su rostroahora siguió forcejeando más fuerte, pataleando con todas sus fuerzas— Hey, hey calma está débil no gaste energía por favor.

— ¡¿Qué quieres de mí, humana?! —su voz era de pura ira, suspiré pesadamente— ¡Dime!

— Solo quiero que se calme, por favor deténganse.

— ¡¿Acaso quieres convertirme en tu esclavo, quieres matarme o hacer experimentos conmigo?! —solté un bufido mientras posaba mi mirada en el techo de habitación, mi paciencia ya comenzaba a agotarse.

— No...

— ¡¿Entonces por qué?! ¡¿Por qué me salvaste?!

— Porque quería ayudarlo.

—  ¡No te creo, humana...!

— Oiga, sí, entiendo el por qué usted desconfía de esa forma en mí.... sí, entiendo por qué cree que le voy a hacer algo malo...¡La mayoría de la gente de este país lo haría! Pero en serio, créame no le haré nada malo...—Mis palabras lograron calmarlo un poco, por fin dejó forcejear, aunque su mirada de desconfianza no dejó su expresión— Bien... —suspiré.

— No creo que "porque quería ayudarlo" sea una buena respuesta.

— ¿Eh?

— Lo repetiré de nuevo...¿Por qué me salvaste? —suspiré de nuevo, esta vez me acerqué y me senté en la silla en la cual me había dormido la noche anterior, al hacerlo él se alejó de mí como pudo, lo miré apenada. Creo que el rostro amargo con el cual le miraba hizo algún efecto en él, porque luego de unos segundos me devolvió la mirada con el mismo gesto, mientras su forcejeo se apaciguaba, el ambiente sobre nosotros se envolvió con la misma amargura, sin embargo, sentía como que esa amargura ya fuera un residente bienvenido en esa habitación desde hace mucho tiempo, de hecho, ha sido un residente bienvenido en Britannia desde el comienzo de la guerra. 

— Yo no soy como ellos, vampiro.

— ¿En qué forma?

— En la forma en la cual no pienso en ustedes como... —suspiré, en serio casi me causaba arcadas el hecho de estar repitiendo esas palabras— "animales incivilizados".... —le miré, su expresión se calmó aun más. Ahora ya no me miraba con desconfianza, ahora lo hacía con confusión— me fascina su forma de ser, no son como nosotros.... les importa más la gente que los rodean y las aman mucho, además...

Esclavo peligroso MELIZABETHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora