Cap.18 Fachada improvisada.

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* M E L I O D A S P O V *

Ambos reímos por unos segundos, la atmósfera entre nosotros había pasado de pesada a amena. Y nuestros brazos aún seguían sobre el hombro y cabellera del otro, técnicamente nos estábamos abrazando, por un momento pude decir que nuestros problemas desaparecieron, o que al menos no estaban tan presentes como de costumbre.

— ¿Elizabeth? —ambos dimos un respingo, entrando en cuenta de que nos habíamos olvidado de algo, o más bien alguien.

El huésped no deseado.

Aunque, viéndolo desde un punto de vista más objetivo, el huésped no deseado era yo.

— ¿Quién está ahí? Te escuché hablar con alguien hace unos segundos... —el chico comenzó a forzar la puerta, Elizabeth de inmediato me dio la orden de meterme en su armario, pero no hice caso. Esta vez era yo quien tenía un plan, uno bastante arriesgado pero que si daba resultado sería la perfecta excusa para dejar de ocultarme.

En tan sólo segundos, un intervalo de tiempo tan corto que a Elizabeth no le dio tiempo de detenerme, me acerqué a la puerta y sin dar recado giré la perilla, abriendo la puerta y dejándome a la vista del hombre que se hace llamar su cuñado.

— Hola, cuñado de Elizabeth —hablé en un tono de fanfarrón, mientras hacía mi cabello hacia atrás. Estaba queriendo dar un aire varonil, pero por dentro estaba muerto de miedo, al igual que Elizabeth, quien me miraba incrédula y molesta.

— ¿Tú quién...? ¿Quién es él Ellie? —dijo en un gesto de molestia, casi como si a los pocos segundos de conocernos, el chico había comenzado a odiarme, creo que hasta asco sentía por mí.

— Oh, ¿Ellie dijiste? No sabía que alguien más te tuteaba con ese apodo... —la miré unos segundos, el estar de espaldas a Gilthunder me dio la oportunidad de guiñarle un ojo a Elizabeth, pidiéndole que confiara en mí, luego volteé hacia él, mirándole de arriba hacia abajo, pues también podía decir que el sentimiento era mutuo, él no terminaba de agradarme.

— Yo iba a decírtelo, pero necesitaba tiempo ¿sabes? Viniste de repente —dijo Elizabeth, pude ver como el ceño del chico se frunció un poco, pues al darse cuenta de eso su disgusto cayó un poco por la vergüenza.

— Lo siento... Yo...

— Qué bien que pudieron arreglar eso entre ustedes —interrumpí, mientras, quitando a Gilthunder del camino, me dirigía a la habitación de enfrente— pero debo decir que tengo demasiado sueño como para meterme en discusiones familiares, te veo más tarde, Ellie...

Alargué la última palabra, mientras entraba en la habitación que el tipo que me miraba con odio solía llamar suya. Al cerrar la puerta solté un suspiro, el plan había funcionado.

Sorpresivamente, lo había hecho.

* E L I Z A B E T H P O V *

Miré a Gilthunder, quien se había quedado mirando la puerta de su antigua habitación durante unos segundos con una mirada de odio. Luego su mirada pasó a estar sobre mí diciéndome que le diera una explicación, pero rápido.

— ¿Es en serio Elizabeth? ¿con ese tipo? ¿No había mejores opciones en esta ciudad de mierda? —dijo mientras caminaba por el pasillo en dirección a la sala de estar mientras yo le seguía, fruncí el ceño.

— Créeme, no hay mejores opciones —dije orgullosa, mientras dejaba escapar esa pequeña molestia que su presencia estaba causándome, pues en cierto modo estaba insultando al señor Meliodas.

O debo decir ¿"mi novio"?

Estaba un poco molesta con él, pero debo admitir que esta situación estaba comenzando a darme gracia. Aunque debía ser cuidadosa, no podía dejar que Gilthunder le dijera a alguien más de la familia sobre el señor Meliodas, eso llamaría demasiado la atención y es lo que menos queremos, lo que menos quiero para él. Gilthunder se dio la vuelta, mientras me dirigía una mirada incrédula, luego cayó de lleno en el sofá, mientras yo me dirigí a la cocina, anochecía y quería preparar la cena para todos.

— ¿Qué fue? —esa pregunta me tomó por sorpresa, al igual que no la entendí del todo.

— ¿Qué?

— ¿Qué fue lo que te atrajo de él? Porque a mí me parece un idiota egocéntrico.

Haa... Estoy bastante segura de que él escuchó todo eso.

Tomé asiento en uno de los taburetes de la encimera mientras apoyaba mi barbilla en la palma de mi mano, acababa de poner el agua a hervir para poder preparar la pasta que planeaba hacer, tenía tiempo suficiente como para tomarme la molestia de explicarle eso a Gilthunder.

— Pudo parecerte presumido, pero de hecho estaba nervioso, nunca lo he presentado a alguno de la familia y no planeo hacerlo en un tiempo —le advertí, mientras él tan sólo asentía—. Pero en realidad es un chico dulce, amable y honesto, que siempre pone a los demás antes que él. De seguro está durmiendo ahora, no le menciones que te dije esto...

— ¿En serio? Parecía del tipo de hombres que les gusta jugar con las mujeres...

¿Jugar? Creo que él nunca ha conocido el contexto en el cual utilizas esa palabra.

— Es que le gusta parecer así, eso le da seguridad, pero la verdad, él no gusta de ser alguien así, él puede arriesgarlo todo por ti, si es necesario —dije con algo de melancolía, recordando todo lo que ha hecho por mí— Pero lo mejor de todo es que es fatalmente guapo.

Pude escuchar como hubo un estruendo en esa habitación, como si algo se hubiese caído. Algo que también cayó fue la mandíbula de Gilthunder, la verdad es que esta chica, Elizabeth Liones, nunca había hablado de esa forma. Reí bajándome del taburete, acercándome un poco a Gilthunder.

— La verdad es que también es muy tímido... —susurré, mientras sonreía con una mirada juguetona. De no haberlo convencido eso, no sé qué lo hará. Luego con la mirada neutra, volví a mi quehacer, buscando la pasta en alguno de los estantes.

CONTINUARÁ...

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Buenas  noches amigos, he vuelto al ritmo normal de publicar cada domingo ¿Era así cierto? No lo sé, tengo mucho tiempo sin tener un intervalo de fechas para publicar, pero he decidido tomar el asunto con un poco más de seriedad.

Recomiendo que estén preparados, porque voy a poner mano dura en el pan.

Ah, también para aquellos que aún esperan actualización de Escuela Secundaria, déjenme decirles que la historia está siendo editada, por lo que, como dice su título en la portada, la historia seguirá pausada hasta que pueda terminar su edición.

¿Por qué? admítanlo, la narración al principio es una completa mierda, además de que algunos hechos que planeaba hacer quedaron salteados en la historia, por eso cuando la leo ahora me parece ridícula, y a mí las historias ridículas, no me gustan.

Con mucho amor y cariño les dejo este capítulo.

Para su disfrute.

— Destiny.


Esclavo peligroso MELIZABETHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora