Cap.21 Riña

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*E L I Z A B E T H P O V*

Abrí la puerta, las lágrimas y el enojo se habían disipado. Era casi medianoche, había cerrado las ventanas de mi habitación por el inmenso frío que comenzaba a colarse. Mientras soltaba un suspiro entré en la sala de estar, encontrándome con Gilthunder echado encima del sofá. El enojo por el que tanto había metido para calmar volvió a encender mi sangre. Gilthunder se dio cuenta de mi presencia, incorporándose con bastante brusquedad. La ira no dejó que le dejara hablar, pues tan sólo pudo pronunciar mi nombre antes que lo abofeteara. Quise darle otra, bueno muchas más, pero me detuve, pues vi como su cara estaba llena de golpes.

Obviamente no había sido yo, una sola cachetada no podría ser suficiente para dejarle tales moretones. Bajé mi mano, dejando atrás la buena idea de golpearlo hasta el cansancio. Caminé de vuelta a mi habitación, trayendo del baño el famoso botiquín de primeros auxilios, lo lancé en sus piernas, haciendo que él saltara en sorpresa.

— Sé que tomaste ese cursillo en la infantería, puedes curarte solo —dije, tomando camino hacia mi destino original, la cocina. Dentro de ella me encontré con el desastre que había dejado por preparar té para Gilthunder y para mí. Haciendo que arrugara el entrecejo con molestia, comencé a limpiar con una brusquedad impresionante, disculpándome mentalmente con la vajilla que tanto me había costado conseguir, pues iba a dejarle grietas a la mayoría.

— Debes sentirte afortunado —dije llamando su atención, limpiaba con furor la encimera, tanto así que se podía escuchar el sonido de la toalla húmeda rechinar contra el azulejo. Gilthunder me dirigió una mirada esperanzado, dejando lo que estaba haciendo para prestar total atención hacia mí, podía ver el brillo en sus ojos, creyendo que iba a perdonarlo de nuevo— Como aún no has desempacado tan sólo tendrás que tomar tus maletas e irte.

Pude ver como su rostro se desencajó, la decepción se dibujaba a detalle en su cara. Solté una sonrisa discreta, mientras terminaba de limpiar.

— Elizabeth, por favor, sé que lo hice está mal, pero-...

— ¿Te atreves a decir que sabías que lo que hacías estaba mal? ¡¿Entonces si lo sabías por qué lo hiciste?! ¡¿Acaso alguna vez te dado el derecho de jugar conmigo?! —Grité, caminando hacia él de nuevo, mientras le apuntaba repetidas veces con mi dedo índice— ¡Yo no soy tu maldita prostituta!

Le dije finalmente, haciendo que todo se sumiera en un silencio infernal, Gilthunder bajó la cabeza, admitiendo todos sus pecados. Me alejé de él y recogí los cojines que habían caído al suelo por la lucha pasada. Volviendo a ponerlos de nuevo en su lugar, todo mientras Gilthunder mantenía su vista fija en mí, pidiendo perdón.

— Y por favor, vete mañana —dije, tomando su teléfono del suelo, el cual de seguro se había caído en aquellos momentos pasados, y dándoselo a Gilthunder, quien decepcionado lo tomó— y no vuelvas nunca.

Terminé, caminando de nuevo hacia mi habitación.

En el camino me di cuenta de algo, en las últimas semanas había estado dudando sobre si seguir adelante con el plan que los chicos y yo habíamos estado ideando. Sentía que había algo deteniéndome, tenía sentimientos encontrados, todos los recuerdos pasados de mí y mi antigua familia estaban deteniéndome con la simple excusa de que los traicionaría. Para ser honesta, Gilthunder era el único con quien seguía teniendo contacto de todos ellos, y ahora que corté nuestra "relación" siento que me quité un gran peso de encima.

Siento que por fin puedo dejar ir esos años.

Me detuve a mitad de camino, volteando la mirada hacia la de enfrente. Gilthunder necesitaba un lugar donde dormir y también recoger las pocas cosas que había desempacado para que pudiera largarse de aquí. Abrí la puerta de la habitación, buscando a Meliodas con la mirada, al no encontrarlo busqué en el armario, pero tampoco estaba ahí. Me preocupé y con estrepitosos pasos llegué al baño de la habitación, encontrándolo en la misma condición, vacío.

No está.

¡Meliodas no está!

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Cortito el cap, pero bueno es lo que ustedes querían. Pero no se preocupen, el próximo capítulo será más largo.

Se despide.

— Destiny


Esclavo peligroso MELIZABETHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora