Buenas noches, morena linda.

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Camila se me desapareció de la vista, supuse que había ido hacia arriba a arreglarse para dormir por lo tanto preparé algunas cosas para llevar y comer y ver una película si es que a ella le parecía.
(Narra Camila)
La señorita Lauren Jauregui me pareció una mujer muy hermosa, no podía esperar algo mejor de una chica que estuvo tres años en compañía solamente de su mascota, no era la bienvenida que esperaba ya que venía a ayudarla, pero no podía juzgarla, ni crucificarla, simplemente agradecer que las cosas no salieron peor.
En cuanto llegamos al acuerdo de cómo dormiríamos subí en cuestión de segundos al segundo piso de la casa y vi la habitación, era bastante grande, me sorprendió. Arreglé la cama donde se suponía que dormiría y me dirigí al sofá en el que dormiría Lauren, lo probé y era comodísimo, pero aún así algo andaba mal, ese tipo de sofá debía poder extenderse y quedar como una cama entonces me las arreglé buscando la manera de dejarlo de esta manera hasta lo lo logré y hacía una perfecta cama de una plaza, moví lo que ahora era una cama hasta dejarla al lado de la mía, dudo que eso le pueda causar molestia, después de todo no dormiríamos juntas, cerca pero en camas distintas. Busqué sábanas limpias, mantas y un cubrecama y acomodé todo en la cama que utilizaría Lauren. Tardé un buen rato en hacer todo eso y no me di cuenta cuando llegó Lauren, ella sonrió sorprendida por el orden que había echo y me confesó que ella no pensaba dormir prácticamente en una cama y que nunca descubrió que el sofá podía hacer eso.– Si suena no me culpes, resortes sin uso y viejos. –Me excusé con una amplia sonrisa mordiendo un poco la punta de mi lengua. –Me sorprendes, Camila, pero me gusta. –Ella respondió y no pude evitar sonrojarme con lo que había dicho aunque tenía muy claro que no era yo quién le gustaba, si no mi actitud. Lauren era demasiado linda, sus ojos eran preciosos y me intimidaba cuando me observaba tan profundamente que realmente pensaba que podía inclusive ver lo que estaba pensando, la descubrí observando mi trasero y la verdad no es algo que me haya molestado, porque sin querer parecer una persona egocéntrica no lo tengo en mal estado, al contrario.
(Narra Lauren)
Camila me sorprendió, nunca nadie se preocupó por mi comodidad en años y que eso suceda me hacía sentir como cuando era pequeña y mi madre me cuidada, incluso me hacía sentir el mismo trato que mi difunta esposa me daba, sin dudas ella era increíble, luego de como la traté se comportaba de una manera impecable.
Me senté en lo que era mi cama ahora y sonreí al verlas unidas, en un momento volteé y vi a Camila quitándose su top a lo que abrí mi boca en modo de sorpresa y volteé rápidamente.– Mierda, perdón, perdón Camila, no quise... –Hablé dando una explicación, pero ella me calló.– Shh, tranquila, a cualquiera le puede suceder, además no es primera vez que alguien me ve de esta manera. –Ella dijo y tras eso me guiñó un ojo, me dijo después que se podía cubrir los ojos para que yo me cambie en paz y le dije que solo voltee, me cambié y podría jurar que en un momento ella me estaba mirando, pero le resté importancia y me metí a la cama, acomodé las bandejas con comida y ella de inmediato comenzó a comer diciéndome que le encantaban las palomitas.– Mientras dejes para la película estará todo bien.– Hablé haciéndola reír y su risa simplemente era hermosa. –Claro que dejaré, ¿me permites elegir la película?– Preguntó con una carita de cachorrito a la que no pude decir que no y le permití elegirla, le gustó una de disney que era "Enredados" comenzamos a verla entre risas y pequeñas pláticas ya que Camila me retaba si hablaba mucho y estuvimos de esa manera hasta que la película acabó, Camila refunfuñó porque quería ver otra, pero teníamos que descansar de un día tan agotador entonces la convencí de ver una película mañana y no ahora, llego la hora de despedirse y nos tiramos algunas bromas y luego susurré -Buenas noches, morena linda. –Ella rápidamente se volteó, sabía que había oído perfectamente.– Nada,dije que hay que dormir. –Hablé rápidamente oyendo un suspiro de su parte, sabía que quería que lo repitiera.– En ese caso, buenas noches, ojitos lindos. –Ella murmuró y yo reaccioné exactamente igual que ella a pesar de que había oído, pero simplemente quería oírlo, pero obtuve la misma respuesta que yo le di a ella y esa noche, la primera noche de tres años dormí con una enorme sonrisa en mi rostro.

Soy Leyenda (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora