Perdón.

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Dormí aproximadamente tres horas, me bañé y luego bajé dispuesta a pedirle perdón a la morena por haber sido tan grosera con ella, en cuanto llegué abajo me encontré con ella de espaldas a mí lavando algunas cosas que tenía sucias, admiré su cuerpo que parecía que hubiese sido esculpido por Dioses, pero esas ideas desaparecieron cuando ella se volteó viéndome con una ceja alzada, seguramente sabía que miraba su gran y redondo trasero.– Uhm yo... yo venía a pedirte disculpas por lo de hace algunas horas.– dije entre dientes a lo que ella sonrió, tenía una hermosa sonrisa que dejaba ver sus perfectos dientes blancos. –No hay problema Lauren, espero que podamos llevarnos bien, después de todo somos las únicas aquí.– se alzó de hombros viéndome y caminó hacia el sofá meneando su trasero y dio unas palmaditas a su lado indicando que me siente con ella, lo hice y nos quedamos viendo unos segundos que parecieron eternos.– y bien... ¿qué me cuentas de ti? A parte de que eres Camila Cabello. –Dije esbozando una leve sonrisa al decir lo último y ella también sonrió, esta chica es preciosa.– Bien, nací en Cuba, pero con mi familia nos mudamos aquí a probar suerte, tengo 24 años, mis padres murieron hace dos años, mi padre fue infectado y mi madre murió siendo comida por algunas de esas criaturas... –Hizo una breve pausa mirándome fijamente para después bajar su mirada mientras jugaba con sus manos.– Ellos eran mi vida... tuve que aprender a vivir sin ellos y a lidiar con estas criaturas. Soy cirujana, por ello se me facilitó curar tus heridas, por cierto no está de más decir que la herida de tu muslo era muy profunda. –Dijo mordiendo levemente su labio inferior y se veía preciosa de esa manera.– Wow... entonces perdiste a personas muy importantes, al igual que yo y estás aquí... intentando hacer algo por este mundo de mierda, igual que yo. –Hablé con mi mirada fija en ella y al parecer eso la avergonzaba ya que esquivaba mi mirada como podía.– Sí, de alguna manera tenemos cosas en común, pero creo que todos hemos perdido a alguien importante en esta situación, si no te molesta me interesaría saber a quién perdiste. –No me gustaba mucho tocar ese tema ya que seguía doliendo, pero ella se abrió y me contó a cerca de lo que le sucedió con sus padres y no debería dejarla de esa manera, merecía buen trato de mi parte y sin conocerme jamás podríamos llegar a nada.– Bueno, yo perdí a mi esposa y a mi hija.– Su expresión fue de sorpresa y frunció sus cejas haciendo distintas muecas.– Fue horrible, mi esposa murió siendo comida por esas bestias y mi hija en un helicóptero que la venía a rescatar, ella se iba con su tía.– De inmediato esas imágenes que detestaba recordar invadieron mi mente y las lágrimas amenazaban por salir, pero no lo hice, no lloré y me contuve. –Eso si es horrible, bueno, ya ves... tenemos algo en común, pérdidas terribles. –Dijo la morena viéndome y no supe por qué ni de donde nació que ella envolvió sus brazos al rededor de mi cuerpo, había olvidado por completo cómo se sentía un abrazo y la calidez de otro cuerpo junto al mío, no fui capaz de alejarme y le correspondí. Estuvimos varias horas hablando hasta que anocheció y como cada día puse toda la seguridad, ella se sorprendió al ver tanto, ella era una chica agradable y muy misteriosa. Llegó la hora de dormir y no quería que durmiese incómoda, por lo tanto le ofrecí mi cama. –Camila, puedes dormir en mi cama, yo dormiré en el sofá y si eso te molesta puedo dormir en el sofá de la sala de estar para no invadir tu privacidad.– Ella rápidamente negó con su cabeza y prácticamente me gritó que no.– ¡Estás loca! Es tu casa, por Dios... debes dormir tranquila, por favor no te preocupes.– Era algo terca, pero no permitiría que ella durmiese mal luego de un viaje tan largo en incómodo.– Por favor, acepta, para mí no es molestia, mañana podemos ir a buscar otra cama para añadir a la habitación o puedo colocarla en otra.– Dije dedicándole una cálida sonrisa a lo cual ella por fin aceptó.– Está bien, pero no hay problema, puedes dormir en el sofá de la habitación, no me molesta en absoluto.

Soy Leyenda (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora