10.2 Pervertido

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Jueves 1 de febrero .
Casa de la familia Castillo.
02:20 P.m

Después de hablar con Alan volví a casa.

Cuando entre vi a mi madre pero seguí de largo, en verdad no tenía ganas de nada ni nadie.

Fui a mi habitación y cerré la puerta.

—Hola—Dijo Jos, lo mire.

Estaba sentado en mi cama jugando con sus manos.

—Tú mamá me dejo pasar–sonrió levemente—¿Fuiste a casa de Alan?—asentí—tú mamá también me contó lo de Freddy.

No quería hablar pero tuve que hacerlo.

—De verdad que no sabe guardar secretos...— negué y me senté con él en la cama—te lo iba a decir.

—¿Cuando pasó?—me preguntó, no me atrevía a mirarlo.

—El martes—sonreí.

No podía dejar de ver a Jos sobre Rebecca, la imagen no se borraba de mi mente, por más que intentara.

—Parecía que iban tan bien, ¿qué pasó?—me abrazo por los hombros con una mano y lo mire.

"Pasaste tú y tu maldita necesidad de volverme loca. Pasaron tus ojos, pasó tu sonrisa, tu risa... pasaste tu, Jos".

Quería decirle todo, otra vez.

Jos estaba tan cerca mío, con esos ojos Tan hermosos que solo él tenía, con su inconfundible aroma que solo me hacía desearlo más y más.

Acaricie su mejilla—pasaste... necesito tiempo—lo solté y sonreí.

Jamás necesité nada, solo a Jos.

—Así que, tú y Rebecca, he—Levante las cejas con diversión fingida.

Vi como las mejillas de Jos se volvían rojas.

—!Maldito pervertido!—tome un cojín y se lo arroje al rostro.

—!Tu mamá te escuchará!, !callate!—grito, cada vez estaba más rojo.

—!Pervertido!—reí, tome otro cojín y se lo arroje como el anterior.

—shh—me tumbo a la cama y se subió encima mío.

Como la noche en que me hizo suya.

—Ya no eres Virgen...—dije.

—Lo se, ¿puedes creerlo?—abrió los ojos un poco atragantado.

—¿!Que si lo creo!?, por Dios, yo lo vi—sacudí la cabeza queriendo olvidarlo— que maldito asco verte desnudo.

Jos me miró sorprendido.

—!Yo no doy asco, soy un Dios griego en todo su esplendor!—me cubrió la cara con una almohada fingiendo ahogarme, solo me reí.

Cuando me quito la almohada volví a hablar—mi mejor amigo ya no es Virgen.

—ya no lo somos—me guiño el ojo.

—Pero...—lo interrumpí—yo dejé de serlo antes así que gane.

Mentí. Los dos habíamos dejado de serlo el mismo día, lastima que no lo recordaba.

Jos se bajó de mi y se recostó a un lado.

—Me acabó de imaginar a Freddy desnudó, que jodido asco—dijo serio.

Reí y ahora yo me subí a él —él SI es un dios griego.

Jos se quedó callado unos segundos con una sonrisa en su hermoso rostro.

—Me lo volví a imaginar, que asco por dos.

Cubrí mi boca con mis manos haciendo un megáfono improvisado y grite.

—!Estos chicos ya no son vírgenes!

—Ya no me atreveré a mirar a la cara a tu madre—dijo Jos.





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